SEIS DE DICIEMBRE: DÍA DEL GAUCHO ARGENTINO

 

Existen varias teorías sobre el origen del vocablo, entre otras hipótesis, que puede haber sido derivado del quechua "huachu" (huérfano, vagabundo), del gentilicio guanches o guanchos de los canarios llevados en 1724 para refundar Montevideo, o del árabe "chaucho" (un látigo utilizado en el arado de animales).
Según el investigador Mariano Polliza deriva de la palabra de origen portugués "gauderio" con la que se designaba a los andariegos habitantes de la grandes extensiones de campo de Río Grande del Sur y del este de la Banda Oriental, pasando al Río de la Plata en el siglo XVIII, donde hasta entonces no era conocida, otro supuesto origen sería garrrucho palabra portuguesa que señala a un instrumento usado por los gauchos para atrapar y desjarretar a los ganados.

"El origen de la palabra gaucho, como el de tantas otras del Nuevo Mundo, ha dado lugar a las más variadas y no pocas veces alucinantes teorías filológicas".
Sin embargo, existe una leyenda que menciona con nombre y apellido al "primer gaucho": según tal leyenda en 1586  (siglo XVI) en la aldea que entonces era la actual ciudad de Buenos Aires vivía un soldado raso andaluz llamado Alejo Godoy; éste se quejaba del mal trato y las pésimas condiciones de vida y habría enviado una carta al rey de España para que atendiera su condición y las de aquellos que se encontraban en circunstancias semejantes. Como (obviamente) no recibiera respuesta, —se dice— cansado de esperar se acercó al baldío que entonces era la Plaza Mayor y tras gritar "¡Muera Felipe II!" se fugó a galope hacia el campo. Este relato es casi sin duda legendario, pero como muchas leyendas aporta ciertos datos para entender el origen del gaucho.

Las primeras referencias escritas a los gauchos se encuentran a comienzos del siglo XVII, utilizando términos como "mancebos", mancebos de la tierra, "moços perdidos", "moços vagabundos", "criollos de la tierra", "changador".

A mediados del siglo XVII comenzó a utilizarse la palabra "gauderio" para designar a ese grupo social. Poco después aparece la palabra "gaucho", encontrada por primera vez escrita en un documento oficial de la Banda Oriental en 1771, siendo ya de uso generalizado para fin de siglo.

La palabra Gaucho aparece también en un documento originado en Montevideo el 8 de agosto de 1780: "...que el expresado Díaz no consentirá en dicha estancia que se abriguen ningunos contrabandistas, bagamundos u ociosos que aqui se conocen por Gauchos."
En el siglo XVIII, Concolorcorvo habla de gauderios cuando menciona a los gauchos o huasos: "Éstos son unos mozos nacidos en Montevideo y en los vecinos pagos. Mala camisa y peor vestido procuran encubrir con uno o dos ponchos...", gauderio parece ser una especie de "latinización" de las palabras antedichas, latinización asociada al término latino —muy conocido entonces, ya que era usual en la liturgia católica— gaudeus, que significa "regocijo", e incluso "libertinaje", es decir la palabra "gaucho" como la palabra "huaso" .
Otra supuesta génesis del gaucho argentino fueron los camiluchos, estos eran los antiguos peones o "camilos" de las misiones jesuíticas, los cuales, al ser expulsada la orden jesuítica en 1767 e invadidas las "reducciones", marcharon hacia la región pampeana o llanura de la pampa argentina.

Los primeros escritores hablaron de "gauderios" (holgazanes) en la zona que se encontraban fuera del alcance de las autoridades; era habitual que jóvenes provenientes de distintas regiones que hoy integran Uruguay, Argentina, sur de Brasil y Paraguay, se dedicaran a contrabando -sin saber que lo practicaban ya que los límites entre jurisdicciones eran muy difusos y variaban casi constantemente- de vacunos y cueros, siguiendo para sus trajines, entre otras rutas, la oriental ruta del ganado.
En las últimas décadas del siglo XVIII y primeras del siglo XIX la palabra gaucho se extendió por toda la región, para designar a los trabajadores libres que vivían de los vacunos salvajes o cimarrones de las pampas.
Inicialmente el término era usado despectivamente, pero ya en la segunda y tercera década del siglo XIX, la palabra comenzó a perder su connotación despectiva, de la mano de la causa federalista iniciada por José Gervasio Artigas, liderando una alianza de provincias integrada por las provincias de Córdoba, de Corrientes, de Entre Ríos, Misiones (incluyendo en esa época también a las misiones orientales) y la de Santa Fe.
En 1833 Charles Darwin visitó la región en su famoso viaje alrededor del mundo a bordo del Beagle.
Darwin realiza amplias referencias descriptivas sobre los gauchos en su libro A Naturalist's Voyage Round the World. The Voyage of the Beagle (Viaje de un naturalista alrededor del mundo. El viaje del Beagle), utilizando la palabra sin ningún dejo despectivo y reflejando su utilización generalizada en las dos orillas del Río de la Plata e incluso en la Patagonia.
Darwin, quien llegó a entrevistarse con Juan Manuel de Rosas, dice que Rosas, "al adoptar la vestimenta y los hábitos de los gauchos, ha obtenido una ilimitada popularidad en el país". En 1834, Charles Darwin, quien recorriera las pampas argentinas, escribíó:
"...con sus pelos largos hasta los hombros, la cara negra por el viento, sombrero de fieltro, chiripá y botas sacadas de los cuartos traseros de las yeguas, un largo facón en la espalda sostenido por el cinturón y comían carne asada como dieta principal a veces acompañado por un poco de mate o algún cigarro...".
 Contrariamente Domingo Faustino Sarmiento publico en 1845: Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas, dedicada a analizar la vida de un caudillo gaucho como fue Facundo Quiroga, utilizando extensamente la palabra gaucho, asociándola a la de barbarie. a pesar de que su padre, José Clemente Sarmiento, podría considerarse como gaucho pues era un arriero entre Cuyo y Chile
 Para 1861, su menosprecio hacia los gauchos se había exacerbado tanto que el 20 de noviembre de ese año le escribió a Bartolomé Mitre:”No trate de economizar sangre de gauchos; éste es un abono que es preciso hacer útil al país; la sangre es lo único que tienen de seres humanos”.

