El Dr. Albert Sabin, nacido en Baylistok (Polonia) el 26 de agosto de 1906, fue microbiólogo polaco de origen judío que se vio obligado a huir de su país por el antisemitismo en 1921, año en que emigró con su familia a Estados Unidos.
Nueve años después obtuvo la nacionalidad estadounidense y en 1931 se licenció el Medicina por la Universidad de Nueva York. Fue en sus años universitarios cuando comenzó a investigar sobre la polio.
Entre 1935 y 1937 trabajó como profesor asociado en el Instituto Rockefeller y a partir de 1939 se convirtió en profesor pediátrico en la Universidad de Cincinnati.
Revolucionó la medicina a finales de la década de 1950 al descubrir la vacuna contra un mal que cobraba la vida de millones de personas: la poliomielitis.
La poliomielitis es una enfermedad viral, que se contagia entre las personas a través de sustancias contaminadas con excrementos humanos, que históricamente ha causado estragos en la población mundial.
El virus de la polio ataca el sistema nervioso y puede causar parálisis temporal o permanente e incluso la muerte, y especialmente se ceba en niños, mujeres embarazadas y ancianos.
Allí vio los terribles casos de niños atacados por la poliomielitis y la estudió, y descubrió que se transmitía por vía oral.
Jonas Edward Salk había encontrado una vacuna contra los tres tipos de virus de la poliomielitis, pero tenía el inconveniente de que era intramuscular.
Sus investigaciones tomaron como punto de partida el trabajo desarrollado por el científico Jonas Edward Salk, quien, tras cultivar en su laboratorio los tres tipos de virus muertos, que se convirtió en la primera vacuna antipoliomelítica.
Sabin desarrolló una vacuna vía oral que se suministraba a los niños en un terrón de azúcar. Comenzó a utilizarse en 1957.
Sabin declinó beneficiarse económicamente de su descubrimiento.
La administración de la vacuna se realiza de manera oral, en forma de gotas, motivo por el cual resulta sencilla la cobertura de la población expuesta (niños de hasta los 6 años de vida) y a bajo costo.
El virus se transmite por vía fecal-oral de persona a persona, motivo por el cual en zonas de bajos recursos y malas condiciones higiénicas se distribuye espontáneamente.
En todo el mundo, se emplean dos tipos de vacuna contra la poliomielitis.
La primera fue desarrollada por Jonas Salk, probada por primera vez en 1952 y dada a conocer el 12 de abril de 1955. La vacuna Salk contra la poliomielitis consiste en una dosis inyectada de poliovirus inactivados o muertos (IPV).
La segunda vacuna fue una vacuna oral desarrollada por Albert Sabin usando poliovirus atenuados (OPV). Los ensayos clínicos de la vacuna Sabin iniciaron en 1957 y fue autorizada en 1962.
Por medio del uso de las dos vacunas se ha logrado la erradicación de la poliomielitis en la mayor parte del mundo y se ha reducido la incidencia de 350 000 casos estimados en 1988 a 37 casos reportados en 2016.
En la actualidad, junio del 2020 solo dos países presentan casos de poliomielitis por poliovirus salvajes –Afganistán y Pakistán–, mientras que en el resto del mundo, mayormente en países de África y Asia, los casos de parálisis se deben al virus de la vacuna OPV.
Reitero: El descubrimiento de la vacuna oral para combatir la polio, se comenzó a impartir en los niños diluidos en un terrón de azúcar, ha permitido erradicar del planeta prácticamente ese mal, considerado desde la antigüedad como una lacra de la humanidad.
Desde su descubrimiento, la incidencia de esta enfermedad en el mundo se ha reducido en más del 99 por ciento y se ha erradicado de occidente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que en 2005 la poliomelitis afectó a 1951 personas en todo el mundo.
LA OMS lanzó en 1988 una campaña mundial de erradicación de la polio que pretendía acabar con la enfermedad para el año 2000.
Sabin echó abajo la teoría que sostenía que el virus infecta el cuerpo humano por medio de las fosas nasales al demostrar que éste lo hace a través del sistema gastrointestinal para después extenderse por la sangre.
Por este motivo desarrolló una vacuna oral con virus vivos debilitados que resultó ser más eficaz que la vacuna inyectable de virus muertos de Salk, pues permitía la inmunidad durante un período de tiempo más largo.
El científico, nombrado profesor emérito de la Universidad de Cincinnati en 1971, renunció a sus derechos de patente con el fin de facilitar la difusión mundial de su descubrimiento lo antes posible.
Fallecido en 1992, nunca recibió el Premio Nobel de Medicina, que en 1954 fue otorgado por estudios vinculados a la poliomelitis a John Enders, Thomas Weller y Frederick RobbiAlbert .
Allí, se debía rendir un justo homenaje a quien no solo descubrió una vacuna importantísima para la humanidad, sino que también renunció a su recompensa económica en pos de sumar mayor beneficio a la sociedad de su época y de futuras épocas de la humanidad.
Sabin fue un científico ejemplar para la sociedad, dedicó su existencia a resolver un problema humano y lo ha logrado. Hoy, la vacuna Sabin oral se utiliza en todo el mundo y salva millones de existencias.
En algunos países menos desarrollados, en la actualidad, se emplean dos tipos de vacuna contra la poliomielitis. La primera, vacuna Salk consistente en una dosis inyectada de poliovirus inactivados o muertos (IPV). La segunda vacuna de via oral desarrollada por Sabin usando poliovirus atenuados (OPV).
Bibliografía:
Extraída de la página del Instituto Sabin. Córdoba.
Sabin. Avenida. Topografía:
Corre de (SE-NO) Génova 2000.
Se le impuso ese nombre por O. 5773 del año 1994.
Recuerda Albert Sabin (1906-1993): médico polaco nacionalizado estadounidense. Profesor de pediatría y biomedicina, estudió la poliomielitis y desarrolló otra vacuna, similar a la existente descubierta por Jonas Salk, pero que se administraba por vía oral. Esta vacuna se llamó trivalente y se la conoce como “Sabín oral” y fue autorizada en 1963 en reemplazo de la vacuna inyectable.