MAESTRO CARLOS FUENTEALBA
La Agrupación Docente Carlos Fuentealba, en su artículo “14 años del asesinato de nuestro compañero Carlos Fuentealba” del 4 abril de 2021, nos dice:
El movimiento docente realizó un corte y acto en Arroyito en homenaje a Carlos Fuentealba, en el lugar mismo en que fue asesinado por la policía de Sobisch.
El 4 de abril se cumplieron 14 años del asesinato de nuestro compañero Carlos Fuentealba por parte del gobierno de Jorge Sobisch del Movimiento Popular Neuquino.
Con la lucha se logró encarcelar al autor material: el policía José Poblete, aunque el responsable político, el entonces gobernador, sigue impune y ni siquiera está imputado.
Carlos Fuentealba es un símbolo de lucha y solidaridad para toda la docencia. Por eso este año, la pelea por justicia y la reivindicación de su figura cobra importancia específica en el medio de la política del gobierno nacional y los provinciales de abandono educativo que se potenció desde el surgimiento de la pandemia.
Cuando hacía falta aumentar el presupuesto para construir escuelas, aulas, baños y poner en pie la infraestructura necesaria para garantizar la educación en condiciones sanitarias seguras, desde el Estado se hizo lo contrario: se impuso una política de ajuste. Y además de abandonar la educación, se desentienden de la salud de las y los trabajadores de la educación como se evidenció en CABA, lo que costó la vida del compañero Jorge.
La Ministra de la ciudad Acuña provoca queriendo flexibilizar los protocolos y el ministro nacional Trotta se hace el desentendido. Sólo las asambleas y lucha docente y los comités de seguridad e higiene con las familias y los auxiliares estamos interesados en garantizar la educación y la salud al mismo tiempo.
El ajuste también impacta en nuestros salarios y en la falta de apertura de cargos. Esto genera el aumento de la pobreza y la desocupación entre la docencia, a la vez que se le cierra el paso a las y los jóvenes que necesitan ingresar a trabajar.
La lucha por la defensa de la educación pública va de la mano de la de Justicia por Fuentealba, que fue asesinado en el marco de una represión del gobernador Jorge Sobisch, quien en el 2007 se postulaba para presidente y quería mostrarse como el líder de la derecha, convertirse en un emblema de la mano dura contra los conflictos de los trabajadores.
Acabar con la impunidad de personajes como Sobisch es parte del repudio a los sectores de derecha que hoy a principios de marzo pusieron bolsas negras en Plaza de Mayo con nombres de figuras de derechos humanos. Va de la mano del repudio a Patricia Bullrich y Sergio Berni, a la vez de levantar el reclamo de justicia por Santiago Maldonado y Facundo Castro.
En el 2007 existía fuerza para echar de la gobernación a Sobisch y ponerlo en las rejas. La marcha del 9 de abril a días del asesinato de Carlos, fue la más grande de la historia de Neuquén.
Pero la conducción de ATEN de Guagliardo, el mismo que está hoy, en vez de hacer eje en el Fuero Sobisch y mandarlo a la cárcel, resignó esa bandera, y se sentó a negociar salario con el gobierno que tenía las manos manchadas de sangre.
Desde la Ctera habían dejado aislado al duro conflicto neuquino y a otros como el de Salta y de Santa Cruz, donde meses después el Ministro kirchnerista Varizat atropelló a docentes con una camioneta.
FUENTEALBA VIVE EN LA DEMOCRACIA DESDE ABAJO, EN LA SOLIDARIDAD Y LA LUCHA DE LOS TRABAJADORES.
Por eso junto a luchar por justicia es necesario reivindicar quién fue Carlos Fuentealba, que nada tenía que ver con la burocracia de Ctera, ni de la celeste, ni con la de ATEN que resuelven todo a espalda de los y las docentes.
Fuentealba fue un trabajador solidario, clasista. De joven eligió unir su vida a la de los obreros de la construcción, aprender de la democracia de las asambleas masivas y de sus duras luchas. Al calor de esa experiencia fue que se hizo socialista e ingresó al MAS de la mano de Alcides Christiansen, quien en ese entonces era secretario general de la UOCRA.
