GALLARDO
ANGEL (1867 – 1934)
Nació
en Buenos Aires el 19 de noviembre de 1867 cuando el país se desangraba en la
guerra del Paraguay; año en que aparecería otro infotunio: el cólera, que
después de hacer estragos entre los paraguayos se dejó sentir en las filas
aliadas a las que cobró elevado tributo.
Cursó estudios secundarios en el Colegio Nacional, graduándose más tarde de ingeniero civil.
Al
producirse la Revolución del parque, el 26 de julio de 1890 participaría como
un soldado más en los cantones de la Unión Cívica.
Envuelto
en el frío y brumoso silencio del amanecer, provisto de un fusil,
una cartuchera llena de balas, un cinturón y sable bayoneta
integraba un cuerpo cívico de cientos de hombres apostados en la azotea de un
edificio, centro de los combates (ubicado sobre la actual
calle Uruguay). Allí permanecería junto a correligionarios jóvenes,
los tres días que duró la contienda hasta producirse la rendición.
Como
dijera cuarenta años después de esa revolución, el líder socialista Nicolás
Repetto en la Cámara de Diputados de la Nación:
”la fuerza revolucionaria del 90 no era una organización de ideas políticas
y de principios homogéneos, sino que era una organización de circunstancias,
un conglomerado de fuerzas políticas diferentes que acudían de todos los
horizontes y dentro de los cuales no habría sido posible una gran acción de
gobierno.”
Seguramente
pese a la renuncia de Juárez Celman, la crisis del 90 sólo quedaría reducida
a un episodio en el crecimiento del país y así lo entendió Angel
Gallardo que de ahí en más abandonaría cualquier intento político para sólo
abocaríase a su gran vocación:
“las ciencias naturales” que
no sólo pretendió estudiar sino modificar
como uno más de sus hacedores.
Desde el comienzo de su andar por la universidad tuvo la idea clara y la suerte de encontrar amigos que fueran científicos así viajó a Europa en busca de otras enseñanzas y a su regreso doctoróse: dedicándose primitivamente al estudio de los insectos particularmente al comportamiento de las hormigas y después al proceso de la división celular, que expuso en dos obras: “Investigaciones modernas sobre la herencia en biología” e “Interpretación dinámica de la división celular”. También escribiría textos para alumnos del nivel secundario, como su famosa Zoología.
Gallardo no sólo sería un hombre de ciencias sino que la función pública absorbería gran parte de su tiempo: la dirección del Museo de Buenos Aires, sucediendo a Ameghino, rector de la Universidad y ministro de Relaciones Exteriores y Culto durante la presidencia de Marcelo Torcuato de Alvear (1922 – 1928), gestión esta última que lo llevaría a inaugurar en Génova la estatua ecuestre del Gral. Belgrano gemela a la emplazada en el parque de la Independencia de Rosario.
En esa función diplomática al visitar al Sumo Pontífice le cupo disipar las nieblas que nuestro país mantenía con el Vaticano a raíz del ingrato asunto del Arzobispado de Buenos Aires.
También el canciller debió representar a la Universidad de Buenos Aires en la celebración del centenario del nacimiento del gran físico francés Berthelot, y sería su disertación la única en nombre de todas las delegaciones argentinas demostrando con sus palabras el lugar que por entonces Argentina ocupaba en el mundo. Otro acto de su gestión efectiva - cuando estábamos lejísimos de la globalización de hoy - sería establecer una circular informativa quincenal a todos los agentes diplomáticos de Argentina dispersos por el mundo para, que supieran los logros y noticias de interés general en todos los órdenes de nuestro país.
En síntesis podemos afirmar que Angel Gallardo fue un hombre multifacético: político, investigador, sabio naturalista, orador, hábil diplomático, mostrando en su amplio quehacer, un caballero sin tacha.
El día 13 de mayo de 1934, los diarios de la mañana de Buenos Aires anunciaban la muerte de esa personalidad argentina.
Bibliografía:
Doello
Jurado Martín. “Pretérito y destino de las ciencias naturales.” Diario La
Nación en su edición del 1° de enero de 1939.
Gallardo
A. L: “Memorias inéditas”.
Gallardo
Guillermo: “Presidencia de Alvear. Vicepresidencia de Elpidio González (1922
– 1928) en Historia de Levillier. Tomo IV.Pág.3430 y sig.
Gallardo.
Calle. Topografía:
Corre
de S. O. a N. E. desde 1100 hasta 1299 en el grupo de manzanas circunvaladas por
las calles Washington (1800), San Martín, Unión y Moreno Oeste.
Se
le impuso ese nombre por D. 24606 del 2 de marzo de 1960. Recuerda al hombre de
ciencia Angel Gallardo (1867 - 1934) que
fuera doctor en Ciencias Naturales y
eximio diplomático.