Desde 1930 hasta 1940, la pintura rosarina comenzó a transitar por caminos de definitivas búsquedas tanto expresivas como ideológicas, fundándose en numerosas asociaciones que se encargaban de demostrar el inconformismo de los hombres de la cultura, a la vez que aparecieron publicaciones vinculadas con las artes plásticas, en las que se proponían nuevas formas expresivas y la necesidad de hacer manifiestos los problemas sociales de la época a través de la pintura.
Una de esas instituciones plásticas sería la “Agrupación de Artistas Plásticos Refugio” de 1932. Al regresar de Francia Antonio Berni por esos mismos años fundó la “Mutual de Estudiantes y Artistas Plásticos” que sería el germen del proyecto de una Escuela Provincial de Bellas Artes creada en 1935.
En 1936 se integró el “Grupo de los Nueve” formado por pintores de gran valía.
Por caminos vinculados a esos grupos pero también a través de una obra solitaria y valiosa transitaría Ramón Gómez Cornet, que no sólo era un dibujante sino un extraordinario pintor, prevaleciendo su expresión en sus óleos como en la cuarentena de sus dibujos, a lápiz la mayoría de ellos.
Agrega la publicación Argentina Libre, el 1° de agosto de 1941: No sólo hay sensibilidad en sus dibujos, sino una fuerte documentación dramática.
Supo extraer de esos tipos humanos de su tierra natal todo cuanto pueda tener significación universal en el orden físico y en el orden moral: de ahí el valor de sus dibujos fueron un documento de la realidad social del interior del país a principios de la década de 1940.
Su famosa pintura “Muñeco” existente en el Museo Provincial de Bellas Artes de La Plata es una muestra natural de lo que habrían captado sus sentidos, cómo percibió esa imagen y la volcó en la tela.
También, unió la construcción clásica de Ingres con la pasión de Delacroix, sus maestros.
Y como esa estampó otras figuras de un pretérito que se añora, con el que hoy nos sentimos tremendamente desvinculados.
Allá por ese año, un grupo de sus amigos, pintores, escultores, músicos, críticos y literatos se amalgamaron para adquirir uno de sus cuadros “Retrato de Rosario”, con el propósito de donarlo al Museo de Bellas Artes de Buenos Aires, para el logro de un reconocimiento artístico de quien había sido olvidado.
No es ni será la primera vez que el mundillo artístico se conmueve para realizar un acto colectivo de justicia.
La publicación “Argentina Libre” de 25 de diciembre de 1941, dice: “Una vida de probidad como la suya, de sacrificios incruentos para perfeccionarse, merece su consagración, estimación que ha de llegar cuando los espíritus se aquieten y se aprenda a valorizar con exactitud”.
Jorge Romero Brest en su obra “Pintores y grabadores rioplatenses” Pág. 99 enuncia: “Cuando en el siglo XVII se afirmaba que el dibujo era la base de la pintura y de la escultura, se estaba en lo cierto, porque el dibujo es el mundo esencial para el logro de la expresión sensible”
A ello es necesario sumarle la sensibilidad y el mundo interior del pintor… La mayoría de los artistas se han dejado llevar por los dos caminos cantados.”
El verdadero artista no se conforma con la aproximación a las formas, sino la coincidencia de su esquema mental y la realización del mismo. Estos últimos no han podido nunca desprenderse del dibujo.
Era confórtate ver a Gómez Cornet con la modestia que le era habitual exponer una cuarentena de dibujos a lápiz, la mayoría; muchos de ellos paisajes y personajes típicos de la provincia que recorriera, Santiago del Estero.
Bibliografía:
Romero Brest Jorge: “Pintores y grabadores rioplatenses: Ramón Gómez Cornet”. Pág. 99. Editorial Argos. Buenos Aires.
Gómez Cornet Ramón. Cortada. Topografía:
Corre de NO a SE a la altura de Palestina 2200. Parquefield.
Se le impuso ese nombre por D. 4672 del año 1977.
Con anterioridad se denominó calle 46.
Recuerda a Gómez Cornet Ramón (1898-1964), pintor y dibujante argentino. Sus principales obras son “Muchachos santiagueños”, “El muñeco”, “La alfarera” y otras. Se lo consideró el precursor de la pintura moderna en Argentina. Ejerció el periodismo y también fue diplomático y docente.