LAS FLORES

Nombre de una calle y de un barrio de Rosario. Este nació en 1967. En su formación confluyeron portuarios, trabajadores del frigorífico y obreros de la construcción y los “constantes recién llegados” en busca de trabajo, explicita el diario La Capital en su edición del 9 de marzo de 1997.


En la zona Sur del ejido urbano rosarino se aglutina un conglomerado de casas y sectores conocidos como Las Flores N, Las Flores S, La Granada y el 17 de Agosto, que naciera sin nombre con unas cien sencillas casitas.


Esa cantidad de construcciones fue variando con el primer Plan Municipal implementado en 1967 con nuevas 350 viviendas.


Cuando el Mundial de Fútbol de 1978, exigió cambios de mano en las calles, construcciones de estadios, centros de convenciones, es decir un maquillaje estético a la ciudad, para el logro de una imagen más acorde con el primer mundo, y como el barrio Las Flores no ofrecía la mejor vista desde la autopista, se construyó un alto muro que separaba una arquitecturas de vida, aislándolo de los posibles turistas.


Como una consecuencia de la situación generada en el puerto entre 1980 y 1985, cuando La Terminal Rosario pasó de trabajar de 4 toneladas de granos a menos de la mitad, la estabilidad económica de los habitantes en su mayoría portuarios, tuvo una caída estruendosa que ocasionó el atraso en el pago de las cuotas y en el mantenimiento de las viviendas.


Si bien las calles tomaron el nombre de Flores, la desazón cundió ocupando dicho barrio las migraciones provenientes del Chaco santafesino y del Chaco propiamente dicho, en camiones cargados con la esperanza de encontrar un trabajo y que se relacionaría con la población primitiva en forma estrecha en su lucha por una vida mejor.

Pero la integración se fue dando a través de: instituciones culturales, cuatro escuelas abrieron sus puertas, jardines de infantes y escuela secundaria para aquellos que quisieran seguir estudiando.


El barrio tuvo espíritu corporativo porque la presencia de comedores en las escuelas fue y aún hoy es muy convocante, de modo que gran parte de la masa estudiantil primaria estudia y almuerza en las escuelas. Estos tomaron mayor relevancia a partir del periodo inflacionario del 83 al 89.


Cuando el 18 de febrero de 1990, un titular de La Capital denunciaba “Otra vez ronda por Rosario el fantasma de los saqueos” y en rigor el 21 de febrero por la zona sur se produjeron tentativas y algunos casos de usurpación hubo, los vecinos del barrio pasaron a llenar páginas al adjudicárseles los saqueos.


A partir de ese momento, la discriminación a la hora de mencionar el origen o la residencia se volvió amenazante, y mucho menos de poder conseguir trabajo o lograr la confianza de otros sectores de la ciudad.


Pero la evolución del lugar siguió firme, las asociaciones vecinales han sido las encargadas de pelear por las necesidades más urgentes. Las cloacas y los desagües pluviales ocuparían un lugar primordial en esa lucha, así como la provisión de agua potable en algunos sectores.


La Escuela 407 creada en 1992, cuando la ley 10.912 aprobó su formación, el Ministerio nunca le dio carácter de existencia jurídica, generando que los alumnos defendieran su permanencia y estabilidad, hasta buscar apoyo en la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos, la que no dudó en apoyarlos al igual que el estudiantado del Instituto Politécnico General San Martín.


Se debe destacar la tarea que despliegan obstetras, ginecólogos, odontólogos, y psicólogos como asistentes sociales atendiendo infinidad de casos a diario, tanto en el dispensario municipal como en el provincial del área.


Sumaban sus esfuerzos también para intentar cubrir las campañas de prevención tan importantes en un barrio expuesto permanentemente.


No todo fue perdido tanto en ese barrio como en otros, pese a los embates de las distintas oleadas de crisis económica que agobia a casi todos los estratos sociales.
En definitiva no se perdió ni se perderá la esperanza que Rosario es fruto de su propio esfuerzo y siempre ha logrado salir adelante.


Dicho barrio tiene la suerte de llevar el nombre “Las Flores”, el cual se caracteriza por significar belleza y elegancia,  y sus colores y formas, evocan sentimientos y emociones que van desde el amor a la alegría y el agradecimiento.


 A veces, cuando queremos expresar a otra persona nuestro sentir, creencias o pensamientos, ya sea amor, agradecimiento o alegría, regalamos flores para comunicárselo.

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Bibliografía:
Información obtenida del artículo: "La historia de Rosario desde la mirada cómplice de sus vecinos. Capitel en Las Flores". Edición 9 de marzo de 1997.

Las Flores. Calle. Topografía.
Corre de E. a O. desde 2900 hasta 3699, a la altura de Ovidio Lagos 5300.
Se le impuso ese nombre por D. 3725 de octubre 1945.
Recuerda al barrio de Rosario que se conformó en su totalidad en el año 1967.
Antiguamente se creyó el nombre se debía a una antigua estación ferroviaria del Dpto. Capital que se llamó así por la denominación de un arroyo existente en esa zona.