MANDIYÚ O ALGODÓN

Mandiyú significa algodón en Guaraní.


Cuando el descubrimiento del Nuevo Mundo, la fabricación de los tejidos de algodón había llegado en este continente a un alto grado de perfección y los mexicanos tejían con esta materia sus principales vestidos puesto que carecían de lana, de cáñamo, de seda y no se servían del lino, pero si del algodón que crecía en aquel país.


Dice el abad Clavijero: “Los mexicanos hacían sus anchas telas de algodón tan finas y tan bellas como las telas de Holanda y eran muy estimadas en Europa. Entre los presentes enviados a Carlos V, por Cortés, el conquistador de México, se podía observar  capas, chupas, pañuelos, banovas y tapices de algodón. Ellos fabricaban también papel de algodón; una de sus monedas consistía en pequeñas piezas de algodón, etc.


El algodón ha sido cultivado desde hace unos cinco mil años en el Perú. La gran área de domesticación de esta fibra en colores naturales, está en la Costa Norte (Lambayeque, Piura, Tumbes), de allí se proyectó a amplias zonas de la región amazónica peruana y brasileña. Las semilla del algodón domesticado por las culturas de la costa norte peruana, ha dado origen a biotipos mejorados de algodón en Egipto (algodón giza, considerado el mejor del mundo) y Estados Unidos (algodón pima americano).”

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Algunas semillas del pima americano fueron re-introducidas a su centro de origen, produciendo nuevamente un algodón pima peruano de mejor calidad. Los tres mejores algodones del mundo: giza, pima americano y pima peruano, provienen del patrimonio genético desarrollado por las altas culturas de la costa norte peruana.


La COPROBA, organismo del gobierno del Perú, declaró el algodón peruano como producto bandera del Perú el 28 de julio de 2004. Del legado pre-incaico destaca el uso del algodón en el arte textil, principalmente de las culturas paracas, chimú y chancay, tan valorados y admirados en museos del mundo.


Las primeras provincias argentinas del siglo XX que comenzaron a cultivar algodón fueron Corrientes, Chaco y Formosa, principalmente para proveer de materias primas a la industria textil inglesa como consecuencia de la Guerra Civil en los Estados Unidos.


En la Argentina, las pocas industrias textiles que existían se basaban en la fibra de lana, pero no en el agregado de valor del algodón que a la sazón era un cultivo casi inexplorado en nuestro país.  


Llegado el momento en que el precio del algodón efectivamente se disparó como consecuencia de la plaga en Estados Unidos, el gobierno de Marcelo T. de Alvear, (1922 -1928) a través de su ministro de Agricultura, Tomás Le Bretón, intentó impulsar el desarrollo del sector algodonero y entre las medidas adoptadas se contrató el servicio de especialistas norteamericanos en la materia.


Aumentó la producción ya que la crisis y el cierre de los mercados mundiales aceleraron la siembra y la manufactura textil basada en el algodón; ya para la década del '30 se había pasado a cultivar más de 400.000 hectáreas.


Después de una miope ley que prohibió durante el siglo XX el cultivo de algodones de colores para beneficiar la producción y exportación de algodón blanco, en mayo de 2008 (¡cuatro años después de su declaración como patrimonio nacional!) se anuló dicha ley para pasar a un programa de rescate y desarrollo de estos biotipos nativos.


Algunas compañías usan la ingeniería genética para alterar la naturaleza del algodón y que resulte, por ejemplo, de distintos colores. Empresas multinacionales como Monsanto (Argentina) han producido semillas de las que se obtienen distintos colores, especialmente el azul índigo que se utiliza en la confección de los jeans.

 

 

Bibliografía:

Diccionario enciclopédico popular ilustrado Salvat (1906-1914)

Oriol Ronquillo José: Diccionario de materia mercantil, industrial y agrícola, 1851.

Ramirez Diego: Historia del algodón  en Argentina: Cultivo. Producción. Artículo “La promesa que no fue”. Página 12.

 

Mandiyú. Pasaje. Topografía:

Corre de E. a O. desde 7000 hasta  7999, a la altura de Colombres 1200Bis paralela a Juan B. Justo 7800.

Se le impuso ese nombre por D.4676 del año1977.

Recuerda al vocablo guaraní que significa algodón.