WAGNER GUILLERMO RICARDO (1813-1893)

Wilhelm Richard Wagner, nació el 22 de mayo de 1813 en Leipzig, Alemania.


Su padre de profesión escribano falleció víctima de fiebre tifoidea y el segundo esposo de su madre, poeta y actor sería quien lo ingresaría junto a sus hermanos al mundo del teatro.


El diario "La Razón "de Buenos Aires en su edición del 28 de agosto de 1920 bajo el título: “Una audición llovida del cielo” expresaba: “Alguien tuvo la feliz ocurrencia de colocar en lo alto de la sala del Coliseo, una onda sonora, onduló, vermicular, de 21 a las 24, por el espacio, como cubriendo con un sutil celaje de armonías, las más caprichosas, ricas, grávidas de nobles emociones, la ciudad entera.


Y por tres horas, no sólo aquellos iniciados en el secreto, sino cuantos por razones de oficio o en virtud de casualidad, marinos de barcos que disponen de aparatos, operadores de estaciones radiotelegráficas, esclavos todos de la escucha, tuvieron el regalo de una audición de “Parsifal”, la obra maestra de Wagner, que se interpretaba en el teatro precitado.(...) Lo de anoche fue algo más que eso: a la maravilla científica, sumose la delicadeza conmovedora que entrañó el pensamiento de quienes lanzaron al espacio, sin finalidad interesada alguna, todo el tesoro estético que se encierra en la partitura de Wagner.


Dirigida por el maestro Weingartner se produjo la primera transmisión pública en la Argentina por el sistema de radiotelefonía.


Fue cuando Enrique Wagner descubrió entre bastidores los misterios del arte escénico, y su inclinación hacia las letras, al soñar con escribir tragedias helénicas. Mientras tanto le entusiasmaría la música de von Weber y Beethoven.


Con sólo 19 años se atrevió a componer, al tiempo que continuaba sus estudios universitarios.


Su primera obra sería una sonata para piano, y siguiendo el orden cronológico otras para canto, piano y orquesta, incluida una sinfonía con el título de "Las bodas" en 1833.


La atracción de la ópera sería tal, que se lanzó en 1834 a ese difícil campo poético, musical componiendo “Las hadas”.


José Miguel Romaña expresó por entonces: “El futuro genio del drama con música se halló entonces en un período clave, de plena gestación artística, buscando un estilo que le haría célebre cuatro décadas después”.


En la ciudad rusa de Riga, cuando trabajaba como encargado de la dirección de los coros y la orquesta de teatro, le dominó la idea de crear una ópera heroica ideal para el Teatro La Ópera de París, y allá partiría en 1839 buscando nuevas expectativas y éxito el que por años le sería adverso.


Su ópera “Rienzi” compuesta en la Ciudad Luz debió venderla a la dirección del Teatro La Ópera por 500 francos y con la condición de que otra persona pusiera música a su libreto original, hasta que en 1842 recibiría la sensacional noticia de que el Teatro Real de Dresde decidió poner en escena su ópera heroica.


El 19 de octubre de 1845 estrenaría otro drama lírico “Tannhäuser” que fuera muy  bien acogido.


Tres años después debió huir por haber dado una conferencia revolucionaria, y estrenó “Lohengrin” en Weimar bajo la dirección de Franz Listz, con cuya hija Cosima se casaría en segundas nupcias años después.


En 1853 iría tomando cuerpo su poema en cuatro partes “Los nibelungos”, pero recién 30 años después, a partir del 26 de julio de 1882 serían realizadas 16 sesiones seguidas de Parsifal - la leyenda del héroe sencillo y puro, que redime al hombre pecador y alcanza la santidad - es en el fondo la lucha del ario que desea conservar su pureza racial y evita contacto sexual con diferentes sangres, todas consideradas inferiores.


Un año después, el 13 de febrero el genial artista alemán sumido en una gran depresión fallecía en Venecia de un ataque cardíaco en brazos de su segunda esposa cuando aún no había cumplido setenta años.


Ratifica José Miguel Romaña: “Con una inquebrantable fuerza de voluntad, Richard Wagner- crítico, músico, poeta y pensador – llevó sus principios hasta el límite máximo que podía lograr, entre críticas amargas y aplausos sinceros”.


Fue, sin lugar a dudas, un audaz innovador (...) Se alejó mucho de la ópera tradicional. Unió muy bien la música con la poesía, proporcionando un mayor esplendor a la forma orquestal.

 

 

Bibliografía:
Jacobs Robert L: Wagner, su vida y su obra. Buenos Aires, 1951.
Romaña José Miguel: “Wagner en su centenario”. Revista Historia. Año III. N°9. Marzo – Mayo de 1983. Pág.54 y sig.

Warner. Pasaje. Topografía:
Corre de E. a O. desde la calle Sarmiento hasta Corrientes entre las calles Centeno y Garibaldi.
Carece de designación oficial.

Lleva ese nombre desde su apertura.
Recuerda a Guillermo Warner (1813-1883) compositor, director de orquesta, poeta y teórico musical alemán, una de las grandes figuras de la música de su época. Algunas de sus obras: “El holandés errante”, “Tristán e Isolda”, “Parsifal” etc. Esta última ópera fue elegida en 1920 para iniciar las primeras transmisiones radiofónicas del mundo. Estas emisiones fueron realizadas desde nuestro país.