LIMA

Lima es la castellanización de Rímac, nombre del río que baña la región y en quichua "rimay" significa hablador y aplicado al río equivale a Murmurador, aludiendo al ruido de su corriente rumorosa y cantarina.

Lima  o "ciudad de los reyes" fue fundada el 18 de enero de 1535 por Francisco Pizarro, hijo ilegítimo de un señor español, destinado desde los cuatro años a cuidar piaras ajenas, cuya sed de revancha lo trajo a América y después de deambular por estas tierras  durante un cuarto de siglo, se alzó con un imperio. 

En el año 1532 harían irrupción en la zona del Rímac, tropas españolas a sus órdenes, hombres de cutis blanco y largas barbas que tanto  con el destello de sus armaduras y de sus espadas como los briosos animales que montaban dejarían estupefactos a los naturales de la región.

Llegaron al Perú estas huestes hispánicas en momentos que el país estaba sumido en una guerra civil: el difunto inca Huayna Cápac había repartido su imperio entre sus dos hijos, el legítimo y, por lo tanto, heredero Huáscar, y el ilegítimo, Atahualpa, que no tardaron en disputar entre ellos para quedarse con toda la herencia.

Cuando regresó Pizarro al Perú, el primero había caído  prisionero del segundo en Cuzco y en varias ciudades se vivía un clima de terror. Circunstancias que favorecerían  al invasor, quien después de fundar San Miguel en junio de 1532, avanzó hacia Cajamarca donde se hallaba el Inca triunfante en la disputa.

El Inca, por su parte, fue informado por sus agentes de que los extranjeros no sólo no eran dioses, sino que cometían toda clase de abusos. Les hizo saber que los esperaba.

Mediante una treta, Pizarro siguiendo la táctica de Cortés, lo tomaría prisionero Tal actitud denigrante no se lo esperaba aquél que fuera cabeza de un Imperio poderoso y ducho en el manejo de relaciones humanas.  El Inca,  hombre de grandes luces entonces ofreció un suculento rescate que se repartirían los conquistadores.

Muy lejos de lo esperado no sólo no lo liberaron, sino por el contrario lo   acusaron de haberles usurpado los bienes que correspondían a la Corona, ser idólatra y tramar una conspiración contra ellos, condenándolo  al cadalso el 29 de agosto de 1533.

Después de intentos fallidos de proclamar nuevos Incas que fueron asesinados, Pizarro llegaría al Cuzco saqueando templos y palacios.
Entrado en el territorio comenzaría la fundación de nuevas ciudades. Organizado un Cabildo, ante el cual Pizarro tomó el título de gobernador, dos años después fundó Ciudad de los reyes en 1535  que empezó a ser llamada Lima.

Se quedó allí junto con Inés, la hermana de Atahualpa, de la que se había apropiado, y los dos hijos que tuvo con ella,  Francisca y Gonzalo.

El 7 de diciembre de 1537, el emperador Carlos V  daría armas a la ciudad" escudo en campo azul con tres coronas de oro de Reyes puestas en triángulo y encima de ellas, una estrella de oro, por orla unas letras del mismo metal quedecían Hoc Signum Vere Regum Est ( significativo símbolo real ) y por timbre y divisa dos águilas negras coronadas en oro que se miraban una  a la otra y abrazaban una I y una K  con una estrella encima, que eran las letras iniciales de los nombres de los reyes.

En cuanto a la denominación Ciudad de los Reyes,  algunos historiadores de esa época hispánica consideran que debía ser por los Reyes Magos porque ser el día 6 de enero la fecha en que se la llamó por primera vez de tal modo.

En el actual siglo XXI, “Damero” llaman al centro de Lima, Damero de Pizarro, porque las calles, que aún conservan su aire colonial totalmente reciclado en el siglo pasado (en los años 80 y 90), están trazadas como en un tablero de ajedrez. Y no sabemos si el tal Pizarro era amante de ese juego.

En el corazón de Lima, en la Plaza Mayor, rodeada de monumentos, algunos renacentistas, otros barroco - español – aborigen se hallan la Catedral, el Palacio de Gobierno, Iglesia y convento de San Francisco, la Iglesia y convento de la Merced y la Iglesia y monasterio de Santa Rosa de Lima entre otros bellísimos edificios, que guardan en sus fachadas e interiores el trabajo de miles de aborígenes convertidos de facto  al cristianismo, que dejaron sus vidas por la horrorosa esclavitud impuesta por  los colonizadores.

 

Bibliografía:
Levene Ricardo y Levene Ricardo (h): "Historia argentina y americana." Tomo I. Editorial Omega. Buenos Aires. 1978.

Lima. Calle. Topografía:
Corre de N. a S. entre las calles Valparaíso y Servando Bayo, desde 400 hasta 3.200 a la altura de Eva perón 4300; Cerrito 4300.
Su apertura fue autorizada por O.  30 del año 1905.
Recuerda a la ciudad capital del Perú.