Intentaré escribir una breve semblanza acerca de la trayectoria de Machado Doncel, a fin de que los habitantes de Rosario, estén debidamente informados sobre su vida y obra.
Expresa Guadalupe Palacio de Gómez: “Los grandes hombres no son fruto de la casualidad o de una misteriosa predestinación. Son un producto histórico en cuya plasmación gravitan los ideales de vida del medio social, las nociones morales básicas inculcadas por la familia y manifestadas por el ejemplo de sus padres y el desarrollo intelectual estimulado por la escuela en sus distintos niveles”.
Nació Juvenal Machado Doncel el 10 de noviembre de 1892.
En cuanto a nuestro doctor en leyes hizo estudios primarios y secundarios en Rosario, debiendo concurrir a la Universidad Nacional del Litoral de la ciudad de Santa Fe, porque en nuestra ciudad no existía tal facultad para estudiar Derecho.
Sus primeros pasos en la política, siendo muy joven, se dieron en el conservadorismo, pero no se destacó por sus ideas conservadoras, sino por su fuerte temperamento y capacidad de defender la justicia para aquellos a quienes la justicia los ignora por iletrados o por sus escasos recursos económicos.
Ya profesional colaboró con diarios y revistas y simultáneamente en Buenos Aires, también fue asesor letrado de la Municipalidad, ejerciendo también años como profesor universitario donde cultivó las letras y la historia.
Estudioso infatigable, hizo un gran aporte a la cultura jurídica argentina. Su gran pasión fue la docencia, a la que llegó desde la ciencia de las leyes, que conoció e incrementó de manera constante.
Entendía que la cátedra impone deberes especiales y que para ser digno de ella, el profesor debe acreditar capacidad y vocación probadas, sino también ser ejemplo de dignidad por su conducta en su vida pública y privada.
El sostuvo siempre que los docentes en las aulas confundían civilización con cultura, porque una cosa es trasplantar los elementos de Europa y otra cosa es usarlos para crecer y engrandecer nuestra Patria, como quien abona el terreno donde crece el árbol.
Fue eximia su obra: Los derechos y garantías individuales en la Constitución Argentina, 1938.
Juvenal fue un hombre al que nunca dejó de lado cuanto tuviera que ver con el saber, la transmisión del conocimiento y la defensa de la libertad.
Tanto, que resultó uno de las decenas de profesores universitarios que el 15 de octubre de 1943 dieron a conocer el “famoso manifiesto por la democracia efectiva y solidaridad americana”. Documento a cuyos firmantes les costó sus cátedras.
Eso aconteció con Juvenal Machado Doncel.
Él enseñó a pensar a sus compatriotas.
Fue eximia su obra: Los derechos y garantías individuales en la Constitución Argentina, 1938.
Pensamiento que tradujo en sus obras: “Libertad de prensa” y “El poder de policía” entre otras.
Murió el 22 de mayo de 1951.
Palacio de Gómez Guadalupe: “Hacedores de Rosario”. Rosario, 1998.