Nos narra Guillermo Gallardo:"Sólo cuatro años hacía que el Obispo de Buenos Aires, don Benito de Lué y Riego consagrara el nuevo edificio de la Catedral, cuando en su majestuoso recinto (disimulado exteriormente por la desolación del frente en ruinas), el organista Juan Bautista Goiburu derramó el agua bautismal sobre la cabeza de un párvulo nacido el día anterior, el 17 de agosto de 1808, al que le impuso el nombre de Juan Pedro".
EL clérigo Juan Antonio Picasarri, tío del niño, español que no quiso nacionalizarse argentino, fue incluido durante el Directorio de Pueyrredón en la nómina de los eclesiásticos enemigos de mayo que debieron regresar a España.
Al partir en 1808 se llevó a su sobrino Pedro Esnaola con el propósito de educarlo en España.
Regresaron ambos a Buenos Aires cuando se promulgó la "ley del olvido en 1822", propuesta por el gobierno de Martín Rodríguez a instancias de su ministro Bernardino Rivadavia.
Salvo esta emigración inicial, Juan Pedro Esnaola transitó durante sus casi setenta años de vida sin que los embates políticos le hicieran mella.
Con sólo 14 años anunciaba en el Semanario Argos del 18 de setiembre la apertura de una escuela de música, con el propósito de dar lecciones de canto y piano.
Nos dice Gónzalez Arrili :"Agréguese que el gobierno resolvió costear en dicha escuela los estudios de música vocal e instrumental de un cierto número de jóvenes, incluidos niños de la Casa de Expósitos".
Durante el año 1823 intervino Esnaola en la gran función de la Sociedad Filarmónica en ocasión de las fiestas mayas, contribuyendo Mariquita Sánchez en el arpa, mientras su esposo Mendeville interpretaba la obra en un dúo con Micaela Darragueira, señalada por muchos como alumna de Blas Parera.
De 1827 a 1828 fue un época de gran fecundidad para el maestro Esnaola, pues compuso música sacra, misa a tres y cuatro voces, responso y oberturas, todas listadas en la Gaceta musical de Buenos Aires, agregándosele un Himno con letra de Florencio Varela cantado en el Colegio de Ciencias Morales.
A partir de 1837 es concebible que no continara su colaboración musical con Echeverría, prefiriendo buscar otros motivos de inspiración en obras poéticas de personas menos comprometidas que su antiguo amigo, pues compartía ideas federales, que harían resonar una nueva cuerda en su lira.
Compuso además de las canciones al gusto de la época, valses, contradanzas y cuadrillas, más el Minué Federal de 1845. Así puso música a una canción compuesta por Vicente Corvalán, miembro de la Sociedad Popular Restauradora, a las glorias del Gran Rosas.
Muy devoto de Manuelita, contribuía animar sus reuniones con el piano y el canto de sus obras.
El general Mansilla (hijo) en sus "Memorias" recuerda al músico como visitante asiduo de la casa y reconstruye una escena en que su madre, Agustina Rosas, tararea el último vals que cantan en Palermo, obra de Esnaola, y lo repite hasta que el maestro de música de su hijo lo saca con la guitarra.
Después del 3 de febrero de 1852, Urquiza lo nombraría para integrar la Comisión Directiva de Serenos y cinco años después, electo presidente del Club del Progreso.
En 1858 fue nombrado Jefe del Departamento de Escuelas por Sarmiento.
Como creador, su prolífera labor estuvo destinada a la música litúrgica, los conjuntos orquestales, canciones de cámara y las piezas de salón.
Su principal mérito radicó en que, sin escapar de la influencia de Rossini, imprimió en sus partituras características locales que constituyen un verdadero antecedente del nacionalismo y romanticismo musical argentino.
El ambiente musical de Argentina en la época de Esnaola permitía dos posibles actividades: el apoyo de la liturgia en la iglesia (música sacra) o la tertulia, música de salón y esparcimiento.
Esta última respondía a los más estrictos dictados de la moda de la época, y se centraba en la danza , aunque también era costumbre escuchar intermedios y fragmentos instrumentales. Las Polcas, Valses y Mazurkas de Esnaola fueron de las más populares en Buenos Aires durante la segunda mitad del Siglo XIX.
En 1860 efectúa una revisión que es declarada versión oficial por el gobierno argentino en 1928.
