Asienta Abraham Jurafsky, digno discípulo del maestro López Buchardo:”Fue su vida un poema de amor y de ternura, tan sincero que su música sólo puede expresarlo bien. Sólo ella puede hablarnos de lo que fue su espíritu, y en verdad no se sabe si sólo existió para cantar o sólo cantó para poder existir...”
Nació en Buenos Aires el 12 de octubre de 1881 en el seno de una familia numerosa, fue el tercero entre doce hermanos.
Desde pequeño sintió atracción por la música y doña Filomena Buchardo su madre, destacada pianista, alentó con fervor la vocación y el talento del niño, mandándolo a tocar piano a lo del profesor francés Alphonse Thibaud, a su vez discípulo de Saint – Saëns del Conservatorio de París. Sería ella el artífice de su formación musical y logros profesionales.
Muy adolescente compuso música religiosa, y para ello asistió a clases de armonía, contrapunto y composición con el maestro Luis Fiorino.
Los primeros resultados fueron piezas para canto y piano, ya no sacras sino sobre versos de Paul Bourget publicadas como Opus I por la Editorial Breyer Hnos.
López Buchardo en su afán de perfección continuaría estudiando viola, violín y violoncelo con el propósito de ejecutar sus principales obras escritas, en la agrupación instrumental de cámara de los hermanos, Héctor, Juan Cecilio y Próspero Belllucci.
Al fallecer su madre hizo su primer viaje a Europa en 1909, radicándose en París unos cuantos años con el objetivo de estudiar con Alberto Roussel en la Scolla Cantorum, donde se vincularía con los artistas argentinos José André y Celestino Piaggio y el empresario Walter Mocchi, quien le facilitaría contacto con Illica, famoso libretista de compositores de éxito.
En 1913 al regresar a Buenos Aires, el director del Colón, Miguel Cané, (hijo) le ofreció estrenar su famosa ópera italianizante “El sueño del alma”.
Descubierto por el público fue valorizado por un empresario que le encargó composiciones para obras teatrales, entre las que se estrenaron con éxito en los teatros Argentino y Rivadavia serían, piezas sinfónicas como “Escenas argentinas” en 1918, y comedias musicales como “Madam Lynch”. Y “La perichona”.
Por entonces aceptó la presidencia de la Asociación Wagneriana de Buenos Aires, función que desempeñaría durante 32 años, integrando simultáneamente la Comisión Administradora del Colón, más la Dirección y fundación de la Escuela Superior de Bellas Artes de La Plata.
López Buchardo, fue un polifacético músico de un espectro tan amplio que llegó a incorporar a la música culta, elementos de raigambre popular, mereciendo nombrar entre sus obras: “Canción del carretero” y “Vidala”.
En la década del 30, junto a su esposa la soprano Brígida Díaz abordó una reflexiva acción interpretativa que no abandonó hasta el final de sus días, llegando a representar Tristán e Isolda de Ricardo Wagner, bajo la dirección de Arturo Toscanini.
Pese a ostentar talento, sabiduría y una lucidez envidiable en sus últimos años no compuso más, hasta que en el amanecer del 21 de abril de 1948 silenciosamente su vida se apagó rodeado de sus afectos más caros.
Su catálogo vocal incluye óperas, misas, comedias musicales y unas cincuenta canciones. Su obra eludió las grandes estructuras formales y la elocuencia sinfónica a excepción de la única obra para gran orquesta que llegó a escribir, “Escenas argentinas” que se estrenó en 1922 en el Teatro Colón con la Filarmónica de Viena.
Bibliografía:
Jurajsky Abraham: “Carlos López Buchardo”. Ediciones Culturales Argentinas, 1966.
López Buchardo. Calle. Topografía:
Corre de N. a S. a la altura de Baigorria 2500. Barrio 1° de Mayo (Ex - Parquefield).
Se le impuso ese nombre por D. 4.672 del 16 de septiembre de 1977.
Recuerda al polifacético músico Carlos López Buchardo (1881 – 1948).