NANSEN FRIDTJOF (1861 – 1930)

Sobre las aguas heladas del mar de Barents, en el puerto de Bardo, un buque estaba preparado y cargado hasta el tope con vituallas, trebejos más instrumentos científicos.

Era una nave exageradamente ventruda, casi redonda; había sido construida así para poder resistir la presión de los hielos que al cerrarse en torno a su quilla la levantarían en vez de aplastarla.-  Lo mismo que hoy ocurre con los rompehielos .-

El buque ostentaba el nombre de Fram, que significa “adelante” en lengua noruega. Era el nombre que armonizaba con el coraje de la tripulación  compuesta por trece noruegos, comandados por Fridtjof Nansen.

Algunos pescadores miraban con cierto escepticismo la empresa y a los “locos” que se prestaban a zarpar con el Fram.

El objetivo de la expedición era costear, rumo al Este, las tierras continentales hasta que los hielos aprisionaran a la nave en su  fría tenaza.    Nansen estaba convencido de la existencia  de una corriente que cruzaba el mar polar desde el estrecho de Bering hasta el mar de Groenlandia y el Atlántico.

El Fram se hizo a la mar el día 24 de junio de 1893 con rumbo noroeste. En el muelle, las familias de los osados exploradores saludaban emocionadas a los seres queridos. Estaba también la joven esposa de Nansen, la artista Eva Sars, quien, refrenando sus lágrimas animaba todavía a las demás... Volverán, volverán, decía.

Transcurrieron tres años interminables sin saberse nada de ellos hasta que de pronto el 13 de agosto de 1896, llegó la gran noticia: Nansen había regresado. Pero, un sólo hombre de la expedición lo acompañaba, pues los demás habían perecido en el intento.

Relató que a los tres meses de su partida, el Fram había sido atrapado por los hielos en la zona de Nueva Siberia.

Según las previsiones de Nansen, la nave sería arrastrada  hacia el noroeste por el abatimiento del rumbo. Pero, en los hechos, se trató de un avance muy lento que, a veces, se cambiaba en retroceso.
 
Dos años duró la vida monótona de esos aventureros aprisionados en la llanura helada. En algunos momentos, la presión de los hielos  se tornó amenazante, pues la enorme masa helada había alcanzado un espesor de doce metros llegando hasta el puente del barco. Éste, gracias a la conformación de su casco, pudo evitar ser aplastado por el hielo.

En el desierto del mar Glaciar  Ártico la barcaza se había transformado en un laboratorio científico donde  se medían las corrientes marinas, los vientos y la temperatura.

Verdadero asombro causó el descubrimiento de las profundidades oceánicas (de 3 a 4 mil metros). Esto hacía pensar en la gran extensión submarina y en la ausencia de tierras en el polo norte.

En el otoño de 1894 Nansen comprobó que el abatimiento del rumbo que llevaba el “Fram” hacia el norte  era una proporción inferior  a la prevista. El polo quedaba muy lejos y en vista de ello optó por alcanzarlo a pie, ayudado por los perros que arrastraban los trineos.

“El polo – escribió en su diario- es la meta  que desde largo tiempo atrae a los hombres; sino hacemos ahora una tentativa aprovechando el hecho de estar muy al norte, quién sabe cuánto tiempo transcurrirá antes de que  pueda hacerlo otra expedición”.

 Nansen  durante su juventud fue campeón de esquí y patinaje sobre hielo, y, más tarde, lideró la primera travesía por el interior de Groenlandia, en 1888, y logró adquirir fama internacional tras alcanzar el récord de latitud norte de la época —86°13'— durante su expedición al Polo Norte entre 1893 y 1896.

Aunque se retiró de las exploraciones después de su regreso a Noruega, sus técnicas e innovaciones en la locomoción, equipo y vestuario especiales para la región polar influyeron en toda una serie de exploraciones en el Ártico y la Antártida.

Nansen  había estudiado  zoología en la Universidad de Christiania y luego trabajado como conservador en el Museo de Bergen, donde su trabajo sobre el sistema nervioso de los animales marinos le valió un doctorado.

Ayudó a establecer las teorías modernas sobre la neurología. Después de 1896, su principal objeto de estudio pasó a ser la oceanografía y, en el marco de sus investigaciones hizo muchas expediciones científicas, principalmente en el océano Atlántico Norte y contribuyó al desarrollo de los equipos oceanográficos modernos.

Conocido como uno de los ciudadanos más prominentes de su país, Nansen se pronunció en 1905  a favor del fin de la unión entre Noruega y Suecia y contribuyó a convencer al príncipe Carlos de Dinamarca —más tarde Haakon VII de Noruega—, de aceptar el trono del nuevo estado independiente. Entre 1906 y 1908 se desempeñó como representante de Noruega frente a Londres, donde ayudó a negociar el tratado que garantizaba la integridad de la independencia de Noruega.

En su última década de vida, Nansen se dedicó principalmente a trabajar para la Sociedad de Naciones, después de su nombramiento en 1921 como Alto Comisionado, donde trabajó en el intercambio de prisioneros de guerra y ayuda a los refugiados rusos. En 1922 fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz por su trabajo en favor de las víctimas de la Primera Guerra Mundial.

Entre las iniciativas que introdujo estaban el llamado pasaporte Nansen, un certificado que fue reconocido por cincuenta y dos gobiernos.

Trabajó en favor de los refugiados hasta su repentina muerte en 1930 y, poco después la Sociedad estableció la Oficina Internacional Nansen para los Refugiados, para así garantizar la continuidad de su labor en pro de estos. Esta oficina recibió el Premio Nobel de la Paz en 1938.

La muerte le sorprendió cuando otra vez, cuando  ya septuagenario otra vez regresaría  a  explorar los grandes desiertos helados.

Noruega perdía una de sus glorias nacionales y el mundo un filántropo de verdad, Filantropía que demostró como alto comisionado para repartir prisioneros de guerra en Rusia y Siberia más  director de la obra de socorro a los refugiados rusos en los Balcanes y auxilio a los hambrientos del Volga.

 

 

 

Bibliografía:

Enciclopedia Estudiantil. Publicación semanal  ilustrada. Editorial Codex. Buenos Aires. Año 1960.

Nansen. Pasaje. Topografía:

Corre de E. a O. desde 100 hasta 609 a la altura de Rondeau 400.

Carece de denominación oficial.

Recuerda a Fridtjof Nansen (1861 –1930) que arribó por primera vez en 1893 con una expedición al Mar Glaciar Ártico y a quien en 1922 se le otorgó el Premio Nobel de la Paz.