Música litúrgica
Agnus Innocens, Motete al Sacramento, Ave Maris Stella, Himno a cuatro voces, 2 himnos: Himno a Nuestra Señora de las Mercedes (1868), Himno Iste Confesor, Invitatorio (7-11-1828), 3 lamentaciones: Cogitabit Dominus, Lamentación a cuatro voces con acompañamiento de orquesta para jueves santo (3-03-1845). Dedicatoria: Canónigo Felipe Elortondo y Palacios. Lamentación segunda del jueves santo a solo de tenor (ca. 1845). Misericordia Domini, lamentación a cuatro voces con acompañamiento de orquesta para viernes santo (13-03-1835). Dedicatoria: Canónigo Felipe Elortondo y Palacios, 2 marchas fúnebres: Marcha fúnebre (1827). Marcha fúnebre (1836). Dedicatoria: a la memoria de su madre, Josefa Teresa de Picasarri, 3 misas: Misa a tres voces para contralto, tenor y bajo (1824). Misa a cuatro voces (1825). Misa (1826), Réquiem argentino para tenor (1825), Miserere Mei Deus a cuatro voces con acompañamiento de piano (28-03-1833), etc.
Música orquestal
Cavatina con acompañamiento de gran orquesta (1826), sinfonías [oberturas]: Gran Sinfonía (1824), Sinfonía Nº 1 (1826), Sinfonía Nº 2 (1830), y un Vals espléndido para orquesta (1837).
Música de cámara
6 canciones: Canción (3-10-1837). Texto: L. Méndez a la memoria de Sara Irigoyen. Canción (1838). Texto: Francisco Acuña de Figueroa. Canción del Drama Don Quijote (10-05-1839). Texto: Ventura de la Vega. Canción (1840). Texto: Vicente Corvalán. Dedicatoria: Juan Manuel de Rosas. Canción Federal (1843). Texto: Bernardo de Irigoyen. Dedicatoria: Manuelita de Rosas y Ezcurra. Canción (1849). Dedicatoria: Manuelita de Rosas en el día de su cumpleaños.
7 himnos: Himno al Colegio de Ciencias Morales (ca. 1826). Texto: Florencio Varela. Himno para la repartición de premios por la Sociedad de Beneficencia (ca. 1837). Texto: Vicente López. Edición: s/pié de impr., 1837. Himno de marzo (ca. 1843). Dedicatoria: Juan Manuel de Rosas Texto: J. P. Esnaola. Edición: Bs. As., La rosa de marzo, 1843. Himno (ca. 1851). Dedicatoria: Manuelita de Rosas por el Comercio de Buenos Aires. Himno a Rosas a dos voces. Himno a la Sociedad Filarmónica (1856). Estreno: Teatro de la Victoria, 25-5-1856. director: José Amat. Himno Nacional Argentino, arreglo por D. Juan P. Esnaola de la música del Maestro Blas Parera para canto y piano (1860). Edición: Bs. As., Costa Amaro, 1860. Existe una versión anterior a dos voces para el álbum de Manuelita Rosas (1847-1849) etc.
Música para Instrumento solista
En 1860 Esnaola realizó modificaciones a la música del Himno Nacional Argentino, otorgándole una versión con más orquesta, que le dio mayor riqueza en su armonía.
También actuó como Presidente de la Escuela de Música de la Provincia, fundada en 1875.
Bibliografía:
Juan Pedro Esnaola.Su obra musical.Catálogo temático-analítico. Carmen Garcia Muñoz y Guillermo Stamponi, Ed. Universidad Católica Argentina, Instituto de Investig.
Musicológica Carlos Vega, 2003, Juan Pedro Esnaola. Una estirpe musical, Guillermo Gallardo, Ed. Theoria, 1960.
Gallardo Guillermo: "Juan Pedro Esnaola". Publicación "Historia" N°16 Abril-junio 1959. Emecé Editores. Bs. As.
Esnaola. Pasaje. Topografía:
Corre de E. a O. desde 5600 hasta 5699, a la altura de Teniente Agneta 1100.
Se le impuso ese nombre por Decr.21748 del año 1959.
Recuerda a Juan Pedro Esnaola (1808-1878) autor de numerosas piezas musicales pero principalmente arreglador del Himno Nacional Argentino.
Con anterioridad se denominó Pasaje Belgrano.