Rosarinos VIII
LA DOBLE CONFIANZA

La reelección  es siempre un caso de doble confianza por parte del pueblo para con los dirigentes. La fe se multiplica por dos,  cuando de vota  nuevamente a las mismas personas.


Haber triunfado pese a las dificultades, genera una gran responsabilidad, significa haber logrado propagar la esperanza en un futuro venturoso para el país.


Así lo expresa  Nancy Nicolini de Echegaray en los años 1995 -1996 en  el texto “Los reelegidos” del Museo  de la Casa Rosada.
Roca, Irigoyen y Perón: “Tres hombres, tres épocas distintas, un destino común: La educación”.


Hipólito Irigoyen llegó a la primera Presidencia en 1916  hasta 1923 y fue reelecto en 1928 siendo derrocado el 6 de setiembre de 1930 por el golpe militar de José E. Uriburu, que se convertiría en el primer gobierno de facto que aconteciera  en  nuestro país.
Hipólito Irigoyen Presidente y la educación:


Lo llamaron el Peludo, apodo malicioso  asignado por sus opositores, debido a su cascarón  impenetrable.


En realidad  tuvo una recia  voluntad, lo cual significó el triunfo de su carácter  por encima de un  medio hostil.


 De inteligencia clara e intuición, se puede afirmar  que su característica de vida fue la honestidad.


Honestidad y austeridad que   quedaron demostradas  en su vivienda  y en sus escasas pertenecías  a la hora de dejar el cargo. 


Su éxito mayor fue lograr que los jóvenes de la clase media, en su mayoría hijos de inmigrantes, asistieran a la universidad.


Hecho hasta entonces desconocido pues solo podían asistir y formarse  los jóvenes de las clases acomodadas.


La Reforma Universitaria de 1918 fue un movimiento de proyección latinoamericana, cuando los estudiantes del continente formaron sus agrupaciones y federaciones para luchar por una  mejor educación para todos.


El movimiento estudiantil se constituyó en un actor político protagonista de su tiempo. Este clima de época, imbuido de las ideas democráticas, liberales y de libre pensamiento, que se respiraba a principios del siglo XX,  se extendió a las federaciones estudiantiles que comenzaban a formarse en todo en América Latina  y el Caribe.


En el Litoral, el proyecto movilizador de creación de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) se había iniciado con el mitin de 1912. Santa Fe debatía  y proponía, los estudiantes realizaron su aporte a la “cuestión universitaria”.


Las demandas por universidades democráticas hicieron eclosión en Córdoba, el 15 de junio de 1918.


El movimiento se extendió de inmediato a las demás universidades del país, impulsado principalmente por el movimiento estudiantil organizado en la recién creada Federación Universitaria Argentina (FUA), y a varias universidades de América Latina, produciendo reformas en los estatutos y leyes universitarias, que consagraron la autonomía universitaria, el cogobierno, la extensión universitaria, la periodicidad de las cátedras, losconcursos de oposición y el acceso para todos a los estudios universitarios.


 Cincuenta años después el  29 de noviembre de 1968 fue creada la Universidad Nacional de Rosario (UNR) a través de la Ley 17.987 que determinó la autonomía de las facultades asentadas en la ciudad que desde 1919 y hasta ese entonces dependían de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).