RODRÍGUEZ
MARTÍN (1771 – 1845)
Nació
el 11 de noviembre de 1771, casi paralelamente con Belgrano, en 1770 y ambos
en la ciudad de Buenos Aires.
Martín Rodríguez, hijo de latifundista de la época colonial
que obedecía a la tendencia de los españoles que poblaron la América,
de imponerse como señores feudales de los lugares que obtenían
como recompensa al esfuerzo de su brazo, desde temprana edad abrazaría
la carrera de las faenas rurales.
Su primera actuación pública dataría en las invasiones
inglesas de 1806 y 1807 con fama de héroe entre sus Húsares. Conocido
después por todos los interesados en los preparativos emancipadores como
uno de los precursores más entusiastas.
Mitre reconoce - que Martín Rodríguez era uno de los pocos militares
en quienes tenía confianza el pueblo surgido “como una nueva entidad”.
Él fue quien salió dos veces a los balcones del Cabildo para aquietar
a los grupos que pedían a gritos ciertas de lo que se trataba. El enojo
nacía de la demora con que se trataba por diversos medios retardar la
solución evidente, el alejamiento o no del virrey .
Si bien
trabajó la noche del 24 y la madrugada del 25 de Mayo, redactando el
petitorio por el que se establecía que el pueblo según el Cabildo
Abierto del 22 reasumía sus facultades, y la formación de una
junta compuesta por personas cuyos nombres señalaba claramente.
Como a Vieytes,
Donado y Rodríguez Peña se le excluiría de la Primera Junta
de gobierno después que ellos concurrieran a elegirla y consagrarla.
Según González Arrili: “Un escrúpulo de conciencia
cívica, acaso, los eliminó de toda probabilidad inmediata de función
pública, aunque todos ellos todos ellos quedaran emplazados para continuar
una tarea emprendida sin calcular riesgos”.
En efecto una vez constituida la nueva forma de gobierno debió partir
hacia las provincias litorales habiéndosele encomendado la observación
y apoyo militar a la expedición al Paraguay comandada por Belgrano.
En Tejar (Bolivia) sería tomado prisionero en el año 1815 por
las fuerzas españolas que lo sorprendieron como jefe de una vanguardia.
Puesto prisionero y liberado por su genealogía hispánica, otra
vez en Venta y Media ese mismo año sufriría un revés con
las tropas realistas.
Anduvo por la Quebrada de Humahuaca demostrando entereza pese a los reveses
hasta que triunfante en Puesto del Marqués, se convertiría en
amo y señor de gran parte del Alto Perú, llegando a presidir el
gobierno de Charcas.
Cinco años después de regreso a suelo argentino, en pleno período
de anarquía asumiría como gobernador de la provincia de Buenos
Aires eligiendo a Bernardino Rivadavia, ministro de Gobierno, comenzando una
extraordinaria y fecunda acción de gobierno tanto sobre Buenos Aires
como en todo el contexto nacional, pues anhelaba la unión de los pueblos
y el respeto de las autonomías provinciales.
Una de las primeras medidas del nuevo mandatario sería la destitución
de Dorrego del mando del ejército provincial, aunque la destitución
se hubo cruzado con la renuncia ”pues en el campamento – afirma
el historiador Joaquín Pérez – la noticia de la elección
de Rodríguez cayó como una bomba”.
En su visión de estadista sabía que las reformas aplicables a
la ciudad portuaria podrían servir de modelo y prestar su cuño
para constituir la Nación. Reformas que por su índole pueden ser
divididas en político – administrativas, culturales, económico
– financieras, eclesiásticas y militares.
Con Rosas en el escenario político sería acusado de tener más
corazón que cabeza, desestimando sus impulsos de su arrebatada energía
y profunda sinceridad, debió asilarse en el Uruguay.
Murió el 5 de marzo de 1845 en la sitiada ciudad de Montevideo, en plena
miseria, después de haber sido poseedor de una cuantiosa herencia paterna.
Bibliografía:
Pérez Joaquín “Historia de los primeros gobernadores de
la provincia de Buenos Aires. Buenos Aires. 1950.
Piccirilli Ricardo: “Rivadavia y su tiempo”. Editorial Peuser. Buenos
Aires 1943.
Rodríguez Martín: Calle. Topografía
Corre de N. a S. desde100Bis -1500- 1600 -2600 hasta 5699 a la altura de Córdoba2500; Av. Uriburu2500.
Se le impuso ese nombre por D.25 del año 1920.
Recuerda
al patriota que con vehemencia se plegó al movimiento de Mayo de 1810.