José Ignacio Thames nació en San Miguel de Tucumán, el 15 de agosto de 1762.
Hijo de un hogar profundamente cristiano formado por José Ignacio y María Josefa Rodríguez, quienes deseosos de que adquiriera una cultura superior lo mandaron a la Universidad de Córdoba, donde se doctoró en teología en 1784.
Tempranamente sintió el llamado de Dios e ingresó al orden sacrdotal.
Volvió a Tucumán donde ejerció su ministerio hasta que en 1798 fue designado cura párroco de El Alto, provincia de Catamarca.
Quince años después fue ascendido a la categoría de canónigo de la catedral de Salta, (1813).
Hombre como buen mediterráneo era muy silencioso y pensante, cualidad que no le quitó el privilegio de ser fogoso partidario de la Revolución de Mayo.
En 1815 fue elegido presidente de la Junta que elegía diputados por esa provincia al Congreso de Tucumán. Al mismo tiempo fue convocado él como diputado por Tucumán junto con Pedro Miguel Aráoz.
Su actuación en las sesiones del Congreso fue destacada, y llegó a presidirlo, además de formar parte de varias comisiones y firmar el Acta de la Independencia el 9 de julio de 1816.
Propugnó una monarquía inca como forma de gobierno, y en agosto suscribió el manifiesto dirigido a los pueblos de las Provincias Unidas )Así se llamaba por entonces nuestra República) incitándolos a la unión y al orden.
En 1818, con el Congreso ya en Buenos Aires, fue elegido vicepresidente.
En ese mismo año renunció y regresó a Salta a ocupar su puesto de canónigo en la Catedral. Finalmente regresó a Tucumán.
Durante el último período de Aráoz, fue de nuevo diputado a la Sala de Representantes, en 1821
Entre 1824 y 1825 volvió a El Alto (Catamarca) donde fue un párroco ejemplar,preocupado por las carencias de sus feligreses, de vida casi monacal y bajo perfil.
Falleció en Tucumán en 1832.