Don Alfredo Rouillón, creador del Aero Club Rosario, resaltó nítidamente referiéndose al nacimiento efectivo de las actividades aéreas organizadas en nuestra ciudad, al decir: “Hay personas que a través del tiempo, fueron adquiriendo una dimensión extraordinaria…fueron pilotos por vocación que amaban volar por volar, por el arte de volar, por la libertad y belleza del cielo y por la aventura de la vida en el aire” como lo definiera la señora de Charles A. Lindberg.
Uno de aquellos pioneros fue don Pedro Ficarelli, nacido en Casilda, provincia de Santa Fe, el 17 de junio de 1895, hijo de Pedro Ficarelli y Catalina Agoletti.
Fue bautizado en nuestra Iglesia San Pedro de su ciudad natal y vivió en la misma, en la calle Mendoza 1128.
Se inició en el vuelo mecánico bajo la dirección del italiano Nicolás Bó, con quien hizo todo su aprendizaje obteniendo su brebet con excelente calificación en prueba fiscalizada por el Aero Club Argentino, el 20 de noviembre de 1920.
Este excepcional piloto argentino el 15 de Noviembre de 1927 participó en la iniciación de los vuelos desde Natal, Brasil hasta Buenos Aires y el 1 de marzo de 1928 realizó el primer enlace con Francia. Allí del circuito San Isidro – Mar del Plata, donde obtuvo el 7° lugar.
Después se trasladó a Rosario en donde como instructor en el viejo aeródromo del Saladillo estuvo dedicado con mucha firmeza a instruir a jóvenes deseosos de volar.
Fue después designado por nuestro país para la diagramación de los lugares de los futuros aeropuertos en la Patagonia.
Al organizarse la línea aeropostal al Paraguay, Ficarelli entró a integrar la empresa “Aeroposta Argentina”, precursora de Aerolíneas Argentinas y como tal inauguró el día 1° de enero de 1929 la línea hasta Asunción.
Los servicios regulares partían del aeródromo de General Pacheco con dos aviones Laté 25, uno a cargo del francés Paul Vachet y el otro conducido por Ficarelli.
Como la mayoría de los pilotos pioneros, este precursor de la aviación comercial argentina encontró la muerte al siniestrarse en Paraguay entre las localidades de Sapucay y Caballero, el 16 de agosto 1929 debido a condiciones meteorológicas difíciles.
Sus restos descansan en el cementerio La Piedad de Rosario. Es considerado la primer victima de la aviación local.
Recién en 1995 en el aeródromo local se coloca una placa en su memoria. En Rosario una calle del Barrio Ludueña fue designada como Aviador Ficarelli.
En Casilda la cortada que une las calle Cerrito y 9 de Julio entre D. Aligheri y Zeballos desde el año 2000 fue designada con su nombre.
Sus restos fueron traídos a nuestra ciudad, dos días después por el legendario Jean Mermoz.