VENESIA GUALBERTO (1936 -2003)
Gualberto Venesia fue un sabio de la vida, fundamentalmente un maestro, un hombre bueno, amado por sus discípulos y respetado por sus adversarios. Muy pocos en la vida logran este tipo de reconocimiento, no sólo debido a su bondad personal, a la generosidad con sus hijos, amigos, alumnos, y con sus compañeros de militancia e ideas - tanto en el campo de la ingeniería como en el de la política - sino que todo conformaba su naturaleza y su personalidad.
Asevera Alberto Castaños: “Pensaba en grande” porque el puente Rosario –Victoria, la autopista a Córdoba, el Plan Circunvalar, el dragado del Paraná, la Hidrovía, El bosque de los constituyentes, El pasaje Juramento, La presa del Ludueña… y muchos otros incontables proyectos lo tuvieron como autor, impulsor o defensor a Gualberto Venesia”.
Nació en Rosario el 12 de diciembre de 1936 en el hogar formado por Carlos Plácido Venesia, corredor de granos y doña Mercedes López, dueña de un importante comercio y taller de mercería, casi único en la ciudad por entonces, contando con un hermano mayor, compañero de una infancia feliz y de los primeros años de militancia política.
Con sus amigos del barrio donde estaba ubicada la casa paterna, Ocampo y Presidente Roca compartió a pelotazos su temprana devoción por los colores de la camiseta auriazul que jamás borraría de su corazón.
Cursó primeros estudios en el Normal N°3 y más pasó al Industrial Superior de la Nación, hoy Politécnico, donde obtuvo el mejor promedio de su promoción.
Entre 1956 y 1963 cursó la universidad y se recibió de ingeniero, agrimensor y constructor Por ello proyectó y dirigió la construcción de múltiples edificios particulares y públicos, trabajando también en numerosas licitaciones para Gas del Estado e YPF; en las que realizó cálculos de estructura.
En el manejo de dichos asuntos públicos evidenció pulcritud, honestidad y la delicadeza que le eran propias.
En las segundas décadas del 40 el país veía en Perón algo distinto y esperanzado pues tenía un estilo expresivo y coloquial con el pueblo hablándole de soluciones concretas y consignas sencillas. Buenos ejemplos de ello fueron las “tres banderas” que proclamaba: “Independencia económica, justicia social y soberanía política” o las veinte verdades que constituirían un catálogo de señales de identidad del peronismo.
Así en febrero de 1946 se consagró en forma contundente por el voto popular la fórmula presidencial Perón- Quijano.
Por entonces Venesia adolescente, vio en Perón el hombre carismático capaz de establecer una nueva relación entre el Estado y la sociedad, tal como lo prometía, con una mayor participación de los asalariados en el ingreso nacional e incrementando el gasto social en las necesidades básicas del hombre: vivienda, educación, salud y recreación. Por ello encabezó la “Peña peronista de Resistencia” que fundara en la seccional 7ª de nuestra ciudad integrando también el Movimiento de la Juventud Peronista.
Cuando su líder ya no estaba, mantuvo incólume sus convicciones políticas y continuó trabajando por la causa justicialista sin retacear esfuerzos, hasta que en 1973 resultó electo Concejal de la ciudad de Rosario.
Para entonces hacía ya diez años que se había casado con Josefa Michieli, integrando una hermosa familia con tres hijos: Laura, Gabriela y Juan Carlos.
Diez años después resultó nuevamente electo Concejal, pero ello no le impidió la recuperación del actual Puerto Norte (ex terminales de Genaro García y FACA).
Amaba su ciudad y veía más lejos que los poderosos de la época, así que pudo entender con mayor claridad los problemas y encarar las soluciones.
Siendo diputado en 1989 y reelecto en el 93, presidió la Comisión de Obras Públicas.
En esa función propuso el dragado del Paraná, fue autor de las leyes nacionales de puertos, de la construcción del Pasaje juramento y de la transferencia del edificio de la Aduana en Rosario, trabajando por la conexión vial Rosario –Victoria y de la autopista a Córdoba.
Tan multifacético fue su quehacer que en 1995 llegó a vicegobernador de la provincia y entre 1999 y 2000 ocupó la cartera del Ministerio de Educación.
El 27 de octubre del 2003 falleció Gualberto Venesia a los 66 años., dejando la imagen de un hombre sereno, equilibrado y de una corrección única, valores que impregnó a su tarea urbanística, política y legislativa.