Cuando en 1916, Domingo Minetti padre, se estableció en Rosario habían transcurrido casi 50 años de la llegada del fundador de la dinastía, Jean o Giovanni Minetti al país.
Lejos quedaban los esfuerzos del primer molino en Santa Clara de Saguier.
Sus hijos heredaron un imperio y la capacidad de crear mecanismos de conexión y compromiso entre el capital y el trabajo.
Domingo, uno de ellos, desde su infancia vivió en nuestra ciudad y desde su primera juventud con aptitudes naturales y vientos a favor, es decir con esfuerzo y posibilidades que supo aprovechar, se destacó como deportista: fue campeón sudamericano de bala y obtuvo el primer premio en remo y lanzamiento de disco.
Viajó a Londres, después de la Primera Guerra Mundial y pudo descubrir que la conflagración internacional había afectado profundamente la marcha de la economía mundial.
Los países que habían combatido sólo les importaban empezar de nuevo la producción de armamento, descuidando la producción de bienes de subsistencia.
Reconoció que nuestro país podía paliar el hambre europea, vendiendo alimentos y materias primas, particularmente granos o harinas.
Entonces Domingo junto a Juan, apoyados por su padre comenzaron a expandirse, instalando otros molinos en Devoto, Córdoba, Rosario, Marcos Juárez y Rufino.
Integró la Sociedad Anónima Agrícola Ganadera, Domingo Minetti e Hijos.
Hasta que cumplió un poco más de 50 años, su única obsesión fue hacer una empresa cada vez más grande y más rica.
Algunos lo retrataban como un capitalista ambicioso al estilo de los reyes de la industria pesada de E.E.U.U. a comienzos del siglo XX. Sus amigos íntimos lo llamaban "El ruso."
Pero él se tomó su tiempo para nuevos eprendimientos: fundó Villa Minetti, en el Noroeste de la provincia de Santa fe, población que dotó de edificios públicos e instaló la primera desmotadora de algodón.
Aparte se convirtió en un apasionado coleccionista de obras de arte, pintura, escultura y numismática colaborando con el Dr. Julio Marc en el acrecentamiento del Museo Histórico Provincial, institución a la que donó piezas de incalculable valor, entre ellas una de Carlos Morel, primer pintor argentino, obra que a los pocos años de su deceso sería reclamada por uno de sus familiares argumentando que esa pieza había sido prestada.
La justicia durante el gobierno peronista del José María Vernet satisfizo tal reclamo. La verdad es que dicha donación la había realizado en memoria de sus difuntos padres.
Domingo Eduardo Minetti falleció en Rosario, el 18 de agosto de 1975.
Bibliografía:
Mikielievich Wladimir C: Diccionario de Rosario (Inédito).
Minetti. Pasaje. Topografía:
Corre de E. A o. desde 3200 hasta 3399, desde Felipe Moré a Solís; a la altura de Teniente Agneta 100 Bis, paralelo a Vélez Sárfield 2100.
Carece de designación oficial.
Recuerda al empresario Domingo Minetti, hijo de un inmigrante que supo cimentar una fortuna y que él junto a su hermano, la harían más grande y más rica.
Nota Curiosa para nuestra ciudad:
El Palacio Minetti es un edificio de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, ubicado en Córdoba 1452-60.
Se encuentra en el tramo peatonal de la calle Córdoba, en sector histórico denominado Paseo del Siglo.
El palacio fue proyectado en 1929 por los arquitectos José Gerbino, Luis Schwarz y Juan Bautista Durand,1 bajo la orden de Domingo Minetti, un empresario de la industria de los cereales y el aceite, para sede de Minetti y Cía.
Fue construido por Candia y Cía., y finalizado en 1931.
La estructura es considerada una de los más finos ejemplos del art déco puro de la ciudad y de la Argentina, de entonces.
Está basada en un portal de cuatro columnas de granito rojo y una alta fachada blanca ornamentada con rombos.
La cúspide es una pirámide, coronada con estatuas de bronce de dos mujeres que sostienen una mazorca cada una.
Las esculturas, conocidas como “las gemelas”, fueron realizadas porArmando Giovanetti, sobre un proyecto del artista Luis Zanini.
Estas mujeres siguen en pie desde 1926, cuando la obra fue concluida; las mismas representan la riqueza agropecuaria de la Argentina de los años 20.
Sobre la autoría del proyecto parece haber cierta confusión. En realidad el pedido de construcción parece habérselo solicitado a Gerbino y Schwartz, incluyendo al arquitecto Durand Manuel Ocampo, su principal colaborador , quien después de ese trabajo se asoció con los dos primeros.
La estructura fue pensada para albergar un banco en los dos pisos inferiores, el resto sería destinado para escritorios.