Nos ilustra el historiador Mikielievich: " Sobre Magaldi y sus interpretaciones, escribió Héctor Zinni en La Tribuna, edición del 7 de setiembre de 1968:
"Si bien la filosofía que animaba ciertas letras interpretadas por Magaldi pueden parecer para el oyente actual y desprevenido, de hechura derrotista, no cabe la menor duda que dichas canciones reflejaban como ningunas el sufrimiento interior de los marginados anímicamente de las posibilidades de una liberación espiritual y hasta material si se quiere.
Eran el crudo reflejo de una realidad que la vía emocional ponía en evidencia, no para conmiseración de los poderosos, no para el enciclopedismo omnisapiente de derechos incumplidos, no para el regusto de ciertos espíritus sensacionalistas, impresionables e ingenuos, no para el comercio impuro de los sentimientos sino para condenar definitivamente, un mundo traspasado de dolor y de angustia que se debatía en la miseria y en la injusticia. Miseria para lo cual había hecho profesión de sacrificio hasta el heroismo.
Injusticia que no hacía más que apretar a los seres unos contra otros en procura de un tan siquiera calor humano y fraternal".
Nació en la provincia de Santa Fe, el 1º de diciembre de 1898; hijo de Carlos Magaldi y Carmela Coviello, inmigrantes italianos.
Desde joven Agustín estudió canto lírico, lo que marcó su estilo particular en su futura carrera en la canción popular.
Según consta en el acta de bautismo de la Parroquia Santa Rosa de Rosario, 12 /12/ 1898 registrado en el libro 13 (folio 342) nace en nuestra ciudad el célebre cantante Agustín Magaldi quien sería bautizado, también en la misma parroquia el 27 de febrero de 1899.
El hogar de Agustín lo componía su madre, viuda dos veces, y sus hermanos Blas, Pascual, Emilio y Cristina. En su casa eran afectos a la música lírica, y así pudo germinar en el pequeño Agustín, el apego por la canción, dado que permanentemente se escuchaba en su hogar, los discos de Titta Ruffo y Enrico Caruso.
Por haberse radicado su familia en Casilda durante varios años, se originós la confusión posterior- popularizada con el correr del tiempo - sobre el origen del cantor de Casilda (como le decían) a medida que Magaldi iba creciendo artísticamente y ganando fama continental.
Asevera Rafael Ielpi: "Su vida no estuvo exenta de episodios que lo vincularon a nombres perdurables: Enrrico Caruso, con quien compartió escenario,desde el anonimato del coro de 1915, en "La ´Ópera" rosarina; Rosita Quiroga, figura legendaria del tango reo, que lo protegió a su llegada a Buenos Aires y grabó a dúo con él; Eva Perón , con quien tuvo - se afirma -una relación sentimental en los comienzos artísticos de Evita”.
Fue a mediados de 1924 que Magaldi se presentó en la casa Victor para una prueba de voz; a los directivos no les convenció demasiado, pero a Rosita Quiroga (principal figura para entonces) la cautivó y abogó a favor de él para que formaran un dúo.
"El buen ojo de Rosita convirtió a este joven santafesino,en uno de los cantantes más populares que tuvo el tango.
En esa época (mediados de la década del 20) los dúos estaban en auge gracias al binomio Gardel-Razzano y Magaldi se asoció con Pedro Noda, y juntos consiguieron posicionarse entre los mejores y más respetados de la época.
Por aquel tiempo, sin lujos verbales, sin cadenciosas frases, las estadísticas desnudaban subordinación al caos. Treinta mil desocupados en 1932, cuatrocientos y nueve suicidios en 1933, casi once mil máquinas de coser pignoradas en 1935 eran cifras elocuentes del descenso.
El tango no pudo evitar la atmósfera irrespirable y abandonó sus varones melancólicos y dio lugar a grabaciones más populares se destacan la canción Nieve, los tangos Disfrazado, Vagabundo, Levanta la Frente y otros, y otros títulos que reflejaban la ardida realidad: un mundo muy oscuro pero por lo menos, los hombres todavía creían en el amor o en la amistad.
Magaldi participó del inicio de transmisión de LOY Radio Nacional de Argentina en julio de 1924.
