EDISON TOMÁS ALVA (1847 – 1931)

En el año 1898, en París se realizó una gran  exposición internacional, toda una gran exposición donde  toda una sección estaba dedicada  a las invenciones y descubrimientos técnicos de Edison, quien fuera invitado con el propósito de  distinguirlo  con grandes honores.

 En otra ocasión, en un banquete que le ofrecieron ingenieros y científicos, uno de los comensales se levantó para pronunciar unas palabras  de reconocimiento del ilustre huésped: “Edison – comenzó diciendo – es el gran inventor que todos conocemos. Pero yo quiero detenerme un segundo en una de sus mejores virtudes: la discreción. En efecto, ha dejado que los demás también inventaran alguna cosa..."


Exacto. Fue el estudioso y científico  del siglo XIX y principios del XX que hiciera la mayor cantidad de invenciones, descubrimientos, y diera al mundo el mayor número de hallazgos técnicos. Cierto es que comenzó sus primeros experimentos a los once años y que los terminó a los ochenta y cuatro: ¡setenta y tres años de labor ininterrumpida!


Tomás Alva Edison nació el 11 de febrero  de 1847, en un pueblecito de Ohío, Estados Unidos. Era hijo de un buen hombre que se las ingeniaba para intentar practicar todos los oficios sin tener éxito en ninguno. Su madre maestra, fue la primera en descubrir  su ingenio extraordinariamente precoz, que se manifestaba  en un espíritu de curiosidad permanente y en un ansia incontenible de indagar el origen  y la causa  de todos los misterios de la naturaleza.


En el 1854, su familia se trasladó a Port Hurón, Michigan, al noroeste de Detroit, donde comenzó tempranamente a trabajar en la venta de diarios y golosinas en el tren que recorría la nueva línea de Port Hurón – Detroit.


Tomás trabajó más de un año, consiguiendo que el jefe del tren le permitiera instalar en el vagón correo un pequeño laboratorio químico en el que el niño aprovechaba para estudiar durante el viaje, tomar apuntes y realizar experimentos de física y química.


En los comienzos de 1861 estalló la guerra civil  entre Norte y Sur de los Estados Unidos y el público esperaba impaciente las noticias sobre las operaciones.


Enseguida Edison, encontró la manera de explotar tal situación imprimiendo un diario “El Heraldo semanal” con las noticias  de los hechos que ocurrían en el frente,  conseguidas por los telegrafistas de  las distintas estaciones del ferrocarril  y que se vendía en los mismos andenes.


 Siete años después registraría su primera patente en Boston de una máquina de calcular y al año siguiente, 1869, fabricaba  un aparato eléctrico perfecto para la transmisión de las fluctuaciones de la Bolsa que ofreció al presidente de una poderosa compañía con el objeto  de conseguir 3.000 dólares para  poder costear nuevas innovaciones.


 Su gran logro fue el ofrecimiento de 40.000 dólares con los que logró montar un gran laboratorio primero en Newark y después en Menlo Park, a 35km. de New York de donde surgirían aparatos telegráficos, nuevos modelos de acumuladores, dínamos, motores eléctricos, un altavoz,  el fonógrafo y la lámpara eléctrica.


Fueron duros años de trabajo abrumador ideando el cine sonoro sincronizado, el gramófono, el dictáfono, el papel parafinado, la telegrafía sin hilos, la goma sintética  llegando a registrar más de 1.100patentes.


El 18 de octubre de 1931, a los 84 años Edison moría en Menlo Park, enlutando no sólo a su patria sino al mundo entero.

 

Bibliografía:
Universitas Enciclopedia Cultural Salvat Editores S.A.
Edison, Thomas Alva Tomo II, pág 275; Tomo VIII, pág 200-268; cap X, pág 286 y Tomo XX, pág 123.


Pasaje. Topografía:
Corre de Este a Oeste a la altura de Ayacucho 5900.
Carece de designación oficial.
Recuerda al consagrado autor de invenciones y descubrimientos técnicos.