Esas enseñanzas de democracia de los trabajadores, solidaridad y unir los reclamos de todos en contraposición al corporativismo fueron las que sembraba en las escuelas cuando se dedicó a la docencia, mientras a la vez ayudaba a poner en pie el Nuevo Mas en la provincia.
Agrega Guadalupe Palacio de Gómez:
“Carlos Fuentealba nació en 1966 en Junín de los Andes, en la zona cordillerana de la provincia de Neuquén.
Creció en el campo de una familia humilde, cerca del lago Lácar, en San Martín de los Andes, a unos 400 km al sur de la ciudad de Neuquén, donde realizó los estudios primarios.
Se trasladó a la capital de la provincia para realizar sus estudios secundarios en la escuela industrial General Torres donde se recibió de técnico químico.
En los años siguientes trabajó en diferentes empleos: en un laboratorio, en un supermercado, en un hangar, en una radio y en una fábrica de jugo. En los años ochenta trabajó en el Sindicato de la Construcción (UOCRA).
Desde adolescente consiguió un trabajo de administrativo en la UOCRA, donde empezó a involucrarse en las luchas por un mejor salario y mejores condiciones de vida, después se recibió de docente, hace dos años y desde ahí acompañó a sus amigos activistas en cada lucha.
Recibido de docente en 2005, a los 38 años, comenzó a trabajar como profesor de química en el Centro Provincial de Enseñanza Media (CPEM) n.º 69 del barrio Cuenca XV, uno de los más pobres del oeste de la ciudad de Neuquén.
Allí fue elegido por sus compañeros como delegado sindical. En 2006 recibió el premio del “Rey del Colegio” como mejor profesor, distinción otorgada por los estudiantes.
El 4 de abril de 2007, en el marco de una huelga del sindicato docente ATEN, perteneciente a la CTERA, se decidió hacer un corte de la ruta 22 a la altura de Arroyito, cerca del pueblo de Senillosa, como medida de protesta.
La decisión fue tomada en asamblea por la mayoría de los afiliados al sindicato. Fuentealba no compartía la decisión de hacerla en ese lugar porque lo consideraba peligroso, pero accedió a la voluntad de la mayoría.
Ese día la policía provincial recibió la orden del gobernador Jorge Sobisch de impedir que los manifestantes cortaran la ruta.
La policía dispersó con balas de goma, gases lacrimógenos, bombas de pintura y un carro hidrante en dos ocasiones. Muchos se refugiaron en una estación de servicio cercana (perteneciente al cuñado del gobernador, Fernando Ponte) y otros eran perseguidos por policías a pesar de haberse retirado de la ruta.
Tras una conversación entre dirigentes y policías en la estación de servicio, se detuvo el accionar policial y los docentes se retiraron en grupo, a pie y en autos, hacia la ciudad de Senillosa, escoltados por camionetas policiales.
Fuentealba se encontraba en el asiento trasero de un auto Fiat 147 patente ACM 169 que huía del lugar, cuando un policía de nombre José Darío Poblete, integrante del Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP) de la ciudad próxima de Zapala, arrojó una granada de gas que traspasó el vidrio del auto impactando en Fuentealba.
El cartucho de gas lacrimógeno atravesó el vidrio del vehículo e impactó en la nuca de Fuentealba, causándole un hundimiento de cráneo.
En el hospital provincial fue sometido a dos operacionesy finalmente murió al día siguiente”.
Bibliografía:
La expuesta en el texto.
Maestro Fuentealba. Boulevard.Topografía:
Corre de N. a S. a la calle ex Echeverría 100 y 100 bis entre Junín y Central Argentino.
Se le impuso ese nombre por O. 10.178 del 7 de abril de 2021.
Recuerda a Carlos Fuentealba (1966-2007), docente argentino víctima de una represión policial en el marco de una huelga del sindicato docente ATEN, perteneciente a la CTERA de la provincia de Neuquén.