Jurisconsulto, nacido en Unión, Córdoba el 19 de marzo de 1895, cursó todos sus estudios desde los más elementales hasta los secundarios y el doctorado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, siempre en su provincia natal.
Ejerció su profesión desde muy temprana edad en la Universidad de Ciencias Jurídicas y Sociales de Santa Fe. Carrera que no abandonaría hasta su madurez (1930) llegando a ocupar el Decanato de dicha Facultad durante más de dieciocho años.
Fue después comisionado por dicha institución para estudiar en el Viejo Mundo la organización de Introducción al Derecho y Planificación de Viviendas y Urbanismo.
Por ello a su regreso para resolver el inquietante problema de la vivienda durante su gestión como concejal del Consejo Deliberante de Rosario - problema que aún subsiste en el siglo XXI - redactó un proyecto de trece artículos con fecha 12 de abril de 1948, del cual es necesario transcribir el artículo N°1 “Créase, como entidad autárquica el servicio público de la vivienda con la misión de propender a que toda la población de Rosario pueda contar con habitación sana ya alegre”.
En una conferencia radiotelefónica, Lo Valvo expresó: “De los anhelos familiares- hemos dicho alguna vez- la posesión de la casa es lo que más nos sigue y acaricia. Pensamos en ella, en las veladas del invierno y en las mañanas del estío, en los momentos de gozo y en los instantes de adversidad. Contados empero, muy contados son los que logran lograrlo”.
Sus múltiples mociones abarcarían un amplio espectro: casas del Servicio Público de la Vivienda con luz y verdor circundante, formación de bosques municipales, la creación de un gran hotel de turismo, erección de una ciudad universitaria, granjas y huertas familiares, una estación Terminal de ómnibus única, embellecimiento de la zona sur, trabajos de jardinería en Bulevar Rondeau, gimnasios y parques para los más carenciados y la muy importante creación del Departamento Municipal de Higiene Social a fin de prevenir grandes flagelos.
Moderado, sereno, inteligente y creativo, era Lo Valvo un funcionario público que amaba a su ciudad, y que internamente quería hacer de Rosario otra ciudad donde el corazón goce y la vida cante, otra ciudad moderna, otra ciudad magnífica, otra ciudad triunfal según sus propias palabras en su obra “Planificación y Urbanismo”, Rosario 1949.