Nos dice Armando Alonso Piñeiro en “La vida y los méritos de un prócer desconocido”: “Hubo un gobernante de la Argentina bastante poco conocido, que realizó, a pesar de la escasa duración de sus mandatos, una obra vasta y significativa, a veces caracterizada por detalles curiosos. Entre éstos, acaso no sea el menor un decreto que prohibía fabricar y vender juguetes de armas punzantes, en “defensa de las ideas de la humanidad que debe inspirarse a la juventud”.
Otras iniciativas de alcance más dilatado y naturaleza insólita fue la Creación del Registro Civil que suele adjudicársele a Dalmacio Vélez Sarsfield.
Viamonte en efecto, creó en 1834 cuatro registros cívicos, a saber de: Matrimonios de individuos pertenecientes a diversas creencias religiosas; de Matrimonios de Extranjeros católicos apostólicos romanos entre sí; de Nacidos pertenecientes a diversas creencia religiosas y de Defunciones de individuos pertenecientes a diversas creencias religiosas. Por lo tanto, no cabe ninguna duda de que se quiere endosar a Vélez Sarsfield el mérito de haber permitido por primera vez el matrimonio entre los no católicos.
Enuncia González Arrili: “Llevaba años de servicios militares en el regimiento de Infantería cuando se inició la Revolución. Había sido teniente de Liniers en la Reconquista y preparó la Defensa desde su puesto de sargento mayor de la Legión de Patricios, pues era de Buenos Aires, donde naciera el 9 de febrero de 1774.”
Lo contó Mayo entre los que se alistaron primero en la conspiración emancipadora, y sería aquél que llamó Saavedra el día que quedó convencido de que no había un minuto que perder por la situación imperante en España, tanto sería su respuesta que en un informe secreto llegado a la Península se lo calificaría de “terrorista”.
Actuó como jefe del Ejército de Observación sobre Santa Fe pero finalmente vencido por las fuerzas de Artigas permanecería en cautiverio más de un año en el campamento de La Purificación en condiciones humillantes, a la intemperie y engrillado desde 1817 a 1818.
Ya libre el 25 de enero de 1819 sería nombrado General en jefe del ejército sobre Santa Fe, por renuncia de Balcarce, avanzó sobre Rosario y después de algunos encuentros más o menos felices, celebró un armisticio preliminar el 5 de abril.
El general Belgrano llegaría al Pago de los Arroyos haciéndose cargo de todas las fuerzas mientras Viamonte regresaba a Buenos Aires.
Lo prestigió su conducta al formar parte de la Sala de Representantes y al presidir el Congreso de 1819.
Había aceptado la designación de Gobernador de la provincia de Buenos Aires, después de los pactos de Cañuelas y Barracas, creyendo que los mismos serían efecto pacificador entre Rosas y Lavalle, el 26 de agosto de 1829.
Fueron tres meses solamente los de su gestión a cuyo término fue consagrado gobernante propietario don Juan Manuel de Rosas, a quien lo secundarían los mismos ministros de Viamonte: Tomás Guido, Manuel José García y Manuel Escalada, los que habían redactado cien decretos de progreso y legalidad, a razón de uno por día firmados por la administración saliente.
Dispuso durante sus períodos gubernamentales - el segundo también en 1829 y el último de 1833 a1835, que también le sucedería otra vez Rosas con facultades extraordinarias.
La publicación de los balances oficiales, expresaron en cuanto a su desempeño: “La publicidad en los actos de la administración de la Hacienda del Estado es una de las primeras garantías de su crédito”. Verdadero y prestigioso antecedente nacional sobre la necesidad imperiosa de un gobierno de manos limpias”.
Cansado del auge de Rosas, se desterró voluntariamente en Montevideo, desde el año 1840 hasta el 31 de marzo de 1843 en que murió.
Armando Alonso Piñeiro agrega en su artículo “La vida y los méritos de unprócer desconocido”: “A lo largo de sus siete décadas de existencia desarrolló una tarea enorme – en realidad muy propia de la época que le tocó vivir - como militar, legislador y estadista” (...)
Viamonte fue inspirador del primer pacto interprovincial argentino: el Tratado de Santo Tomé ratificado por el Pacto de San Lorenzo, ambos de 1819, firmados en nombre de la provincia santafesina Estanislao López… (Estos pactos demuestran que el régimen de pactos interprovinciales no nació en 1820 con el del Pilar)
En otro orden de cosas, el gobernador Viamonte se convirtió en el pionero del cultivo del café en la Argentina al cederle a Corrientes cuatro mil plantas para aclimatarlas en aquel territorio en un ensayo menor del cultivo que se realizaba en el Imperio del Brasil”.