Enuncia Armando Alonso Piñeiro en su "Cronología histórica Argentina":
"Cuando los soles brillan mucho se corre el riesgo de ocultar con su esplendor otros astros. Algo así ocurre con el desarrollo de la historia, donde aparentemente un George Washington pudo eclipsar a un Thomas Jefferson, o un Napoleón a un Murat.
Entre nosotros, las glorias de San Martin o Belgrano, a veces no permitieron la correcta perfilación de personajes que actuaron en primera línea, y cuya ciclópea labor fue reconocida por esos mismos grandes protagonistas.
Eso ocurrió con el general D. Juan Gregorio de las Heras, que nació en Buenos Aires el 11 de julio de 1780, en una casa de la calle Piedras esquina con otra calle que después llevó el nombre de Belgrano".
Esta casa había sido de su abuelo materno la que fuera demolida en el siglo XX para dar paso a la diagonal Roca que arranca de la plaza de Mayo y que llega hasta el lugar en que estuvo el solar natal de nuestro prócer
Fue su padre don Bernardo Gregorio de las Heras y su madre la distinguida doña Rosalía de la Gacha y Rojas Acevedo, perteneciente a una familia de empresarios navieros y mercantiles radicados en la capital porteña con casa principal en Cádiz.
Inscripto en el Colegio Convictorio Carolino recibió lecciones del sabio maestro doctor y canónigo, Fray Luis José de Chorroarín, titular más tarde del Congreso de Tucumán en 1817.
Al producirse la primera invasión inglesa, pasaría como simple soldado a integrar el Cuerpo de Húsares de Pueyrredón durante la Reconquista de Buenos Aires.
Su bautismo de fuego despertó una auténtica vocación militar y optó en continuar en el Escuadrón de Húsares de la Unión destinado en Córdoba; razón por la cual al estallar la Revolución de 1810 se encontraba lejos de los movimientos independistas.
Designado por el gobierno porteño para proteger a las autoridades chilenas de la inminente invasión del brigadier Pareja, se radicó en Chile hasta que surgieron desaveniencias entre o´higginistas y carreristas, siendo expulsado por Carrera.
En Mendoza, junto al agente argentino Juan José Paso informaría de lo ocurrido al gobernador interino de Cuyo, el general don José de San Martín, convenciéndole de la necesidad de considerar a don Bernardo de O¨Higgins como el principal jefe chileno.
Allí contribuiría activamente en la formación del Ejército de los Andes y el 8 de noviembre de 1814 asumió como comandante del Batallón de infantería de Línea con 600 plazas que se creara entonces.
En enero de 1817 atravesó la cordillera frente a la División de Vanguardia y participó activamente en la histórica batalla de Chacabuco, el 12 de febrero.
En ese mismo año obtuvo nuevos triunfos en Curapaligüe y Las Vegas de Talcahuano y el 5 de mayo lograría una nueva e importante victoria en Cerro Gavilán.
O´Higgins, que ya venía dispuesto hacia el prócer, ante su brillante comportamiento en los combates dirigió oficios a Pueyrredón y San Martín en los que diría: "Ha brillado en esta jornada el valor y tino militar del coronel Las Heras. Recomiendo a V. E. su distinguido mérito".
En marzo del año siguiente, pasaría el Maipo siendo recibido en el campamento patriota con una parada militar y salvas de 21 cañonazos más las campanas de todos los templos de la ciudad capital chilena.
Sin duda ese día debió ser para Las Heras, uno de los más gloriosos de toda su larga existencia.
Sólo una semana después se produjo la batalla de Maipú que diera independencia definitiva a nuestra patria, donde otra vez con sus hombres lucharía con denuedo y valor inigualables.
En 1820, ya coronel efectivo y con cuarenta años, Las Heras contrajo matrimonio con Carmen de Larraín y Salas de sólo 20 años, hija de una opulenta familia santiaguina.
Continuando con su carrera de triunfos, en el Perú pondría sitio al Callao actuando en un comienzo como jefe de Estado Mayor y luego al asumir el general San Martín el gobierno con el título de Protector, recibiría el título de consejero de Estado, gran mariscal del Perú, más la condecoración de la Orden del Sol en su más alto grado de Fundador.
Regresaría después a Chile primero junto a su familia y a las Provincias Unidas después, recibiendo a su llegada a Buenos Aires en abril de 1824, la noticia de haber sido elegido gobernador de la provincia.
Desde 1824 a 1826, las Heras asumió las más altas funciones del país respondiendo a la declaratoria de guerra del Imperio del Brasil y contribuyendo a la creación de la República del Uruguay.
También convocó a un Congreso General Constituyente, más esa Carta Magna de 1824 no fue aceptada por los pueblos del interior por considerarla de carácter unitario.
Llegaron sus años del retiro en Chile, que con el advenimiento del gobierno de Rosas – régimen con el cual jamás comulgó –que se convertirían en los años de exilio. Allí presidió la Comisión argentina de los exilados del rosismo, que integró junto a Sarmiento,.
Más cansado de luchar física y espiritualmente por la causa de la Independencia, como descanso del guerrero dedicó el final de su vida en el país trasandino a la explotación de la hacienda "San Andrés" propiedad de su esposa, y sólo luchando para que le reconociesen el rango de mariscal peruano, y consecuentemente le abonasen los sueldos adeudados.
El 6 de febrero de 1865 falleció en Santiago de Chile, más sus restos fueron repatriados durante el gobierno del Dr. Figueroa Alcorta, quedando depositados en la Catedral, en la propia tumba del Gral. San Martín, su jefe y amigo.
Bibliografía:
Martínez Baeza Sergio: "El papel de Las Heras en la historia sudamericana" en la revista HISTORIA dirigida por Armando Alonso Piñeiro. Marzo - Mayo 1962. Tomo 2. N°5.
Heras Juan Gregorio de las. Cortada. Topografía:
Corre de N. a S. desde Esteban de Luca hasta Lamadrid, desde 5000 hasta 5099, a la altura de Lamadrid 500.
Se le impuso ese nombre por Decr. 1190 de 1936 y Ord. 153 de 1939.
Recuerda al excelso militar argentino, don Juan Gregorio de las Heras (1780 - 1866) que luchara por la Independencia de nuestra Patria y América al igual que el Gral. San Martín.