RÍO AYUÍ
Indudablemente José Gervasio Artigas, el gran caudillo oriental conocía palmo a palmo el territorio entrerriano y sabía perfectamente cual sería el paraje más seguro y rico para establecer un campamento.
Fue así que cuando abandonó su tierra para lanzarse a la aventura que se conoce históricamente con el nombre de Éxodo Oriental o Éxodo del Pueblo Oriental a la emigración colectiva de habitantes de la Banda Oriental que lo siguieron hasta el Salto Chico del río Uruguay, —en donde hoy se halla la ciudad argentina de Concordia— después del levantamiento del Sitio de Montevideo a causa del armisticio de octubre de 1811 entre el virrey Elío y el Triunvirato de Buenos Aires.
Los protagonistas denominaron "la redota" a la marcha, palabra que era de uso vulgar en el español rioplatense de la época y que se originó por deformación del vocablo "derrota".
El término "éxodo" se difundió a partir de su utilización por el historiador Clemente L. Fregeiro en 1883, mientras que otros historiadores lo refieren como "la emigración", por ser la forma que empleó Artigas.
La caravana recorrió 522 km en 64 días estableciendo el caudillo al enorme gentío – según los historiadores, 16.000 personas - que lo seguían: soldados , ancianos, sacerdotes, mujeres y niños, primero sobre la margen oeste del río Uruguay, en el paraje conocido como Salto Chico ( a pocos minutos de la actual ciudad de Concordia).Lugar que debió abandonar por las grandes inundaciones, para elegir después la margen izquierda del arroyo Ayuí, afluente del Uruguay.
“Ayuí”, palabra indígena formada por “ayu” que significa “vengo” e “y” que significa “agua que viene”.
Lugar bien ubicado sobre el primitivo “Camino real” de las fundaciones jesuíticas- asevera Antonio Castro en Crónicas históricas. Concordia, Entre Ríos,1939, que unía Yapeyú con el Yeruá, punto final de las misiones.
Contaba con abundante agua y en consecuencia vegetación exuberante que los protegía de los rigores de las estaciones, y buenas tierras promisorias de cultivo – dado que no contaban con otro alimento que no fuera el fruto provisto por ese suelo generoso.
Allí permanecieron cerca de catorce meses, alojándose debajo de las carretas o sobre la mullida maleza.
Sólo dos ranchos hizo levantar Artigas: una que servía de hospital y otra que oficiaba de capillita. Así vivió el pueblo oriental que abandonó su tierra en un gesto de rebelión y libertad.
1865…cincuenta y cuatro años después, Mitre como comandante de las fuerzas aliadas en la guerra del Paraguay resolvió instalar un campamento de instrucción y concentración de las tropas en el mismo lugar que eligiera Artigas en 1811, es decir sobre el arroyo Ayuí.– lugar estratégicamente situado en forma equidistante de Buenos Aires, el Uruguay, Corrientes y sobre el histórico camino itinerante al Paraguay - próximo donde hoy se erige la ciudad de Concordia.-
Se instalaron en el Ayuí en primer término la Guardia Nacional de Buenos Aires integradas por las tropas bisoñas inacostumbradas al nuevo ambiente, ya que sólo conocían la molicie de la Gran Aldea.
Circunstancia que poco a poco fue tomando otro cariz. En efecto esos reclutas fueron prontamente soldados por la feroz disciplina y la dura vida al aire libre, sumadas a las enardecidas expectativas de la lucha y a la gloria que los esperaba.
Después arribaron al Ayuí, fuerzas orientales a las órdenes del general Flores, brasileñas con el general Osorio y por último fuerzas de las provincias de San Luis, Córdoba, San Juan y Mendoza, conducidas por Emilio Mitre.
El general Bartolomé Mitre diariamente se desplazaba desde Concordia al Ayuí en su coche de campaña o a caballo para revistar las tropas y animar con su presencia a esa juventud que lo seguían como el hombre que encarnaba la Patria.
El 23 de julio de 1865 fue un verdadero día de júbilo para los soldados con el arribo arribó del general Urquiza, quien había logrado vencer a Rosas en Caseros, con el objetivo de entrevistarse con el comandante general Bartolomé Mitre, un verdadero milagrero del Ayuí