RISSO ROMILDO (1882-1946)

Según Luis Ernesto Aguirre Soto en el artículo “Romildo Risso de la Revista “Historia de Rosario” expresa: “Fue un escritor formal, vale decir escribió en serio, para que su mensaje fuera interpretable pese a su densidad, por  todo hombre normal de cualquier estrato social ¡Difícil arte el suyo! Labor de real pensador, manejar materiales de tal calidad hasta llegar a elaborar un alimento espiritual no indigesto”.

 

Nacido en Montevideo, el 20 de octubre de 1882 en una familia numerosa  de clase media, desde temprana edad sintió vocación poética, pues empezó a escribir a los diecisiete años, a la vez que integraba el   Club Taurino que tenía su sede en la Plaza de toros  en el barrio Unión de su ciudad natal.


En 1899 comenzó a trabajar en el estado como supernumerario de la ContaduríaGeneral de la Nación hasta que decidió trasladarse a la Argentina y hacia 1910 donde se radicó en Rosario donde trabajó en la empresa “Yerbatera Argentina S.A.


Más no  tardaría en vincularse con intelectuales, entre ellos F. Shöle, Aníbal Marc, Nicolás Amuchástegui y R. Hernández Larguía, amigos todos de la temática gauchesca, fundando el centro de la tradición “El Mangruyo”, entidad que tuvo una vigencia de 20 años, donde se fomentó el amor a las cosas de nuestra tierra.


En 1931, a  los 59 años  de la aparición del “Martín Fierro” de José Hernández  --1872 primera parte y en  1878 la segunda--vió la luz en nuestra ciudad, “Ñandubay”, primera producción  gauchesca de  Romildo Risso.


El autor encarnó al gaucho como un ser digno, con un don ejemplificador. Más según Risso: ”gaucho podía  ser cualquier persona virtuosa, fuera  camionero, jornalero o maestro.


Usó estas expresiones para afirmar que el gaucho no es pasado, es presente.


Su obra es la extroversión de la fuerza positiva que sentía por el gaucho, su alma, su mundo y su legado.


Risso se refería particularmente al gaucho del ámbito pampeano rioplatense  - ámbito que incluía a las provincias de Santa Fe, Buenos Aires, La Pampa y sur de San Luis y Córdoba, donde surgió y se desarrolló uno de los tipos humanos más interesantes: el gaucho rioplatense. La pampa desplegaba en al gaucho el imán de su misterio de   acceso aparentemente fácil, más  todo era aleatorio tras la línea del horizonte, infinito como el mar.


A ese atractivo de “suspenso” respondió el hombre en su afán de aventura y prendió en los jóvenes de porvenir incierto, rebeldes contra la injusticia del ambiente de las ciudades o poblados.


Las vaquerías, boleadas y expediciones alejaron  al gaucho de los centros urbanos, aproximándolo al indio. Pero Risso exaltó  su grandeza, su dolor y su destino.


Risso aparte de tratar temas gauchescos era pedagogo sin ejercer incentivaba a los  maestros diciendo: ”lograremos  que el alma no se les vaya de la Patria, en la admiración de personajes extraños que los seducen y conquistan, llevándolos espiritualmente lejos de su tierra donde sobran héroes y ejemplos para todas las enseñanzas saludables y alentadoras.”


Además  consideraba  a los habitantes del país como niños  a los que debía despertársele en ellos el conocimiento histórico y  geográfico de la madre tierra,  y particularmente a los rioplatenses,  descripciones de la pampa y  del paisaje   y episodios de la vida de los gauchos.


Compuso textos que fueron conocidos por haber sido interpretados por Atahualpa Yupanqui, Santiago Chalar y Alfredo Zitarrosa.


Su obra consistente en poemas fueron múltiples: Ñandubay (1931),  Aromo (1934), Huaco  (1936), Hombres (poemas, conferencias y ensayos. Comisión tradicionalista del  Río de la Plata (1937).


Otras composiciones fueron editadas después de su muerte como  Tierra viva (1948), Humo de patria (1949), Con las riendas sueltas (1955), Raimundo (1954) entre otras.


Su fallecimiento se produjo el 29 de marzo de 1946, a los 63 años en su ciudad natal.

 

Bibliografía:

La expuesta en el texto.

 

Risso. Cortada.Topografía:

Corre de N. a S. desde 4800 hasta 4899 a la altura de Esteban de Luca 00Bis.

Se le impuso ese nombre por D.4675 del año 1977.

Recuerda al talentoso poeta uruguayo radicado en Argentina , quien fuera autor de recordados versos como “Los ejes de mi carreta” y “Canción de los horneros”.