Nació en San Juan, por entonces Provincias Unidas del Río de la Plata, el 24 de junio de 1821.
Hijo de un médico estadounidense, Rawson realizó sus estudios primarios en su ciudad natal. Se trasladó a Buenos Aires para realizar sus estudios secundarios y posteriormente se doctoró en medicina.
Tras finalizar sus estudios, Rawson ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Tuvo como profesores a Claudio Mamerto Cuenca, a Teodoro Álvarez, a Martín García y a Juan José Fontana, entre otros, y compartió su aprendizaje con José María Bosch y nuevamente con Sáenz Peña.
Recibió los elogios de sus compañeros y profesores, quienes decían que sus buenos y sólidos conocimientos en varios ramos de instrucción literaria, su aplicación y rápidos progresos de la muy difícil ciencia del hombre, anuncian días de satisfacción y de triunfo para la universidad.
Estos días han llegado: sus exámenes y muy particularmente, el general y práctico, con que se ha despedido de las aulas, han sido brillantísimos.
Las aptitudes demostradas por Rawson impulsaron a sus profesores, quienes mediante una carta le pidieron al rector de la universidad, Paulino Gari, que se le entregara a Rawson el grado de Doctor en Medicina sin rendir la tesis, amparándose en el artículo trece del Superior Decreto del 21 de junio de 1827, que permitía que la universidad le otorgase este grado a todo aquel que fuese ilustre y eminente en alguna facultad.
El rector no aceptó, ya que consideraba que lo que se le pedía se encontraba fuera de sus atribuciones; sin embargo, le encomendó al profesor Cuenca que tras la lectura de la disertación de Rawson, le dirigiese la palabra en nombre de la facultad y le entregase el título de médico.
Hay un libro en blanco, doctor Rawson, que hace muchos años que esperaba la pluma inspirada de un hijo del Plata que escriba en él la primera página: este libro, destinado a jugar un día un rol importante en los destinos de la República, cuando los hombres de vuestra capacidad se hayan ocupado de él, es el libro todavía en blanco de nuestra ciencia médica. Todavía en blanco, doctor Rawson, pero no estará más así, desde que hagáis la resolución de llenarlo; y a fe que vos lo podéis hacer. He ahí una empresa gigantesca, colosal, digna de vos y para que parecéis destinados.
Claudio Mamerto Cuenca.
De esta forma, Rawson se recibió en 1844, con su tesis acerca de La transmisión de las facultades fisiológicas y patológicas en el hombre por vía de la herencia, la cual fue publicada en 1845 por un admirador de su mérito; el tema elegido, las leyes de la herencia, era una de las incógnitas más importantes de la época, por lo que no era elegido por el resto del alumnado.
Además de los elogios de sus profesores y compañeros, Rawson fue elogiado por Domingo Faustino Sarmiento, quien posteriormente sería presidente de la Nación y su principal adversario político; dijo que gozaba de una reputación superior a sus años por sus talentos precoces y las recomendaciones de sus profesores, a cuyas envidiables dotes se unía un acendrado patriotismo y una energía y nobleza de carácter que atemperaban la moderación de carácter y la unción de sus palabras.
Legislador en San Juan
Al regresar a su provincia, Rawson comenzó a ejercer como médico y luego se involucró en la política.
En 1844, tras concluir sus estudios universitarios, Rawson regresó a su provincia natal, donde comenzó a ejercer su profesión; allí, se desempeñó como el médico de las principales familias, incluso la del gobernador Benavidez, quien le dio un trato especial.
Rawson se había propuesto, junto a Juan Francisco Seguí, provocar un levantamiento en contra de Rosas; sin embargo, no coincidían en quien debía hacerlo: mientras Seguí creía que el indicado era Justo José de Urquiza, gobernador de Entre Ríos, Rawson sostenía que sería más simple convencer a Benavidez. En consecuencia, se separaron prometiéndose trabajar con perseverante empeño para minar la tiranía.
