MUSTO MANUEL (1893-1940)

Nos dice Rubén Echagüe en “Entre el vigor y la naturaleza”: “Hosco, solitario, pero también refinado cultor de la buena cocina, y tan orgulloso de su destreza técnica que no eludía las acrobacias circenses, como cuando pregonaba que podía terminar un cuadro en una hora o pintar utilizando ambas manos a la vez, Manuel Musto pretendía disimular tras esa fachada de áspera rusticidad una sensibilidad tan fina y depurada , que no faltó el ojo inexperto que en sus cuadros de flores -dalias, gladiolos, calas, retamas, rosas, junquillos- creyera ver la impronta de una mano femenina”.


Musto nació con su gemelo Andrés, quien habría de morir antes de cumplir los 18 años, el 16 de setiembre de 1893.


Cursó la escuela elemental sin demostrar el genio creador que sería y hasta creyó que podía encauzar su vocación hacia estudios comerciales.


Venciendo la resistencia familiar frecuentó la Academia “Fomento de Bellas Artes” de Ferruccio Pagni, cuyo taller estaba establecido en calle Entre Ríos entre San Luis y San Juan, a la cual también concurría su entrañable amigo Augusto Schiavoni.


En 1914 emprendió un viaje a Europa, junto a su amigo pintor. Allí recibió influencia del “macchiaiolismo”, estilo manchista que si bien sus creadores Giovanni Costa y Giovanni Fattori habían fallecido, persistía la influencia del más original movimiento de la pintura ochocentista.


Se trataba de un realismo buscado en la naturaleza, capaz de reproducir impresiones de la misma por medio de tonos colorísticos.

La mancha síntesis de dibujo y color que adoptó Musto para sus pinturas construía la imagen en un concepto diferente al del impresionismo francés el cual buscaba el color luz.


Es decir que la forma se definía con el color, cuyo tono daba el sentido de la distancia y del espacio.


Ambos artistas durante su residencia en Europa en 1914 y después en 1931, llevaron una vida fastuosa como verdaderos estudiantes burgueses, a tal punto que a Emilio Pettoruti lo dejaría estupefacto el hecho de que los rosarinos alquilaran en las vecindades del Duomo “una pieza a todo lujo”.


En 1914 expuso sus trabajos en Milán y en Florencia un año después, consiguiendo notable reconocimiento.


Más la muerte de su padre lo obligó a regresar a Rosario, a dos años de su partida. Primeramente se estableció en la quinta Landó y después en el barrio Alberdi junto a Pagni, su antiguo maestro.


En 1931 regresó a Europa estableciéndose en San Geminiano, Chiavari y Varese., regresando dos años después a su tierra natal.


El grueso de sus trabajos, por expresa voluntad de su autor están en el “Museo de Bellas Artes Juan Castagnino de Rosario”, mientras otras 15 se hallan repartidas en distintos museos argentinos.


Agrega Rubén Echagüe: “Su temprano final, antes de los 47 años, y atormentado por una enfermedad implacable, fue un triste epílogo- y hasta injusto para alguien que amó la vida casi ferozmente , como lo demuestra ese gozo de restregar sobre la tela la rica suntuosidad de la materia, con gesto tan violento como infaliblemente certero.”


El pintor Musto donó su casa y su taller en Sánchez de Bustamante 129, barrio Saladillo de nuestra ciudad, fundando con ello la “Escuela Musto” que ofrece talleres para niños, preadolescentes, adolescentes y adultos en horarios diurnos y nocturnos clases de diversas expresiones artísticas: dibujo, pintura, cerámica, técnicas seriadas, alfarería, diseño gráfico, fotografía, grabado, litografía y offset y heliocopia y serigrafía, contando con una gran concurrencia de alumnos.

La figura de Manuel Musto acarrea no sólo una práctica pictórica o una trayectoria individual, sino más bien una escena, cuya trama se constituye de redes afectivas e intelectuales, e iniciativas propias de una ciudad embebida en los procesos de modernización cultural de la primera mitad del siglo XX.

Es en este sentido que aquellos documentos, textos, pinturas, dibujos y arquitecturas, que hoy relatan sus acciones y su producción artística, pueden leerse como un legado en acción continua.

 

 

Bibliografía:
La establecida en el texto.
Echagüe Rubén “Pintor Musto” en Diario La Capital 1867 -2007.

Pintor Musto.Calle. Topografía:
Corre de E. a O. desde 200 hasta 600 a la altura de Bv. Rondeau 4300; Iriarte 4300.
Se le impuso ese nombre por O. 459 del año 1948.
Recuerda al áspero y solitario pintor Manuel Musto (1893 – 1940) que amó la vida intensamente y tras una fachada rústica escondía una sensibilidad depurada.

 

NOTA CURIOSA PARA LOS ROSARINOS:

LA ESCUELA MUSTO:


Manuel Musto antes de su muerte donó a la cuidad su casa, bienes, cuadros y hasta una cuenta bancaria.
La vivienda sobre calle Sánchez de Bustamante 129 para ser destinada a la creación de una escuela de Artes Plásticas para niños, obreros y artesanos.


El Municipio, sin embargo, demoró casi 5 años en crear la escuela soñada por el pintor.


Comenzó a funcionar en 1945 con precariedad hasta la llegada de José Colombo, en 1958, que se encargó de convertirla en una escuela grandiosa.


Actualmente el Municipio tiene a su cargo el mantenimiento total de la escuela, proveyéndola de todo el material necesario para el aprendizaje de las distintas disciplinas de las artes plásticas.

 

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