Chuquisaca (llamada así por los indígenas y bautizada Charcas por los españoles) era en el siglo XVIII una pequeña pero influyente ciudad, que al decir de Gabriel René Moreno en Revista "Todo es historia". N°514.Pág.57.
”Todo induce a pensar que entre Lima y Buenos Aires dicha villa llegó a ser, en el hemisferio meridional, el agrupamiento más considerable de criollos ilustrados, magnates españoles y familias ricas o acomodadas”.
En la Universidad Mayor Real y pontificia de San Francisco Xavier fundada en 1624 por una bula papal de Gregorio XV y documento real emitido por el rey hispánico Felipe III, impartían la enseñanza los jesuitas.
En 1681 crearon las cátedras de Cánones y leyes y años después la Real Academia Carolina dedicada a la práctica del derecho. Esto potenció su prestigio y su enorme influencia en toda la región sudamericana.
En ese ámbito y esa geografía, nació Mariano Sánchez de Loria actual Bolivia, 24 de septiembre de 1774 y obtuvo su doctorado en jurisprudencia y leyes canónicas en esa ciudad.
Fue un hábil abogado y político ceremonioso, apegado a los formulismos de corte, metódico para averiguar las cosas y prudente para proceder acerca de ellas; elocuente con un definido tono dogmático como los sermones que había escuchado en las aulas y en las ceremonias religiosas.
En 1816, fue electo como diputado por Charcas para el Congreso de Tucumán. Fue uno de los que apoyó el proyecto de una monarquía a cargo de una familia real inca para las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Después del Congreso se mudó a Buenos Aires y continuó trabajando como abogado allí.
Alrededor de 1817 ejerciendo su profesión, su esposa murió y retornó entonces a Chuquisaca donde se ordenó como sacerdote, convirtiéndose luego en canónigo de la Catedral de Charcas.
Cuando murió el 2 de agosto de 1842, ejercía de párroco de Tacobamba, Potosí, Bolivia.