En dichas circunstancias, la poca importancia que se lo otorgaba a la Legislatura en la época permitió que Rawson accediera a la cámara en 1844, ya que fue incluido en la lista el mismo día de la elección por un grupo de amigos; posteriormente, fue reelecto en el cargo, esta vez junto a su amigo Tadeo Rojo.
Juntos, se comprometieron a mover los ánimos y despertar al pueblo, convirtiendo a la Legislatura en una constante fragua de opinión y cambiando incluso la actitud de los pobladores.
Estaban convencidos de que ningún despotismo podía enfrentarse a pobladores educados, Rawson y Rojo impulsaron la sanción de una ley de educación primaria para la instrucción de los ciudadanos, la cual fue vista con agrado por Benavidez; también promovieron una ley que amparaba la creación de municipalidades rurales, consideradas como la escuela primaria de la libertad, la cual no recibió el apoyo del gobernador, quien los acusó de salvajes unitarios que querían despojarle de su autoridad.
A pesar de su disconformidad, Benavidez continuó dejándolos hacer, aunque comenzaron a ser vistos como “enemigos”.
Antes de enviar el proyecto a la Legislatura, Benavidez se reunió en su hogar con ciertos ciudadanos para aconsejarse; entre ellos estaba Rawson, quien le solicitó que rechazase el pedido de Rosas. Sin embargo, a pesar del entusiasmo de Rawson, Benavidez no creía contar con el poder suficiente para enfrentarse al Restaurador y consideraba que el único capaz de realizar dicha acción era Urquiza; por su parte, Rawson mantenía correspondencia con Sarmiento, a quien llegó a decirle que el éxito es seguro, infalible.
Con este marco, Benavidez envió el proyecto a la Legislatura, que se reunió inmediatamente para tratar el asunto.
Rawson anunció que hablaría en la Legislatura, oponiéndose a las pretensiones rosistas, lo que hizo que muchas personas presenciaran aquella sesión. Todos los diputados avalaron el proyecto, excepto Rawson, quien se opuso fervientemente y pronunció una de sus más magistrales arengas, en la que pedía que se rechazase la petición de Rosas.
A pesar de que dicha arenga fue escuchada con recogimiento y asombro y conmovió los espíritus no solamente de los amigos y ciudadanos, sino de los mismos federales, de los militares y de los asociados en la mazorca, el proyecto fue sancionado y uno de sus artículos obligaba a que fuese firmado por todos los legisladores.
Obligado a firmar, Rawson lo hizo sosteniendo que por el hecho de haber manifestado públicamente su pensamiento, salvaba su responsabilidad ante sus conciudadanos y ante la historia; sin embargo, haber firmado el documento fue utilizado varias veces en su contra.
Al conocerse la noticia del levantamiento de Urquiza, Rawson reunió en su hogar a un grupo de amigos con el objetivo de firmar una petición, en la cual solicitaron a Benavidez que adhiriera al pronunciamiento del caudillo entrerriano; sin embargo, un grupo partidario de Rosas rodeó la casa y los obligó a dispersarse.
El 3 de febrero de 1852, Rosas fue derrotado por Urquiza en la batalla de Caseros; el 28 de ese mismo mes, un escribano de gobierno anunció el hecho en San Juan. En esa ocasión, Rawson, quien provenía de su finca regaló unos puñados de pesos bolivianos y pronunció un discurso en la actual Plaza 25 de Mayo.
Fue un médico, higienista y político argentino, que se desempeñó como Ministro del Interior durante la presidencia de Bartolomé Mitre, entre 1862 y 1868. Además, impulsó la creación de la Cruz Roja Argentina, junto a Toribio Ayerza, en junio de 1880.
Etapa como ministro del Interior
El gabinete del presidente Mitre, según un grabado de H. Meyer: J. A. Gelly y Obes, Guerra y Marina; L. González, Hacienda; G. Rawson, Interior; R. de Elizalde, Relaciones Exteriores; y E. Costa, Justicia.
