NEWBERY JORGE (1875 - 1914)

Jorge Newbery ocupa el primer lugar entre los héroes populares argentinos del siglo XX. Así fue reconocido por su brillante participación en importantes eventos que contaron con la simpatía y el entusiasmo de la mayoría de  sus compatriotas, particularmente en lo relacionado con el vuelo aerostático y mecanizado, punto de partida hacia la consolidación de nuestra Aeronáutica, de la cual fue precursor.

La vida pública de Jorge Newbery se desarrolló entre la última década del siglo XIX y la primera década y media del siglo XX, en un momento muy especial de la Argentina, caracterizado por una enorme inmigración mayoritariamente europea que multiplicó por cinco la importancia demográfica del país en el mundo,​ y la expansión de un modelo agro-exportador que llevó el PBI per cápita de 334 dólares en 1875 a 1151 dólares en 1913.​

El punto culminante de esta etapa histórica fue el Año del Centenario de la Revolución de Mayo, en 1910.

Como era habitual en esa época, en el país se había consolidado una oligarquía ilustrada, controlada completamente por el Partido Autonomista Nacional (PAN) dirigido por el General Julio A. Roca. Asimismo, una nueva clase media había emergido con la Revolución de 1890 y fundado la Unión Cívica Radical, que había adoptado una estrategia insurreccional. La clase obrera mostraba una organización creciente en sindicatos y dos centrales nacionales, con el predominio de las ideologías anarquista, sindicalista revolucionaria y socialista, que comenzaría a ser duramente perseguida a partir de 1902.3​

En 1912 se sancionó la Ley Sáenz Peña que estableció el voto secreto y universal para varones, que abriría el camino al triunfo en 1916 del Dr. Hipólito Yrigoyen, de la Unión Cívica Radical.

En 1914, el mismo año en que moría Newbery, empezó la Primera Guerra Mundial que marcaría el principio del fin del modelo agro-exportador argentino.

Los años de Newbery son años de una fe inconmovible en las posibilidades de Argentina cuando Rubén Darío escribía en su famoso Canto...: «¡Argentina tu día ha llegado!.

​ Son los años en que aparecía el tango, cuando Nizhinski bailó en el Teatro Colón, cuando Buenos Aires inauguraba «el subte», cuando Guillermo Marconi llegaba ese país para realizar la primera comunicación radiotelefónica con Irlanda y Canadá, cuando los estancieros argentinos º tiraban manteca al techo» en París,​ y que comenzaban a aparecer los ídolos populares provenientes del deporte y del arte. Buenos Aires había dejado de ser la «Gran Aldea»7​ para convertirse en la París de Sudamérica.​ Pocos personajes expresaron como Jorge Newbery ese momento de Argentina.

Nacido en Buenos Aires en el seno de una familia acomodada económicamente, heredó la intrepidez de su padre que muy precoz había intervenido en la Guerra de Secesión  norteamericana obteniendo una medalla al valor por su actuación en la batalla de Gettyburg.

Recibido de bachiller a los 16 años quiso estudiar algo nuevo y misterioso para la época: electricidad y se inscribió en la Universidad de Cornell, pasando dos años más tarde al Instituto Drexel de Filadelfia, para asistir a las clases del famoso inventor Thomas Alva Edison.

A los 21, desembarcó en su tierra natal con el flamante título de ingeniero electricista y ese mismo año  fue nombrado jefe en la Compañía Luz y Tracción del Río de la Plata, puesto que dejó para servir como civil en la Armada.


En el Departamento Industrial del Otto Krause, también tuvo ocasión de dictar cátedra sobre nuevas disciplinas.

"Tenía dos obsesiones: "hacer de todo y hacerlo bien". Fue la de Newbery una existencia prolífera, imbuida de inquietudes positivas, así de un viaje a Estados unidos trajo el boxeo de tipo caballeresco, comenzándolo a difundir sosteniendo prácticas y exhibiciones.

Vencedor de los torneos boxísticos organizados por el German Gymnasium, el Jockey Club y el Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires; primer premio en el torneo sudamericano de florete (1901), vencedor del encuentro con Berger ( campeón francés de espada) (1907); dueño del récord de velocidad en cuatro remos largos; vencedor del encuentro con el campeón Milo Zavattaro en lucha grecorromana (1903); puntero en varias regatas de vela del Tigre Saling Club ( con el cúter Snaper, 1906).

Se lanzó en duelo que por supuesto ganó Newbery al comando de un Brassier de 120 HP, estableciendo una marca promedio en caminos de tierra de 133 Kilómetros por hora.

El debut como globista tuvo lugar en la Navidad porteña de 1907. Mil doscientos metros cúbicos de gas de alumbrado llenaron el alma del Pampero, globo de seda que Aarón de  Anchorena había traído de Francia.

1908 fue un año aciago para nuestro intrépido deportista.  Según se dijo tenía la idea de echar anclas al casarse con la tucumana Sarah  Escalante de 19 años. Aunque esa pasión fue de corta duración  porque otros sueños lo dominaban: "los viajes riesgosos".

En 1909, El Patriota, un aerostato adquirido en París por un amigo  le devolvió el entusiasmo pues habiendo salido de Belgrano la noche del 27 de diciembre descendió en Brasil en la localidad de Bagué, trece horas después  acompañado con el joven político Alfredo Palacios y el actor Florencio Parravicini. El globo Huracán  sería mucho más tarde un símbolo.

Más su arrojo no tenía límites cuando aprovechando  su licencia de piloto y su flamante adquisición un Morane- Saulnier, el 10 febrero de 1914 alcanzaría los 5500 metros de altura.

Un mes  después, serían las seis y media de la tarde en Mendoza cuando  incitado por un grupo de jóvenes  para que hiciera una demostración acrobática despegó  en el aparato de Fels que presentaba una avería.

A los seiscientos metros el aparato se desplomó, detrás de los álamos, perdiendo la vida "un guapo del novecientos" como lo llama Oscar Taffetani.

Así se cerraba, en 1914 una de las existencias más extraordinarias del deporte y por sobre todo de la vida misma.

 

 

Bibliografía:
Taffetani Oscar: " "Un guapo del novecientos. Jorge Newbery. Coraje y leyenda". Artículo del a Revista Nueva. 1994.
"Jorge Newbery, la estética de la aventura". Revista Continente en su edición del 24 de marzo de 1954.

Newbery. Avenida. Topografía:
Corre de E. a O. a continuación de la Avenida Sorrento desde la Av. de Circunvalación 25 de Mayo hasta el Aeropuerto Internacional Rosario.
Construida en 1978 como obra de apoyo al Campeonato Mundial de Fútbol 1978, cruza el arroyo Ludueña por un puente de 54m. de largo.
Recuerda  a Jorge Alejandro Newbery (Buenos Aires, 27 de mayo de 1875-Mendoza, 1 de marzo de 1914) aviador, deportista, funcionario, ingeniero y hombre de ciencia argentino, que destacó notablemente en todas esas actividades.
Es recordado especialmente por ser el artífice y fundador de la Aeronáutica Militar Argentina