EL 1º de Noviembre de 1885, Manuel Arijón inauguró los “Baños del Saladillo” construidos en el mismo lugar donde hoy está ubicado el “Balneario Municipal” aprovechando la creencia popular de que sus aguas tenían propiedades curativas.
En 1886 se construyó una pileta en forma de media luna, con aguas del brazo Norte, a la que continuaba una cascada, que luego retomaba el curso del arroyo Saladillo.
La pileta se complementó con cuartos de baños de inmersión, con piletas de dos metros de profundidad y regulación de temperaturas, las que se inauguraron el mismo año.
Al año siguiente se edificaron 40 baños más y una nueva pileta revestida de cemento de 80 metros de largo.
La existencia de la línea de transporte aseguraba la concurrencia de la gente que se trasladaba desde el centro de la ciudad. Además el tranvía "La Abeja" que llegaba hasta los baños de vapor, partía de la rada 34 cada hora y media.
El éxito de los baños y la gran afluencia de gente llevaron a que en 1891 se inaugurara el restaurante "Los Baños", al que muchos llegaban a bordo de una galera.
En los meses de verano, cuando era mayor la concurrencia del público partía diariamente a las seis de la mañana desde el almacén El Pobre Diablo, frente a la actual plaza Montenegro.
El costo del pasaje era de tres reales, por ida y vuelta, y el regreso se cumplía a las cuatro de la tarde.
Con el paso del tiempo, la instalación de curtiembres y el frigoríco, más los cambios socio -económicos llevaron a la decadencia creciente del balneario.
El diario La Capital del 6 de agosto de 1977 decía:"En realidad ese paseo público viene muriendo desde hace años. Al deterioro natural del paso del tiempo se le sumó la contaminación del arroyo y así, las virtudes salitíferas (yodo y minerales) que fueron durante décadas argumento promocional, quedaron reemplazadas por la contaminación de las aguas con serio peligro de infección.
Parece que, curso arriba, desde criaderos de cerdos, frigoríficos y basurales , se arrojaban desperdicios que en estado de putrefacción convertían el lugar en un foco nauseabundo".
Poco antes la Dirección de Prensa y Difusión de la Municipalidad - Intendencia del capitán de navío (RE) Augusto F. Cristiani anunciaba: “Serán demolidas las instalaciones del balneario Saladillo. En los próximos días se dará a comienzo a los trabajos que serán ordenados por la Secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad".
NOTA CURIOSA PARA NUESTRA CIUDAD:
Es demolida la primitiva obra concebida por Arijón; en su reemplazo se construyó el “Balneario Roque Sanz Peña”, posteriormente conocido como: “Rambla del Saladillo”.
En 1977, la Municipalidad considerando el abandono y mal estado de las instalaciones inicia la demolición.
En la actualidad el predio fue forestado y construido un gran parque.
El balneario cuenta con una piscina de grandes dimensiones.
El emblemático predio, que fue fundado por la Municipalidad en 1992 en avenida del Rosario 400 bis, no sólo cumple una función recreativa, social y esencial para todas las edades, es un lugar de pertenencia cultural.
Núcleo social
El del Saladillo, es el ejemplo de la importancia de los polideportivos como espacio no solo deportivo si no como núcleo social. El verde y amplio espacio se consolidó como una referencia institucional en el tejido social y comunitario de la zona sur.
Aunque con algunos vaivenes a lo largo de las décadas, el Saladillo recibió a múltiples generaciones que lograron apropiarse del espacio e inyectarle su propia impronta.
Las y los visitantes de todas las edades realizan diferentes disciplinas deportivas sobre el playón desde 1993. El básquet y vóley son los más elegidas. Mientras que en la zona de césped, se puede disfrutar de los parrilleros y un amplio espacio natural.
El predio cuenta con la pileta más grande de Rosario. El imponente espejo de agua es utilizado por colonias y escuelas de natación municipales cada temporada y también abre al público de manera recreativa. Además, en el abanico de propuestas acuáticas, se destacan las actividades destinadas a adultas y adultos mayores.