MARCO POLO (1254 -1324)

Nos dice Felipe Pigna en “Los mitos de la historia argentina”: En los últimos siglos de la Edad Media, Por los mercaderes europeos cada vez más osados, por curiosidad, necesidad  y ambición soñaban  con empresa ultramarinas. La época era favorable. El avance  de la técnica les ofrecía  valiosos instrumentos de navegación, como la brújula (traída de China), el astrolabio (inventado por los árabes) y el sextante. Además apareció  un nuevo producto de la inventiva naval: la carabela que combinaba velas cuadradas y triangulares con un moderno timón, lo que mejoraba notablemente la seguridad y la eficiencia de la navegación en alta mar.”


Por ello cada vez  más  penetraron  hasta los confines ignorados del Asia, y sin quererlo sus viajes tuvieron una notable trascendencia para el descubrimiento del Globo.


En 1260 dos mercaderes venecianos Matteo y Niccolo Polo, dueños de almacenes y depósitos de mercaderías, partieron desde Constantinopla hacia la China  (llamada por entonces Catay) en busca  de especies, perfumes y piedras preciosas.


Fueron acogidos con gran pompa y cortesía por el Gran Kublai Kan,  el emperador mongol de Kambaluc (actual Pekín), regresando a  Venecia en el año 1269,  con un mensaje para el Papa; documento que les serviría de salvoconducto en la ruta de regreso.


Dos años después  repetiría la travesía, Niccolo, acompañado esta vez por su hijo Marco,  sólo quince años pues había  nacido el  15 de septiembre de 1254 en Venecia.


El mismo  se  hizo célebre por escribir todas las alternativas en ese  nuevo viaje comercial a Asia, en el que habrían visitado Armenia, Persia y Afganistán, recorriendo toda la Ruta de la Seda, llegando   a Mongolia y China.


Los  fantásticos relatos  de Marco Polo animarían a futuros viajeros a emprender arriesgados viajes  para llegar a esas ricas y legendarias tierras.
En esa  época de Marco Polo, el comercio en Europa seguía un sistema triangular, en el que los productos de lujo procedentes de Oriente (seda y  especias) ocupaban un importante lugar. Estos, en la conocida como ruta de la seda atravesaban Asia Central y las tierras controladas por los sarracenos, siendo comprados por comerciantes italianos (venecianos, genoveses, pisanos y otros), que obtenían grandes beneficios al revenderlos luego en Europa.

 

Es por ello por lo que Venecia y otros puertos italianos ganaron  importancia y comenzaron una política comercial agresiva para explotar estas rutas comerciales.


En 1295 volviendo a Venecia escribió todos los altos y bajos de su aventurera travesía por el Oriente.


En 1295 Venecia estaba en guerra con su rival, la República de Génova.


En el transcurso del conflicto Marco fue capturado y encarcelado por los genoveses, y fue en prisión donde relató  a su compañero de celda, el itálico Rustichello de Pîsa, sus aventuras y emprendimientos financieros, quien sin proponérselo seria su editor difundiéndolos no sólo por Italia sino por el  resto del Viejo Mundo, con el título original de Il Milione.

Sus escritos causaron tal impacto en esos tiempos  que llegaron a ser copiados y traducidos a diversas lenguas que  influenciaron en el pensamiento y la cartografía de los últimos siglos medievales.


Sin duda alguna Polo abrió la ruta directa a la especiería, a los productos orientales y a la febril valoración del oro.


El relato de sus viajes, siglos después inspiró entre otros, a Cristóbal Colón que poseía un ejemplar del libro cuidadosamente anotado.


Afirmaría Pigna:”En esa  Europa del Medioevo  corría la voz “En el siglo VII de la Era Cristiana se remonta  el origen  de los llamados por los chinos  ”carros indicadores del Sur”, carros provistos  de estatuitas de madera que contenían una barrita de hierro imantada, las cuales girando sobre un perno, indicaban con un brazo la posición del sur, dato suficiente para orientarse.”


Invención que Colón, doscientos años después emplearía sin duda modificada,  para partir en busca de las misteriosas tierras del Oriente y que sin proponérselo cambiaría la configuración de la Tierra.


También Marco Polo atribuiría  a los chinos,  la invención del papel moneda  empleada varios siglos anteriores al advenimiento de Cristo, tanto que sus contemporáneos italianos lo apodaron “Messer Millione” o “Maese Millón”.Más  conocido en español como Los viajes de Marco Polo.


Gracias a él tuvieron los primeros datos sobre el Tibet, citando por vez primera el Japón, al que llamó Cipanguí o Cipaguí.


Liberado en 1299, Marco Polo se convirtió en un rico mercader y miembro del Gran Consejo de la República de Venecia.


Murió, después de redactar testamento, entre la puesta del sol y la medianoche del domingo 8 de enero de 1324, fecha que podría corresponder al 9 de enero debido a la ley veneciana que fijaba el final del día en el momento de la puesta del sol.


Fue enterrado en la iglesia de San Lorenzo, donde también reposaban los restos de su padre, Niccolò, aunque su sarcófago desapareció durante las obras de reconstrucción en 1592.

 

 

Bibliografía:

“Los viajes de Marco Polo” Universitas Enciclopedia Universal. Salvat Editores. Año 1969. Tomo 1. Pág.149 y sig.

”El descubrimiento del Globo”. Tomo 3 de la misma Colección. Pág. 240. Larner, John Marco Polo y el descubrimiento del mundo. Barcelona. Paidós. (2001).

 

Enlaces externos:

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Marco Polo. Calle.{{ Topografía:

Corre de E. a O. desde 400 hasta 499, a la altura de Leiva 6300; Ayacucho 6300.

Se le impuso ese nombre por D. 21924 del año 1958.

Recuerda al comerciante veneciano Marco Polo que descubriera en el siglo XIII, el vasto territorio de la China con sus impensadas invenciones.