Apodado "La voz sentimental de Buenos Aires", fue levantado en vilo, precisamente por aquellos hombres y mujeres de aquella realidad que testimonian hoy sus canciones aparentemente inexplicables para el que desconoce los hitos fundamentales de nuestra historia ciudadana. Su voz era el vivo exponente de aquellos años.
Contemporáneo a Ignacio Corsini y a Carlos Gardel, formó parte de la canción popular en su apogeo de la década de 1930.
Sus actuaciones en radio eran ininterrumpidas, el dúo Magaldi-Noda se mantuvo vinculado con radio Belgrano temporada tras temporada, hasta que un entredicho entre Magaldi y un directivo de la emisora hizo que la relación se terminara en 1934.
Se trasladaron a Radio París que era una creciente competencia para su primera emisora.
El dúo se disolvió en 1935 y comenzó una corta carrera como solista acompañado por el director Vicente Demarco y debutando en Radio Paris.
Para mediados del 36' regresó a radio Belgrano firmando un contrato por dos años, además de planificar una extensa gira por América. Esos planes se vieron truncados por sus problemas de salud.
Posteriormente hubo realizado giras exitosas por el interior y al comprobar el señor Yanquelevich que Magaldi estaba en el pináculo de la fama, le renovó el contrato en la Primera Cadena Argentina de Emisoras ( de la que era único dueño) por un sueldo de 8.500 pesos cuando por entonces el sueldo de un obrero capaz era de 120 a 150 pesos.
Entre su repertorio se pueden encontrar los temas: "Acquaforte", "Vagabundo", "Levanta la frente", "Amurado", "Dejame, hermano", "Allá en el bajo", "Honor gaucho", "Dios te salve m'hijo", "Consejo de oro", entre muchos otros.
El 17 de agosto de 1938 hizo una verdadera prueba de resistencia, presentándose ese día entre el mediodía y el anochecer en Radio Belgrano, Radio Mitre (dos veces) y Radio Porteña y al regresar a su casa se sintió enfermo.
Sus afecciones hepáticas permanentes que desatendió por años, se habían extendido al páncreas llevándolo a operaciones y sanatorios donde peleó sin suerte hasta el 8 de setiembre .Una complicación posoperatoria le provocaría la muerte .
Su velatorio efectuado en el Luna Park fue apoteótico.
Eva Duarte con quien había mantenido relaciones sentimentales cuatro años antes, y que en ese momento trabajaba en la compañía teatral de Rafael Firtuoso,mientras sus compañeros asistían al velatorio, ella los esperó sola en un bar de las cercanías, tomando con displicencia un café con leche, seguramente no le podía perdonar que no la había amado de verdad.
Más cuando ella llegó a Primera Dama no permitía que la voz de Magaldi fuese trnsmitida por las dstintas radios. Por ello la magia de Magaldi fue diluyéndose entre las generaciones contemporáneas a su vida hasta desaparecer su canto para siempre en el ámbito musical.
Sus restos fueron llevados al panteón de SADAIC en el cementerio de la Chacarita.
En tres años los argentinos perdían dos de sus más grandes cantores Gardel y Magaldi. Todo el país reconocía que Agustín, era un tipo de ley, que manejaba códigos de nobleza. Jamás pasó por su cabeza, ocupar el lugar de Gardel. Él y Corsini reconocían en Carlitos al más grande, los dos asistieron a su velatorio y entierro, invadidos por mucho dolor. Con la muerte de Magaldi, nacía un nuevo mito de la canción popular argentina.
Gardel, es el ídolo cuya voz perdurará a través de los siglos, tal como el espíritu de Eva Perón, a pesar que era avasallante como un sunami, no perdonando a sus enemigos, siempre volverá a la Tierra mientras existan pobres y marginados.
Bibliografía:
Ielpi Rafael: "El Zorzal criollo. Publicación de "La Capital", 1867 - 2007. Rosario, 15 de noviembre. 140 Aniversario. Pág.164.
Zinni Héctor Nicolás: "Rosario era un espectáculo". Ediciones del Viejo Almacén. Rosario.1997.
Magaldi. Cortada. Topografía:
Corre de E. a O. desde 8200 hasta 8700, a la altura de Ezeiza700.
Se le impuso ese nombre por Decr. N°39010 del año 1969.
Recuerda al cantor rosarino Agustín Magaldi (1899 -1938) conocido como "La voz sentimental De Buenos Aires".