El 5 de octubre de 1862, Bartolomé Mitre fue elegido como presidente de la Nación unánimemente, mientras Marcos Paz superaba a Antonino Taboada para el cargo de vicepresidente.
El 12 de octubre asumieron los ministros de gobierno: Rawson (Interior), R. de Elizalde (Relaciones Exteriores), D. Vélez Sarsfield (Hacienda), E. Costa (Justicia) y J. A. Gelly y Obes (Guerra y Marina). Todos los ministros se adherían a las políticas del presidente, excepto Vélez Sarsfield, quien se vio obligado a renunciar al poco tiempo; fue reemplazado por Lucas González, en septiembre de 1863.
Durante su presidencia, Mitre, apoyado por Rawson, comenzó a hacer uso de las intervenciones federales a las provincias, cuyo objetivo era que el gobierno nacional asegurase la paz en los entes provinciales.
Sin embargo, este recurso fue utilizado como un instrumento político frecuente, tal como lo expresaría el propio Rawson en 1875, cuando dijo que si los que la piden son nuestros amigos, debe intervenirse, pero si son enemigos de la administración nacional, la intervención no debe concederse.
Obras de gobierno
Tanto Mitre como Rawson sostenían que se necesitaba ampliar la frontera contra el indio, aunque diferían en cómo lograrlo. Mitre creía que esta estaba delimitaba por la ocupación efectiva y en propiedad de la tierra; además, explicaba que los indios habían recuperado las tierras de los enfiteutas porque estas no habían sido ocupadas.
Rawson, por su parte, creía que la frontera de hierro, constituida por el ferrocarril, coincidía con la colonización del desierto; es por esto que desde su cartera impulsó la construcción de líneas férreas, como también de líneas telegráficas y del servicio postal. Además, Mitre y Rawson vieron con buenos ojos la llegada de inmigrantes, que se producía en forma espontánea y superaba sus expectativas; estos se asentaron principalmente en la provincia de Buenos Aires, aunque otros los hicieron en Entre Ríos y en Santa Fe.
Una excepción fue el asentamiento de una colonia de galeses en el valle inferior del río Chubut, la cual fue planificada, y recibió el apoyo de Rawson.
El Congreso Nacional requería un nuevo lugar físico donde sesionar. Es por esto que, el 12 de marzo de 1963, Rawson aprobó y firmó los planos y el presupuesto para la construcción del edificio, que estuvo a cargo del arquitecto cordobés Jonás Larguía.
El Palacio Legislativo se ubicaría en la esquina de las calles Balcarce y Victoria (actualmente Hipólito Yrigoyen), donde antiguamente se encontraba el antiguo fuerte de la ciudad. La inauguración se llevó a cabo el 12 de mayo de 1864, con la presencia del Presidente Mitre.
Ese mismo año, Rawson pidió la sanción de una ley que regulara las intervenciones federales a las provincias; en esa ocasión, el sanjuanino dijo que con motivo de las relaciones políticas con las provincias, necesito encarecer nuevamente al Honorable Congreso la urgencia de una ley que, de acuerdo con la Constitución, determine los casos y establezca la manera de que el Gobierno federal debe intervenir en el territorio de las provincias.
Intervención federal en Córdoba
Hacia 1865, Rawson actuó como interventor federal en la provincia de Córdoba, la cual había sido solicitada por el gobernador Roque Ferreyra. Tras la asunción de Ferreyra en 1863, la situación política se volvió tensa, ya que comenzaron a aparecer varios opositores, en su mayoría autonomistas, entre los que se destacaba Justiniano Posse, quien había sido gobernador entre 1862 y 1863.
Posse planeó una revolución para el 2 de junio de 1865, con el objetivo de derrocar a Ferreyra; sin embargo, el gobernador fue avisado y preparó las milicias, que sofocaron la revolución en forma violenta.
