Montigny Le Roi era un pequeño poblado francés donde nació el 26 de febrero de 1842, Camilo Flamarion quien dejaría con el tiempo su misión pastoral para dedicarse a la astronomía.
Cursó teología en el Seminario de Laugres, más por razones económicas debió interrumpir por algún tiempo sus estudios para entrar como aprendiz en un taller de grabado.
Después reingresó al convento, pero haciendo caso a su intuición científica los abandonó por completo. Nadie imaginó que en su cerebro bullía el interés por resolver ecuaciones larguísimas durante horas.
Su incansable ansia de aprender lo levaría a leer piezas fundamentales para su y su pasión intelectual como Óptica de Séller, Principia de Newton y Geometría de Descartes, no sólo con el propósito de explorar ese cóctel de disciplinas sino de llevar algunas a la práctica.
A los 20 años en París publicó “La pluralité des mondes habités”. Obra que le haría alcanzar uno de los primeros lugares entre los divulgadores científicos de su patria y en 1864 sería nombrado redactor científico del Cosmos y del Magazine Pinttoresque y durante tres años su popularidad lo consagraría como valeroso investigador científico.
Tarea que abandonó para inaugurar al año siguiente un curso de astronomía popular en un observatorio propio, el que trasladaría ya perfeccionado a Juvisy –sur – Orge, donde fascinado por Newton aplicó la doble refracción, la polarización, la visión binocular y aplicando el sextante de reflexión o telescopio pudo observar la distancia entre la Luna y las estrellas.
Silencioso, austero y con dificultades para relacionarse no estuvo sojuzgado a los centros oficiales, pero sus teorías sobre los cuerpos celestes alcanzaron divulgación universal.
La astronomía le debe a Flammarion un sinnúmero de estudios y descubrimientos de estrellas dobles, movimientos de las mismas, manchas solares, como exploraciones sobre topografía y constitución física de nuestro planeta y su satélite la Luna. Hasta se arriesgó a teorizar sobre la existencia de vida en Marte, convirtiéndolo en un verdadero referente.
A través de sus obras flexibilizó las imágenes científicas de fines del siglo XIX y albores del siglo XX entre las que podemos citar:”Les mondes imaginaires et les mondes reeles”, 1865 que reeditó 30 años después; Voyages en ballon, París 1870; Le monde avant la creátion de l´ hommme, París 1886;Astronomic des dames,1903; y “Les ecipses du vinglieme siele; entre otras.
Fue discutido por sus contemporáneos al postular la inexistencia de Dios, tanto que en su madurez abrazó el espiritismo con tanta vehemencia que atribuiría los fenómenos descubiertos como fruto de un médium.
Tal vez los años le hicieron reflexionar que no pudo haber sido tan determinante afirmando sobre los buenaventuranzas del espiritism, al expresar en las columnas de “La Revue de Finot” que desde hacía 40 años su observatorio de París era visitado por mediums, cuya integridad moral era ciertamente dudosa.
Falleció Flammarion en 1925 dejando a la humanidad el interrogante sobre la existencia de vida en el planeta Marte.
Bibliografía:
Universitas. Enciclopedia Cultural Tomo . Salvat Editores S.A. 1959.
Flammarion. Calle . Topografía.
Corre de N. a S. desde 5200 hasta 5699, a la altura de Presidente Roca 5500. Barrio Roque Sáenz Peña.
Carece de designación oficial.
Recuerda al fecundo y erudito astrónomo Camilo Flammarion (1842 – 1925).