Hacia 1875 el viajero Gascón Henri Armaignac daba una definición más cercana al respecto de quién era considerado gaucho: En principio, gaucho es el habitante rural que tiene gran destreza como jinete, pero esto no basta.
Agregó Armaignac: "Un extranjero —por ejemplo un europeo— puede adquirir, aunque sea muy difícil, todas las destrezas del gaucho, vestir como gaucho, hablar como gaucho... pero no será nunca considerado gaucho; en cambio sus hijos aunque todos sus linajes sean directamente europeos, al ser ya nativos o criollos sí serán cabalmente considerados gauchos."

Surgida la Primera Junta en Buenos Aires fueron gauchos los que siguieron al caudillo José Gervasio Artigas, quien -si bien primeramente no apoyó la revolución patriota luego llevó a cabo el levantamiento de la Banda Oriental contra el rey de España y los invasores tanto portugueses como brasileños-. Artigas formó un ejército popular de gauchos e indios, derrotó a los realistas y puso sitio a la ciudad de Montevideo.

Ellos  ayudaron a cuajar el primer gobierno federal en la inmensa región del Río de la Plata, conformando la Unión de los Pueblos Libres dentro de las Provincias Unidas del Río de la Plata, más apropiadamente un conjunto de provincias confederadas al margen del centralismo de Buenos Aires.
Los gauchos desempeñaron un papel fundamental durante la Guerra de la Independencia Argentina, entre 1810 y 1825.
Durante la guerra de la independencia el gaucho se integró también en el Ejército del Norte enviado desde Buenos Aires hasta los confines del Alto Perú de lo que fuera el Virreinato del Río de la Plata, ya sea colaborando mediante la recabación de información, la provisión de pertrechos y alimentos o dando su vida en la lucha cuerpo a cuerpo.

Al ser derrotado el Ejército del Norte fue nombrado como nuevo comandante el general José de San Martín, quien encomendó a Martín Miguel de Güemes la defensa de la frontera norte, mientras él se dirigiría a Mendoza a formar el Ejército de los Andes (también constituido en gran medida por gauchos y huasos), con el objeto de cruzar los Andes para liberar Chile y Perú.
Solamente en territorio argentino la fuerza militar gaucha actuó en 236 combates diversos defendiendo la vanguardia de la frontera.
Por ello los  gauchos en los desfiles  en la provincia de Salta cabalgan blandiendo lanzas de cañas tacuara, las típicas lanzas de los gauchos durante la Guerra de la Independencia Argentina, en el sur las cañas para las lanzas o "chuzas" eran de coligües.
El poeta uruguayo Antonio Lussich es considerado uno de los precursores de la poesía gauchesca, y su poema Los Tres Gauchos Orientales fue considerado por Jorge Luis Borges un antecesor del poema épico Martín Fierro del argentino José Hernández.
Éste último, cuya  obra es la más  famosa del género, evidencia al gaucho como símbolo de tradición nacional argentina, contraponiéndolo a las tendencias europeizantes de la ciudad y a la corrupción de la clase política.
Martín Fierro, héroe del poema, es reclutado por el ejército argentino para la guerra fronteriza contra "el indio", pero deserta y se convierte en un fugitivo de la ley.

El 10 de noviembre, fecha en que se recuerda el nacimiento de José Hernández (en 1834), es en la Argentina el "Día de la Tradición", y un reconocimiento al gaucho.

El "Día del Gaucho" (Ley Nº 24303), es en Argentina, desde 1996, el 6 de diciembre, como homenaje a la 1ª edición del "Martín Fierro", pero para nada ha cobrado vigor en las asociaciones nativistas.

 

Bibliografía:
La expuesta en el texto.

Seis de Diciembre. Pasaje. Topografía:
Corre de E. a O. a la altura de México 2100.
Se le impuso ese nombre por Ley 24303 del año 1996.
Recuerda  al  “gaucho argentino”, personaje exaltado por José Hernández en su obra “Martín Fierro.”