Posse se refugió en la casa de Saturnino Laspiur, quien se desempeñaba como juez federal. Sin embargo, el ministro de gobierno de Ferreyra ordenó el allanamiento de la vivienda y Posse fue capturado por un grupo de soldados, que se dispondrían a llevarlo a prisión; a pesar de esto, otro grupo de soldados atacó al exgobernador, causándole la muerte. Ferreyra fue duramente criticado, por lo que solicitó la intervención de la provincia.
El gobierno nacional le encomendó la intervención a Rawson, quien decidió mantener al gobernador en su puesto; posteriormente la declaró en suspenso y luego el tema pasó al olvido con el estallido de la Guerra de la Triple Alianza.
Asentamiento de la primera colonia galesa en la Patagonia
En Rawson se erige un monumento a Guillermo Rawson, el cual fue inaugurado el 12 de octubre de 1936 en la plaza principal de la ciudad.
La Comisión de Emigración de Liverpool había designado a Lewis Jones y al capitán Love Jones Parry para negociar con el gobierno argentino la instalación de una colonia galesa en la Patagonia. El barco partió en el mes de noviembre de 1862, pero sin Parry, quien fue reemplazado por Thomas Duguid, un comerciante oriundo de Liverpool.
Parry pudo embarcarse en diciembre de ese mismo año. Jones y Duguid presentaron un proyecto ante el Ministro Rawson, con el que buscaban crear una ciudad autogobernada por los propios galeses; aunque este rechazó el proyecto, esgrimiendo que la Argentina no podía ceder su soberanía sobre la Patagonia.
Tras tres semanas de negociaciones, los galeses cedieron en sus pretensiones iniciales y ambas partes llegaron a un acuerdo; este establecía la creación de la colonia, que no sería independiente
Parry llegó al país en enero de 1863. El 18 de ese mismo mes se embarcó, junto a Jones, hacia Carmen de Patagones, donde los esperaba Julián Murga, quien les proveería de caballos, provisiones y de guías, acatando las órdenes de Rawson. Continuaron su viaje en una goleta e inspeccionaron el Valle Inferior del Río Chubut, dando el visto bueno para el asentamiento de la colonia.
Tras regresar a Buenos Aires, firmaron el acuerdo con el gobierno argentino el 25 de marzo de 1863. Sin embargo, la situación se debatió arduamente en el Senado y tuvo una firme oposición.
Uno de los opositores fue Félix Frías, quien temía que los colonos no respetasen la religión oficial y destacaba la peligrosa cercanía con las Islas Malvinas, bajo dominio británico, sosteniendo que la Patagonia podía perderse a manos de los extranjeros. La resistencia fue tal que el proyecto fue rechazado; sin embargo, Rawson logró que la colonia se instalase, amparándose en una ley que permitía que el presidente le entregase tierras a todo aquel que deseara trabajarlas.
Sin embargo, la situación económica de la colonia fue difícil durante los primeros años, ya que los inmigrantes desconocían cómo cultivar la tierra y cómo criar el ganado, ya que en su mayoría eran mineros; la situación mejoró a partir de 1867, cuando comenzaron a implementar un sistema de riego con zanjas y con la ayuda económica conseguida por Rawson.
Política e higiene
Rawson es considerado el primer higienista de su país.
Tras renunciar a la cartera del Interior, Rawson representó a Buenos Aires en la Convención Constituyente de 1870; luego ejerció los cargos de diputado y senador nacional por su provincia natal, San Juan, a partir de 1870 y de 1874, respectivamente.
Tras las epidemias de fiebre amarilla que se sucedieron en Buenos Aires entre 1870 y 1871, Rawson se dedicó al estudio de las epidemias, de las enfermedades y de la higiene; de las epidemias de fiebre amarilla, escribió lo siguiente:
“Yo he presenciado, por razón de mi profesión, lo que ha sucedido en la epidemia pasada... Yo recuerdo... la soledad que se hacía en torno de los enfermos. Yo he visto abandonado el hijo por el padre, he visto a la esposa abandonar al esposo; he visto al hermano moribundo abandonado por el hermano”.
