El primer lugar del que se tiene referencia del servicio postal en nuestra ciudad, por medio de postas es la Posta del Rosario de Los Arroyos, que es creada en 1774, para el servicio postal o de correo, que se realizaba a caballo entre Buenos Aires y Asunción del Paraguay.
Después en 1823, en la Villa del Rosario, el tránsito de mercaderías, correspondencia y pasajeros era difícil, impreciso y sobre todo lento. Las carretas tiradas por bueyes empleaban meses en transportarlos, expuestos al peligro de los ataques indígenas y de eternizarse en los caminos.
.El 3 de agosto de 1852 el vencedor de Caseros, el general Justo José de Urquiza al hacerse cargo del gobierno Provisorio de la República dispuso que Rosario debía tener el carácter de ciudad. Debemos destacar que la Ley fue sancionada en la Sala de Sesiones de Santa Fe y promulgada por quien fuera en ese momento Gobernador de la provincia, Don Domingo Crespo.
Consecuencia de su privilegiada situación geográfica fue que Rosario se convirtiera en centro de comunicaciones de la Confederación, más carecía de medios de comunicación de medios de comunicación tanto fluviales como terrestres.
Las diligencias que habían reemplazado a las carretas, eran elegantes y sólidamente construidas, pudiendo llevar entre 14 y 17 pasajeros con sus respectivos equipajes y alimentos para el viaje. Se llevaba también por esta vía la correspondencia.
Su funcionamiento fue autorizado por decreto del 8 de junio de 1854 por el Gobierno y además de recibir los empresarios una subvención, fueron nombrados “Directores de mensajerías, poetas y caminos.”
Realizaban el servicio para toda la Nación y establecieron su oficina central en la actual calle Juan Manuel de Rosas entre Rioja y San Luis de Rosario - aunque existen versiones históricas que dicha compañía estaba ubicada una cuadra antes, o sea entre Córdoba y Rioja.
Las mismas paraban en las postas ¿Qué eran las postas?
Las postas estaban ubicadas entre 8 y 5 leguas unas de otras (1 legua = 5,5 Km.) es decir, entre 27 y 44 Km.
En el Pago de los Arroyos, la posta estaba entre las calles Colón, Virasoro, Alem y Bv. 27 de Febrero, era un lugar alto por lo tanto no se inundaba esa zona.
Cada posta estaba regenteada por un “maestro de posta” y este debía ser auxiliado por dos “postillones”, los que debían reunir ciertos requisitos.
La posta, era una construcción acondicionada rústicamente en la mayoría de los casos, con el necesario confort para el viajero. Allí el maestro de posta debía poseer la correspondiente remuda de caballos, con la obligación de asistir a los visitantes en las mejores condiciones posibles.
Valga el relato de época de Concolocorvo: “Las postas se dicen así, no solamente porque son mansiones, sino porque hay caballos de remuda para hacer los viajes con celeridad. Esta política es muy útil al Estado para comunicar y recibir con presteza las noticias importantes, de que se pueden servir también los particulares para sus negocios, precediendo las licencias necesarias prevenidas en cédulas reales, y ordenanza de correos para la precaución de que no caminen por la posta delincuentes, sino personas libres de toda a sospecha.”
Más el General Urquiza en 1858, a cargo del Poder Ejecutivo de la Nación (Primer Presidente Constitucional) con poder económico y conocedor del manejo de las financias, ante las dificultades empresariales de los catalanes, les compró la compañía con Salvador del Carril (su Vicepresidente) y otro inversionista Timoteo Gordillo, denominándola “Mensajerías Argentinas”.
Mensajería. Calle. Topografía.
Corre de (N-S) a la altura de Jorge Newbery 9300.
Se le impuso ese nombre por O. Nº 7722 de septiembre de 2004. Antiguamente era denominada bajo el número 1424. Posteriormente se denominó 25 de diciembre, para culminar con el actual nombre Juan Manuel de Rosas.
Recuerda a los carruajes del siglo XIX que servían como medio de transporte de pasajeros y equipaje.