MARTÍ JOSÉ (1853 - 1895)

Cuando la guerra de los Diez Años (1868), encendió en Cuba la antorcha de la libertad, Martí se unió a su preclaro maestro Mendivé y con él publicó un diario político titulado "La Patria libre" en 1869, en cuyas columnas volcó sus ideas emancipadoras. La guerra terminó con el fracaso de los patriotas, pero su ideario quedó sellado en el espíritu combativo del poeta, y no murió jamás.

En los pueblos nuevos los hombres se van formando dentro de sí. No hallan el ambiente adecuado ni comprensión estimuladora. Ellos deben serlo y hacerlo  todo. Fue el caso de Martí.

Nació en La Habana el 28 de enero de 1853 dentro de un entorno familiar casi marginal carenciado de comodidades, estímulos y franquicias y en un pueblo inculto que no daba oportunidades a los hombres  de bajo nivel económico.

Sus padres don Mariano Martí Navarro, oriundo de Valencia y su madre Leonor Pérez Cabrera, canaria de Santa Cruz de Tenerife, por su condición de inmigrantes españoles, no podían costearle ni siquiera la enseñanza primaria, pero gracias a los auxilios de un allegado, educador y poeta, don Rafael María de Mandive consiguió matricularse en el nivel superior.
Y de ahí en más se convirtió en su segundo padre, imprimiéndole una marca para toda la vida.

Martí fue grande desde su niñez, podía haber sido Platón en Grecia o Leonidas en Roma, Aníbal o Augusto porque basaba el triunfo en unir voluntad, garra y corazón.

Cuando contaba sólo quince a ser deportado su consagrado profesor Mendive por sus ideas liberales, Martí despertó a la causa emancipadora.
En 1866 se matriculó en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana. Ingresó también en la clase de Dibujo Elemental en la Escuela Profesional de Pintura y Escultura de La Habana.

El 4 de octubre de 1869, al pasar una escuadra del Primer Batallón de Voluntarios por la calle Industrias nº 122, donde residían los Valdés Domínguez, de la vivienda se oyen risas y los voluntarios toman esto como una provocación. Regresan en la noche y someten la casa a un minucioso registro. Entre la correspondencia encuentran una carta dirigida a Carlos de Castro y Castro, compañero del colegio que, por haberse alistado como voluntario en el ejército español para combatir a los independentistas, calificaban de apóstata.

Por tal razón, el 21 de octubre de 1869 Martí ingresa en la Cárcel Nacional acusado de traición por escribir esa carta, junto a su amigo Fermín Valdés Domínguez.
El 4 de marzo de 1870, Martí fue condenado a seis años de prisión, pena posteriormente conmutada por el destierro a Isla de Pinos (actual Isla de la Juventud), al suroeste de la principal isla cubana. Llegó allí el 13 de octubre.
En 1878 volvió  a Cuba, el 31 de agosto, para radicarse en La Habana, y el 22 de noviembre nació José Francisco, su único hijo.

 El 18 de diciembre salió hacia La Habana y el 15 de enero de 1871, por gestiones realizadas por sus padres, logró ser deportado a España.
Todo lo que escribió, tenía el sentido apostólico de quien cumple una misión que sabe trascendente y con sentido normativo de quien sabe que la palabra debe ser dicha para enseñar.

De regreso a Cuba encontró el país de rodillas y como hombre de acción no pudo aceptar el aplastante dominio hispánico, lo que le valió ser nuevamente deportado a España, de donde huyó a Francia primero y New York después.
Comenzó sus labores conspirativas figurando entre los fundadores del Club Central Revolucionario Cubano, del cual fue elegido vicepresidente el 18 de marzo de 1879.
Posteriormente el Comité Revolucionario Cubano, radicado en Nueva York bajo la presidencia del Mayor General Calixto García, lo nombró subdelegado en la isla.

