Inglaterra después de su frustrado intento de apoderarse de Buenos Aires en 1806 y 1807, siguió mirando con ojos ambiciosos la región austral de América, organizando el conocimiento y colonización de la costa patagónica.
El objetivo o misión del Beagle, “era completar los estudios de las costas de la Patagonia y Tierra del Fuego, estudios comenzados bajo las órdenes del capitán King entre 1826 y 1830, y en levantar los planos de las costas de Chile, Perú y algunas islas del Pacífico; y por último hacer una serie de observaciones cronométricas alrededor del mundo”.
Buque utilizado para viajar por los mares del fin del mundo, el explorador inglés Carlos Darwin, el que arribó a Buenos Aires en febrero de 1832 habiendo partido de Devenport el 27 de diciembre de 1831.
Robert Fitz Roy junto al capitán King, habían estado desembarcados casi permanentemente durante tres años y después lo haría con Carlos Darwin realizando la exploración hidrográfica del sur argentino recorriendo hasta 1836 las costas patagónicas hasta el río Colorado,.
Conoció en profundidad el modus vivendi de la población de Tierra del Fuego: onas, yámanas y alacaluf (éstos fueron los últimos).
La base efectiva de la alimentación fueguina era la carne del guanaco, más comían también carne de lobos marinos, moluscos y peces, que cocían sobre el rescoldo. Tanto los lobos marinos como las ballenas cuando varaban, constituían verdadera fuente de regocijo de todas las agrupaciones colindantes.
En cuanto a la habitación consistía en un abrigo de cueros sostenidos por palos gruesos y largos dispuestos en forma de cono e hincados profundamente en la tierra.
Aclara el historiador Milcíades Alejo Vignati: “Los hombres usaban manto de pieles de guanaco o de zorro,con el pelo afuera. Cabe recordar que preguntados por qué motivo lo usaban así, contestaron con una pregunta: ¡Cómo lo usa el animal?
Las mujeres, a más de un manto similar al de los hombres, tenían un delantal de pieles y, además, usaban una pequeña piel triangular para cubrir el pubis.
Tanto hombres como mujeres usaban abarcas. Y mientras los hombres se adornaban con pintura, mientras ellas tenían brazaletes con cueros trenzados y collares de caracolitos o de huesos de aves”.
En el primer regreso a Inglaterra, el capitán Parker King llevó como trofeo de la expedición, tres indígenas de Tierra del Fuego.
En realidad fueron cuatro los presentados por King ante la Corte como gente pintoresca y rara, argumentado haberlos tomado como rehenes en una revuelta y robo de los aborígenes del lugar.
Uno murió en suelo inglés y a otro lo apodaron Jimmy Button porque decían haberlo cambiado por un botón de nácar.
Tres varones más una sola mujer casi adolescente, Fregia Basket, “graciosa muchacha, modesta, reservada, de facciones agradables, pese a sus rasgos onas, que aprendía todo muy pronto en particular los idiomas. Tuvimos buena prueba de esa facilidad admirable por la cantidad de español y portugués que aprendió en poco tiempo en Río de Janeiro y Montevideo, y porque había llegado a aprender el inglés”, escribió Darwin, no dejando muy claro eso de rehenes y el cambio por un botón.
Se supone que el capitán Fitz Roy amó profundamente a Fregia Basket en secreto compartido entre ambos amantes.
Más, al partir el Beagle definitivamente rumbo a Inglaterra en un viaje sin regreso, “ella junto a uno de los dos indígenas fueguinos que habían conocido la civilización y lengua británica, desechó la seguridad que podía ofrecerle Fitz Roy,eligiendo seguir viviendo entre los vientos helados con sus congéneres, sus propias costumbres y creencias, despreciando ser angloevangelizados y ser convertidos otra vez en asombro de los ingleses” - más con la fama de salvajes antropófagos que les había endosado Darwin.
Fitz Roy, muy sajón se guardó su gran secreto de amor imposible y en su madurez, ya hombre de sienes plateadas en 1841 aceptó su banca en el parlamento inglés, y poco después la gobernación de Nueva Zelanda, cuyo cargo desempeñó hasta 1846.
De regreso a Inglaterra, nueve años más tarde, en 1857 obtuvo el grado de contralmirante y en 1865 el célebre marino se suicidó, después de haber sufrido un derrame cerebral .
Dejó entre otros escritos, una pulida narración de sus viajes por el sur argentino, destacando como atinado visionario que el valle del río Chubut sería un paraje excelente para fundar una colonia.
Su postulado seguramente sirvió de motivación y después escenario del asiento definitivo de la primera colonización galesa en ese espacio en el año 1865.
“El capitán Fitz Roy dejó descendencia en la Patagonia” afirmaría muchos años después el explorador británico George Musters, quien en Carmen de Patagones mostró a otro inglés, la tumba de un hijo de Fitz Roy y también de una hija muy rubia que había vivido allí con su prole.
Bibliografía:
Lepot: Darwin y Fitz Roy en el Río de la Plata. Revista de Historia: Desmemoria. Uruguay.
Vignati Alejo Milcíades: Etnografía y Arqueología en Historia de Levillier.
Tomo I . Ed. Plaza & janes. Editores argentina, 1968.
Fitz Roy. Pasaje. Topografía:
Corre de N. a S. desde 4200 hasta 4299 con salida a República de Marruecos.
Se le impuso ese nombre por D. 4670 del año 1977.
Recuerda al capitán Roberto Fitz Roy (1805 – 1865) que navegó en la fragata Beagle, con Darwin con el objeto de explorar el sur argentino.
Un cerro de la cordillera de los Andes en la provincia de Santa Cruz lleva su nombre.