DE PINEDO FRANCISCO (1890-1933)

1927… año de tragedias que conmovieron a la opinión Pública. En Alpacatal, Mendoza un tren descarriló que venía de Chile conduciendo una delegación de cadetes para asistir a la inauguración del Monumento a Mitre, dejando un saldo de 21 muertos y más de 50 heridos.


Frente a las costas de Brasil se hundió el Principesca mafalda, que conducía a Buenos Aires muchos argentinos e inmigrantes italianos.
En tanto, la fábrica de tabaco era volada por un anarquista Severo De Giovanni, como represalia por acusaciones a Sacco Y Vanzetti, anarquistas que serían ejecutados en Estados Unidos.


Más también sería aun año de éxitos para la aviación civil, porque así como Charles Lindberg fue el hombre que cruzó el Atlántico en vuelo solitario con su Spirit of St. Luis, uniendo New Cork - París el 20 de mayo, Francisco de Pinedo había unido Italia con Pará, Brasil, y después Buenos Aires, donde fue agasajado efusivamente.


Pinedo había ingresado en la Academia Naval Italiana de Livorno (Livorno) en 1908 a la edad de 18 años, graduándose en 1911.
Fue comisionado como oficial en la Regia Marina (Marina Real de Italia). Sirvió a bordo de destructores durante la guerra ítalo-turca de 1911-1912, siendo testigo de las operaciones aéreas de Italia contra el Imperio Otomano, la primera vez que un país había utilizado aviones en combate. La experiencia despertó su interés por la aviación.


Después de que Italia entrara en la Primera Guerra Mundial del lado de los Aliados en mayo de 1915, De Pinedo volvió a entrar en acción en el mar.
En 1917, se ofreció como voluntario para el servicio en el servicio aéreo de la Regia Marina. Al ingresar a la escuela de vuelo en Taranto en julio de 1917, completó su entrenamiento en aviación en solo 45 días y calificó como piloto en dos meses. Pasó la mayor parte del resto de la guerra volando misiones de reconocimiento para la Regia Marina.


La cultura culta de Pinedo y su naturaleza reservada, así como el orden y la pulcritud que le inculcó su formación naval, lo hicieron atípico de los aviadores de su época, que tendían a ser rebeldes y temerarios. Prefería evitar la publicidad.


Aventurero sin ser imprudente, se convirtió en un defensor influyente del hidroavión, compartiendo creencia con muchos otros aviadores de su tiempo que los hidroaviones fueron la clave para el futuro de la aviación debido a su capacidad para aterrizar de manera segura en el mar en caso de emergencias durante vuelos largos sobre el agua.


Después de la huida de los “Cuatro Continentes”, Pinedo desempeñó cada vez más funciones en puestos diplomáticos y administrativos que lo mantuvieron fuera de los titulares.


La prominencia de Balbo en el movimiento fascista italiano significó que la ruptura de Pinedo con él condujo a una disminución de la fortuna de Pinedo en su carrera en la Regia Aeronáutica.


En su último período de servicio con la Regia Aeronáutica, se desempeñó como agregado aéreo de Italia en Argentina, después de lo cual fue puesto en licencia.


Al arribo a nuestro país daría lo que hoy es una conferencia de prensa, expresando: “Infinitos son los momentos de peligro que recuerdo haber corrido durante mis vuelos en tierras de América pero esta travesía sentí en mi rostro el hálito helado de la muerte.


No es en realidad, cosa fácil para mí determinar cuál ha sido el momento en que he corrido mayor peligro, durante mi vuelo por ambos hemisferios. Muchos son los momentos de serio peligro que recuerdo haber pasado, muchas las horas en que me he visto cara a cara con la muerte.
En esta extraña carrera muchas veces debí maniobrar raramente para evitar un desastre, hasta que al fin mis nervios y mi paciencia parecían a punto de ceder para llegar a nuestro destino.


Es un poco difícil soportar un huracán cuando volábamos sobre la jungla; después en otro momento una lluvia torrencial se volcaba en forma de catarata sobre el fuselaje, no dejándome ver nada.


En ningún momento perdí el control de la máquina aunque en otros momentos aquello había dejado de ser un vuelo propiamente dicho para ser una danza fantástica y macabra en el cielo.


Ciertamente considero que este ha sido el viaje más peligroso que hombre alguno haya intentado y haya conseguido cumplir.
Si bien me considero un tanto filósofo y nunca he tenido miedo de hallarme entre las nubes, no puedo negar que llegué al término de esa etapa con alegría; alegría de terminarla.


Creo que pocas son las veces en mi vida en que he disfrutado tanto de las delicias de un profundo sueño como la noche que llegué a Pará, Brasil; sabiendo que las selvas brasileñas ya no estaban debajo sino a mis espaldas.”


En 1933, su avión fue arrasado las llamas de un incendio.

de_pinedo.html


Bibliografía:
Revista “Caras y Caretas”. “Artículo: “Mi mayor momento de peligro”. Edición del 17 de setiembre de 1927.

De Pinedo. Pasaje. Topografía:
Corre de E. a O. desde1500 hasta 1899 a la altura de Mar del Plata 500 Bis, paralela a Rubén Darío 1700.
Carece de designación oficial.
Recuerda De Pinedo (1890-1933): piloto italiano que uniera Roma, Pará, Brasil y después, Buenos Aires en marzo de 1927.