Entre el 24 y el 26 de agosto de 1879 se produjo  un nuevo levantamiento en las cercanías de Santiago de Cuba.
 Una semana después resultó electo vocal del Comité Revolucionario Cubano, del cual asumió la presidencia al sustituir a García, quien había partido hacia Cuba para incorporarse a la fallida Guerra Chiquita.

El 17 de septiembre Martí es detenido y deportado nuevamente a España, el 25 de septiembre de 1879, por sus vínculos con la conocida como Guerra Chiquita, liderada por el citado general García, logró zafar.
Al llegar a Nueva York, se estableció  en la casa de huéspedes de Manuel Mantilla y su esposa, Carmen Miyares.
Martí logró llevarse consigo a su esposa e hijo el 3 de marzo de 1880. Permanecen juntos hasta el 21 de octubre, en que Carmen y José Francisco regresan a Cuba.
Entre 1880 y 1890 Martí alcanzaría renombre en la América a través de artículos y crónicas que enviaba desde Nueva York a importantes periódicos: La Opinión Nacional, de Caracas, Venezuela; La Nación, de Buenos Aires, Argentina, y El Partido Liberal, de México.
A mediados de 1882 reinició la labor de reorganizar a los revolucionarios (los partidarios de la independencia total de Cuba de la metrópoli española), comunicándoselo mediante cartas a Máximo Gómez Báez y Antonio Maceo
.
El 2 de octubre de 1884 se reunió por primera vez con ambos líderes y comienza a colaborar en un plan insurreccional diseñado y dirigido por los generales Gómez y Maceo.
 Luego se separó del movimiento por estar en desacuerdo con los métodos de dirección empleados y las consecuencias que tendrían sobre la futura república cubana, según manifestó.

El 30 de noviembre de 1887 fundó una Comisión Ejecutiva, de la cual fue elegido presidente, encargada de dirigir las actividades organizativas de los revolucionarios. En enero de 1892 redactó las Bases y los Estatutos del Partido Revolucionario Cubano. El 8 de abril de 1892 resultó electo Delegado de esa organización, cuya constitución fue proclamada dos días después, el 10 de abril de 1892.
El 14 de ese mes fundó el periódico Patria, órgano oficial del Partido. Entre 1887 y 1892, Martí se desempeñó como cónsul

En la península publicó en 1871, "El presidio político en Cuba", mientras estudiaba derecho y humanidades en la Universidad de Madrid y Zaragoza.

Su personalidad política se revela en plenitud a partir de 1882, año en que escribe "Versos libres" e "Ismaelito" escritos en endecas´libos hirsutos, como él mismo los llamaba.

Cuando se inició el levantamiento popular de 1895, se puso al frente de las fuerzas patriotas encontrando su fin en la acción de Dos Ríos el 19 de mayo.

Como de San Martín, Belgrano y Güemes en nuestra Patria, de Artigas en Uruguay, como de Hidalgo en Méjico y de Washington en Estados Unidos; de Martí en Cuba es poco lo que se diga, se honre y se glorifique.
Ahora si bien nuestros patriotas consiguieron grandeza de libertad en el fragor de las batallas, José Martí al ardor de las armas sumó pasión de palabra enriquecida.

Sus discursos, sus ensayos, sus crónicas, sus impresiones de viajes, sus páginas críticas acusan una brillantez, un poder imaginativo y una técnica donde se mezclan símbolos, imágenes y giros que se alejan del romanticismo, y conlinda más con la prosa de Rubén Darío.

 

Bibliografía:
Carbonell Néstor: "Martí, su vida y su obra". La Habana. 1913.
Gonzalo de Quesada: "Colección de poesías de José Martí". Barcelona.1903.

 

Martí. Pasaje. Topografía.
Corre de E. a O. desde 300 hasta 399, a la altura de Tucumán 3300.
Se le impuso ese nombre por D. 21705 del año 1958.
Recuerda a José Martí  (1853 - 1895) poeta y promotor de ideas de emancipación de su patria cubana.