El impacto que produjo el periodismo en el diseño del mapa cultural en la Argentina del siglo XIX fue fundacional e innegable. A mediados de esa centuria era posible observar dos tipos de periódicos de mujeres: "revistas editadas por hombres y dirigidas insistentemente a cambiar gustos femeninos en lo que a estilos y modas se referían y periódicos liberales republicanos editados por mujeres, dedicados principalmente a demandas por la emancipación femenina y por una voz en el debate nacional".
Hubo muchas que pasarían de la gacetilla al artículo firmado como doña Raquel Camaña y Carmen S. de Pandolfini, educadoras de la talla de Juana Manso y Francisca Jacques, quienes completaron su quehacer escribiendo periódicamente en revistas populares, demostrando con ello que la mujer tiene capacidad de creación y de decisión tanto como el hombre, derecho de acceso y demostración de la cultura tanto como el hombre, hechos por entonces eran privilegio para contadas mujeres.
"Era una niña cuando su familia debió desterrarse por tener el atrevimiento de manifestar opiniones contrarias a Rosas.
Cuando apenas levantado el sitio de la ciudad de Montevideo, de regreso a Buenos Aires en el período post Caseros, la sociedad porteña no la recibiría con entusiasmo sino por el contrario debió enfrentar un ambiente que le sería abiertamente desfavorable.
En efecto tal como la definían los y las publicistas de la época – pues ambos sexos participaban en la causa – la situación de la mujer en la Argentina desde fines del siglo XIX y principios del XX, era la de una “menor”.
Primero bajo la tutela del padre y después del esposo, estaba confinada al hogar, al cuidado de los hijos, a los salones, a los templos y como mucho al mundo de la educación.
No obstante el objetivo de Juana era introducirse en el universo de la prensa, ejerciendo el periodismo como modo de vida para cubrir las necesidades propias y las de sus dos hijas, de este modo sosteniendo el espacio y entorno familiar que había sido abandonado por su marido el músico Noronha en Río de Janeiro.
En un primer momento, buscaría empleo en periódicos de tendencia liberal, sin éxito. Tenia como antecedentes y experiencia su exitosa revista semanal “O jornal das Senhoras” de Río de Janeiro (1852).
Juana Manso capaz de arreciar tempestades, a pesar del poco dinero que aún poseía decidió llevar a cabo una empresa riesgosa: fundar el "Álbum de señoritas" con el objetivo de destinar su voz a las mujeres porteñas de 1854.
La Manso exponía con firmeza: "...quiero y he de probar que la inteligencia de la mujer, lejos de ser un absurdo, o un defecto, o un desatino, es su mejor adorno, es la verdadera fuente de su virtud y de la felicidad doméstica porque Dios no es contradictorio en sus obras cuando formó el alma humana no le dio sexo - hizo igual a la mujer en su esencia y la adornó de facultades idénticas, dueña como el hombre de ilustrar y engrandecer su inteligencia...
Es precisamente en ese marco que Manso ubica su deseo de guiar a las mujeres argentinas a mediados del siglo XIX para que asaltaran un espacio social sólo ocupada por los hombres. Sociedad que las ubicaba en la trastienda del escenario puramente machista”.
Por entonces dos temperamentos encajarían sin reparos, gracias al poeta José Mármol - amigo de la educadora y correligionario de ideas del gran Maestro: "Ella y Sarmiento" se hermanaron por vocaciones recíprocas a civilizar el país, a educar con una fe conmovedora”.
El encuentro de Sarmiento y Juana Manso, constituiría un hecho trascendental en materia educativa.
Como sería su talla y temperamento varonil que un día el sanjuanino refiriéndose a ella, dijo con rebosante sinceridad: “Es el hombre que mejor me ha entendido.”
Para ambos, "educar al soberano" sería bandera de lucha, fuerza vital y conciencia en marcha desplegando actividades realmente intensas.
Juana Manso se daría tiempo para una multiplicidad de actividades: en su función como directora de escuela, impartía cursos separados de francés, publicaba artículos periodísticos en "Tribuna" y "El Nacional y ensayaría métodos de implantación de escuelas infantiles de ambos sexos.
Esa innovación provocó reacciones sorprendentes en la sociedad, al igual que la designación por parte de Sarmiento a un alto cargo en el Ministerio de Educación (primeros triunfos del feminismo argentino).
Escribió "Compendio de la Historia de las Provincias Unidas del Río de la Plata" cuyos originales envió a don Bartolomé Mitre para analizar su autorizada opinión.
Éste consideró la obra acertadamente apropiada para la enseñanza de la historia en las escuelas. El Compendio aparecería en 1862, cuando Mitre ya había accedido a la Presidencia de la Nación.
Bernardo González Arrili declara un siglo después de aquella precursora de las letras: "En épocas recientes, en el siglo XX las maestras, las profesoras y universitarias, resultaron excelentes periodistas, de labor continuada con entusiasmo y de frutos seguros y buenos no importando cuándo maduraran. Algunas de ellas pasaron del periodismo anónimo al artículo firmado,del relato novelesco al libro. Otras quedaron en la penumbra de alguna columna que sólo daría información cierta a los colegas.”
Juana Manso de Noronha nació en Buenos Aires en 1820 y falleció en la misma ciudad el 24 de abril de 1875.
Bibliografía:
González Arrili Bernardo: "Historia de la Argentina, según las biografías de sus hombres y mujeres". Edit. Nobis. Buenos Aires
Area Lelia : "Juana Manso y su álbum de señoritas". Diario La Capital en su edición del 25 de febrero de 1996.
Manso. Pasaje . Topografía:
Corre de E. a O. desde 2800 hasta 2899, a la altura de Ovidio Lagos 3300.
Carece de designación oficial.
Recuerda a la eximia educadora Juana Manso (1820- 1875), autora del consagrado libro "Compendio de la Historia de las Provincias Del Río de la Plata".