MORÉ FELIPE

Afirma Mikielievich: “Nuestra memoria auditiva ha olvidado los agudos pregones de los canillitas de otras décadas ofreciendo “El Mensajero”, Reflejos, la Acción, Democracia, Diario Nuevo, Rosario Gráfico y otros tantos títulos de vespertinos con noticias de escándalos públicos y privados, abundante pasto para ávidos de estar al día”.


En efecto en los últimos decenios del siglo XIX surgieron gran número de publicaciones, diario, semanario y periódicos de carácter socio-político, cultural o financiero, representativos de distintos sectores de la comunidad rosarina estimulados por la abundancia de talleres gráficos y lo barato en los costos de impresión. Aunque sólo unos pocos perduraron en el tiempo a pesar de conseguir la elección de los lectores.


Los años 80 (del siglo XIX) asistirían a una transformación en la naturaleza de los periódicos que se leían en la Argentina y particularmente en Rosario. Hasta entonces, casi todos eran órganos de partidos políticos muy combativos, más desde entonces pasaron a ser órganos de información.


En los lustros anteriores se había observado una generalización de la luz de gas en los hogares: la gente disponía de una buena iluminación doméstica y, por consiguiente, no estaba condenada a condicionar sus actividades a la luz solar. Ya no había motivos para acostarse con el sol, el gas permitía alejar limpiamente las tinieblas y dedicar un rato más a la lectura.


Decía en 1881 Ernesto Quesada que en la Argentina “se leen no muchos libros, menos revistas, pero en cambio, enormemente, los diarios. La forma republicana de gobierno, salvo raras excepciones, de una libertad que a veces pudo creerse raya en el desenfreno, la pública discusión de los negocios de interés común, la ardiente vida de partidismo y la tendencia de cada argentino a emitir su voz y voto en cada cuestión de grande o mediana importancia, son otras tantas causas innegables que han influido considerablemente para formar el temible poder que entre nosotros goza el diarismo”. 


En nuestro medio, el 3 de octubre de 1882 comenzó a aparecer “El Mensajero” por obra de Felipe Moré, Estanislao Zeballos y Lorenzo Facio con la inmediata colaboración de Eduardo Moré, bien compaginado, y en cuyas columnas escribieron destacados escritores, incluso Sarmiento llegó a colaborar en sus últimos años de vida.


“El Mensajero” gozaba en esos momentos de una popularidad que le garantizó vida propia y próspera y cada día pudo dar pruebas de ello en las innovaciones que introdujo para servir al pueblo de la mejor manera posible.”


Gracias al reconocimiento que poseía este medio informativo, junto a Ovidio Lagos del diario La Capital, don Felipe Moré en 1884 insistió en la necesidad de instalar un Centro Comercial en Rosario, que sería la génesis de la actual Bolsa de Comercio. Este año fue decisivo para la creación de la tan anhelada institución.


Tal creación lo definiría como un Moisés que presagiaba un gran camino para la economía local y del litoral.


Alejado de la cuidad, desempeñó en Lisboa el cargo de cónsul argentino, ante su ausencia en el país, su hermano se hizo cargo del diario hasta 1923.


Fue Felipe Moré, sensato y coherente en su pensar, como también un creativo porque el 4 de marzo de 1884, gracias a su instancia se convocó una Asamblea de vecinos empresarios con el objeto de iniciar trabajos tendientes a la fundación de un Centro Comercial, que sería el origen de nuestra actual Bolsa de Comercio de Rosario.


Rosario en su trigésimo aniversario de ser consagrada ciudad, gracias a “El Mensajero” asistía conmovida a la ilustración de noticias no sólo locales, sino internacionales suministradas por la agencia Havas, constituyéndose en el primer diario rosarino que contaba con ese servicio.


El diario “La Capital” en su edición del 4 de octubre de 1888 expresaba: “Ayer cumplió seis años de vida nuestro estimado colega de la tarde “El Mensajero”, y entra a los siete con mayor brío y popularidad que en sus primeros pasos.


Seis años de vida en un diario de la tarde, en nuestro país, donde desgraciadamente se posee muy poco, acusan una suma de labor y de inteligencia puesta al servicio público debidamente recompensada por la aceptación del pueblo”.


Falleció en la ciudad de Lisboa el 3 de abril de 1905.


Sus restos fueron repatriados en 1906.

 

 

Bibliografía:
La expuesta en el texto.

Moré Felipe. Calle. Topografía:
Corre de N. a S. desde 500 Bis hasta 3899; a la altura de Juan José Paso 5100; Av. Eva Perón 5100; Av. Pellegrini 5100; Bv. Seguí 5100.
Se le impuso ese nombre por Ord. 25 del año 1920.
Recuerda al fundador y propietario del diario “El Mensajero”, creado durante la  primera presidencia  del Gral. Roca.

 

En nuestra ciudad, la Municipalidad cuenta con un Centro de Distrito Oeste que honra su nombre.

El nombre del Centro de Distrito Oeste fue el resultado de una votación en la que participaron alumnos de las escuelas primarias de la zona.