MAIZANI AZUCENA (1902 -1970)

Expresan Néstor Pinsón y Ricardo García Blaya en “TODO TANGO”:


“Junto a Rosita Quiroga, Azucena marcó el rumbo de las muchas cancionistas que surgieron a comienzos de la década del veinte, iniciando la participación definitiva de la mujer en el tango.


Cada una tenía un estilo y repertorio propio, pese a que todas cantaban a la moda de la época: voz aguda y estilo un poco kitsch, se las podía distinguir perfectamente, pues su calidad hizo que perduraran en el tiempo.


Durante años se presentó vestida con trajes masculinos tal como puede observarse en la primera película argentina totalmente sonora “Tango” o bien, con atuendos criollos de gaucho.


Fue la imagen de la mujer contrastada con la imagen que se tenía de la mujer en la época en que le tocó vivir”.


Azucena fue romántica y temperamental. Cantaba con emoción letras que retrataban los amores y fracasos de muchachitas humildes de barrio, en realidad un relato de su propia juventud.


Fue una romántica pero en su vida no pudo encontrar un amor estable ni nadie que la pudiera guiar en forma inteligente y desinteresada.


Nació en la ciudad de Buenos Aires el 17 de noviembre de 1902 y a los cinco años de edad se fue con unos parientes a vivir a la isla Martín García, situada en el medio del Río de la Plata a mitad de camino entre la Argentina y el Uruguay.


Vivió en el barrio de Palermo hasta los cinco años de edad en que, debido al parecer a que tenía problemas de salud y que sus padres eran muy pobres, fue llevado a vivir a la isla Martín García por unos familiares.


En esa isla que se encuentra en el medio del Río de la Plata, a mitad de camino entre Argentina y Uruguay, hizo sus estudios primarios y a los 17 años regresó a Buenos Aires y se dedicó a la costura,  trabajando en una fábrica de camisas y en una casa de modas. Comenzó a cantar tangos como aficionada.


Le gustaba el canto y al decir de Canaro: “Una noche fue al Pigall donde yo actuaba y lo convenció para que le permitiera cantar dos tangos en público con su orquesta”.


Si bien de ese hecho no se derivó en trabajo, debió fortalecerla en su vocación artística, y en una fiesta familiar a la que habría ido con Delia Rodríguez, que en ese momento era una conocida cantante, se encontraba Enrique Pedro Delfino acompañando en el piano a todo concurrente que se animara a cantar.


Lo hizo Maizani y tal impresión causó en el pianista que la presentó al empresario teatral Pascual Carcavallo que a su vez la escuchó y la contrató.


Nos cuenta Francisco Canaro en sus Memorias que una noche en la Boite Pigalle se le acercó una muchachita ofreciéndose para cantar. Comenta que era una “morocha de espléndida juventud” y con gusto le ofreció que realizara un pequeño ensayo en el intervalo, sin saber siquiera su nombre la presentó como Azabache y cantó dos canciones.


A raíz de su participación como partiquina en el Teatro Apolo una amiga la invita a una fiesta donde estaba el pianista Enrique Delfino, quien la escucha cantar y, gratamente impresionado, la presenta al día siguiente al propietario del teatro Nacional.


Allí comenzaría su carrera profesional, debutando en una obra de Alberto Vaccarezza y canta el tango “Padre nuestro” y obtuvo un triunfo inmediato con el público, que la hizo repetir el tema cinco veces.


Luego continuó su éxito en la radio, en el disco y en otras obras teatrales logrando así, su consagración definitiva.


En 1928 se casó con Juan Scarpino con quien tuvo un hijo que murió al poco tiempo, disolviéndose el matrimonio.


 En 1929 se unió sentimental y artísticamente al violinista Roberto Zerrillo con quien realizó giras por el interior del país y luego un viaje muy importante por España y Portugal de donde retornaron  en 1932.


A su regreso comprobó que otras cancionistas ocupaban  el lugar que había dejado, entre estas, Libertad Lamarque - que fue amiga y autora de su apodo La Ñata Gaucha- Mercedes Simone, Ada Falcón y Tita Merello.


Sola y con esfuerzo consiguió volver a un sitio de privilegio, hasta integrar el elenco de la película Tango, allí canta el tango “La canción de Buenos Aires”, la “Milonga del novecientos” y acompañada por la Orquesta de Juan de Dios Filiberto, el tango “Botines viejos”.


Se reencontró otra vez con el éxito, participando como cantante en la película “Monte criollo”.


Pero en 1936 sufrió una nueva frustración amorosa y también económica. Su nueva pareja y representante artístico se suicidó al descubrirse que la había estafado.


Un mes más tarde se presentó en el cuadro final de una obra teatral con un éxito notable, la sala estaba colmada y la mayoría eran mujeres condolidas por su reciente desgracia.


En 1938 realizó una extensa gira por los Estados Unidos filmando para la colonia hispanoparlante la película “Di que me quieres”, cuya dirección musical estaba a cargo de Terig Tucci, aquel que dirigiera la orquesta que acompañó a Carlos Gardel en sus películas.

En la década del 40 comenzó su decadencia, aun así realizó algunas grabaciones y giras y actuaciones locales, pero ya su figura pertenecía al pasado.


En 1966 sufrió una hemiplejia  falleciendo casi olvidada el 15 de enero de 1970.


Fue gran amiga de Carlos Gardel. Se conocieron en 1923 y este le grabó su tango “La canción de Buenos Aires”, hecho en colaboración con Orestes Cúfaro y Manuel Romero.
Dejó más de 270 grabaciones. Entre 1923 y 1926 fue acompañada por la orquesta de Francisco Canaro.


Sin duda Azucena Maizani fue pionera y una de las más grandes vocalistas del género; su tragedia se refleja, en su vida, obra, y también en la miseria final de sus últimos días.

maizani.html

 

 Bibliografía:

Dos Santos, Estela, Las cantantes pág. 2255 en Historia del tango, Ediciones Corregidor Buenos Aires, 1978.

Guadalupe Palacio de Gómez: Azucena Maizani: Una vida de luchas y frustaciones.  Rosario, 2005.

 

Maizani Azucena. Pasaje. Topografía:
Corre de N. a S. a la altura de E. Rivero 8600. Con anterioridad se denominó calle 1605.
Se le impuso ese nombre por O. 7.071 del 13 octubre de 2000.
Recuerda a Azucena Maizani pionera de las más grandes vocalistas del género tanguero de sus tiempos.