En 1875, Sarmiento comparó las discusiones políticas que tenía con Rawson con las que sostenía con el político santafesino Nicasio Oroño, ex gobernador de su provincia, diciendo que cuando me operaba el médico, sentía el escalpelo manejado por mano culta y profesional. Esta vez era el “alfajor” del desollador de saladero, que sentía correr por mis costillas.
Ese mismo año, Rawson y Sarmiento se enfrentaron por la Ley de Amnistía General, que buscaba perdonar a los mitristas que tomaron parte en la Revolución de 1874. El proyecto de ley, presentado por el diputado Rafael Igarzábal, fue aprobado por la Cámara de Diputados.
Pasó al Senado, donde se le introdujo una pequeña modificación, por lo que regresó a Diputados; se insistió con el proyecto original, que finalmente fue aprobado por la Cámara de Senadores. Sin embargo, se destacó el debate entre Rawson y Sarmiento, en el que afloraron viejas rencillas entre ambos.
NOTA CURIOSA PARA LOS ARGENTINOS
¿Qué es la Cruz Roja en el mundo?
La Cruz Roja es una institución creada con fines filantrópicos. Posees filiales en todo el mundo. Su fundador, un alma muy sensible al dolor humano, fue Henri Dunant, nacido en Ginebra, el 8 de mayo en 1828 y fallecido el 30 de octubre de 1910.
En el caso de nuestro país, la fundación recayó en el sanjuanino Guillermo Rawson, el 10 de junio de 1880. Rawson figuró como el miembro Nº1. Tiempo después, el gobierno reconoció oficialmente la institución, por lo que fijó esa fecha para conmemorar el Día de la Cruz Roja en la Argentina. Sus funciones comenzaron en la sede sobre la calle Reconquista Nº 93, en Capital Federal, Buenos Aires.
Guillermo Rawson fue un hijo ilustre y destacado de la provincia de San Juan, comprovinciano nuestro, nació el 25 de junio de 1821 y falleció en 1890. Su familia estuvo constituida por generaciones de personas destacadas en diferentes ámbitos de la sociedad. Hombres que le trasmitieron el valor, el talento y la moral.
Sus padres fueron Aman Rawson, estadounidense (1794 - 1847) y su madre, la sanjuanina doña Justina Rojo (fallecida en 1822). Tuvieron tres hijos: Benjamín Franklin, Guillermo y Justino. Su padre ejercía la medicina y se estableció en San Juan.
En la provincia, Rawson fue querido, respetado y admirado por su caballerosidad y culto. Fue maestro, profesor, catedrático, estadística, legislador y senador, orador, escritor, científico, economista. Sus principios constitucionales siempre los sostuvo con convicción. También se desempeñó como senador, diputado y ministro del Interior.
Se le conoce como el “Padre de la Higiene Argentina”, fue precursor de convenciones, oficinas y tratados sanitarios, solicitó acuerdos entre América y Europa, con la intención de destacar y efectuar trabajos sanitarios. Falleció un 2 de febrero de 1890, en Paris, Francia.
Bibliografía:
Passamonte María Inés. Pobreza y acción social en la Historia Argentina Cap. 5, Pág. 117 a 135. Humanitas 1987.
Alayon Norberto: Hacia la historia del trabajo social en la Argentina. Buenos Aires 1992. Pág. 26.
Rawson. Calle. Topografía:
Corre de N. a S. entre las calles Monteagudo y Falucho, desde Junín al pasaje Puccini. Barrio Las Malvinas.
Se le impuso ese nombre por O. 3 del año 1905.
Recuerda a Guillermo Rawson (1821- 1890) médico higienista por excelencia. Firmante con Wheelrigt del contrato para la construcción del Ferrocarril Central Argentino.