Una de las invenciones humanas que más profundamente ha revolucionado la economía del orbe, ha sido sin lugar a dudas la aplicación del vapor a los transportes, en sustitución de la tracción a sangre, que desde tiempos inmemoriales dominaba este aspecto del quehacer del hombre.
Gracias al vapor como agente energético se acortaron las distancias y aumentó la capacidad de carga y comercialización de productos, que llegaron hasta los lugares más apartados del planeta.
La invención de la locomotora y el trazado de las primeras líneas férreas hicieron del británico George Stephenson, el principal artífice del establecimiento del ferrocarril como medio de transporte.
El ferrocarril a vapor posibilitó el arrastre de minerales empleados en la construcción e industrias ya desde el siglo XVII, en Inglaterra.
Stephenson nació en Wylan, cerca de Newcastle, Northumberland, el 9 de junio de 1781.
Hijo de un fogonero que manejaba una bomba de vapor en una mina de carbón de Newcastle, aprendió el oficio paterno; aprendizaje simultáneo a su trabajo que ampliaría su formación en la escuela nocturna.
Ya adolescente marchó a las minas de Lilingworth, donde su habilidad en el manejo de las máquinas de vapor y arreglo de bombas le valió el nombramiento de mecánico jefe.
Hacia 1814 aplicó a las minas de carbón, el uso de "la lámpara de seguridad" que había sido inventada por Davy, lo que le reportó un premio de 1.000 libras esterlinas.
Ese premio le hizo madurar la idea de crear una locomotora inspirado en un modelo construido por John Blenkinsop de una hullera cercana, que se desplazaría por sobre railes – rieles - y permitiera agilizar el transporte de carbón.
Así surgió la Blucher, locomotora que era capaz de arrastrar ocho vagones con el peso de 30 toneladas a una velocidad de 6, 5 K/ hora.
Posteriormente ideó un dispositivo para dirigir el escape de vapor a la chimenea de la locomotora, lo que aumentó enormemente la potencia de ésta.
"La nueva locomotora quedó terminada en 1815 y a pesar de su aspecto primitivo y antiestético, era una verdadera maravilla desde el punto de vista de su mecanismo.
El vapor actuaba sobre los émbolos, que se deslizaban por dos cilindros colocados en la parte superior de la máquina, ponía en movimiento un balancín, el cual estaba en comunicación inmediata con dos bielas que hacían girar las ruedas delanteras, poniendo el tren en movimiento." Asevera el escritor español Luis Postigo
Construyó la primera línea ferroviaria pública del mundo, que fue utilizada por locomotoras a vapor (Stockton-Darlington, 1825)
Conocido como el "padre de los ferrocarriles", diseñó por completo la primera línea ferroviaria moderna (Liverpool-Mánchester, 1830), así como su material rodante y locomotoras.
Previamente, se había celebrado un concurso en Rainhill entre varios modelos para ver cuál era la locomotora mejor y más rápida. El pliego de condiciones estipulaba que debía arrastrar el triple de su peso a una velocidad de 10 millas inglesas por hora y sin producir humo.
The Rocket de George Stephenson y su hijo Robert salió vencedora al remolcar el quíntuple de su peso a la velocidad de 14 hasta 20 millas por hora.
Con su mentalidad privilegiada, también fue el creador del ancho de vía de 1435 mm (aproximadamente 4 pies 8 1/2 pulgadas), conocido como "ancho de vía estándar".
A partir de entonces Stephenson dirigió la construcción de importantes ferrocarriles en Inglaterra o construyó máquinas para los mismos y para líneas en Bélgica, Holanda, Francia, Alemania, Italia y España.
Falleció de pleuresía en Chesterfield el 12 de agosto de 1848 a la edad de 67 años.
Bibliografía:
Postigo Luis: "Los orígenes del ferrocarril". Colección Universitas. Tomo VI. Pág. 277 y sig. Edit. Salvat. 1959.
Más la expuesta en el texto.
Stephenson. Calle. Topografía:
Corre de S. a N. de la calle don Bosco, desde la calle Humberto Primo a la de Gorriti. Barrio conocido actualmente por "Nuevo Alberdi".
Se le impuso ese nombre por Or. 460 del año 1948.
Recuerda a George Stephenson, (1781 – 1848) inventor de la locomotora a vapor.
Anteriormente se denominó calle Cuyo.