La presencia de un piano en las casas familiares de comienzos de siglo XIX, más la habilidad de alguno de sus habitantes para ejecutar un instrumento musical de viento, un acordeón, una mandolina o una guitarra, hizo que comenzaran a aparecer las primeras ofertas de enseñanza de música, sobre todo a través de muchos italianos que, habiendo arribado como integrantes de una compañía lírica, se hubieron radicado aquí.
Por la etapa del Centenario (1910), comenzaron a abundar los conservatorios dirigidos por excelentes instrumentistas.
De ese modo se establecería Albert Santángelo quien dirigió el primer conservatorio, algo que imitó poco después Alfredo Bernardelli.
A esos nombres le debemos agregar algunos músicos imborrables como: Sebastián Grignolo, Alfredo Donizetti, Luis Provesi y Pascual Romano.
El mismo prestigio alcanzarían los franceses Leo Clelerot y Alejandro Rissone, cuyo Instituto llamado “Fomento de las Bellas Artes” ubicado en la calle Entre Ríos al 1000 de Rosario, alcanzó y gozó de un enorme reconocimiento.
El profesor José Caiano tenía un excelso conservatorio al cual asistió José De Nito, quien empezó sus estudios musicales muy tempranamente, bajo su dirección.
La ciudad en los almacenes de música podía adquirir distintos instrumentos, como pianos, acordeones, flautas, mandolinas, los que lograban satisfacer las apetencias musicales de los rosarinos.
Los músicos italianos de trayectoria, conocedores de conocimientos y aptitudes de los De Nito, les aconsejaron perfeccionarse en Nápoles, con los profesores Vicente Romaniello y Genaro Nápoli.
Prontamente, ingresaron al Real Conservatorio de Música de San Pietro a e Maiella.
En 1902, José ganó por concurso una beca real, que no aceptó porque de haberlo hecho debía renunciar a la ciudadanía argentina.
La Unión Artística Napolitana lo ungió presidente del área lírico-dramática; 4 años después se lo elevó al puesto de maestría de composición y director de orquesta en las clases de los profesores Camilo De Nardos y José Martucci, que por entonces representaban la más alta expresión en el arte de la pauta.
El célebre Pablo Serrao le llamaba su alumno predilecto y todo el abanico de profesores que se sucedieron en el Real conservatorio de Nápoles tuvieron una especial deferencia y admiración para el maestro rosarino.
Además de ejecutor y compositor, De Nito ejerció la crítica artística en publicaciones periódicas mientras se encontraba en tierra napolitana.
En julio de 1909, fue diplomado y al año siguiente regresó a su ciudad natal.
Aquí fue profesor de composición y piano en el Conservatorio Romano y de composición en el Conservatorio Martinoli.
Dos años después, obtuvo el puesto de “maestrito” ayudante de la clase de teoría musical y solfeo del profesor César Bernardo Bellini.
Al año siguiente con el mismo título, ejercería en las clases de piano del profesor Alejandro Longo.
Más tarde junto a su hermano Humberto dirigió en nuestra ciudad una filial del Conservatorio Beethoven de Buenos Aires.
Por su temperamento jamás buscó editor para sus obras, por lo cual la mayoría de ellas permanecieron inéditas.
También, fue autor de estudios críticos, apuntes de psicología musical, varios poemas sinfónicos y composiciones orquestales.
Este gran maestro nació el 12 de noviembre de 1887 en la ciudad de Rosario, falleciendo en la misma el 24 de agosto de 1945.
Nació en Rosario el 12 de noviembre de 1887 y falleció en la misma el 24 de agosto de 1945, a sus 58 años.
Bibliografía:
Diario “La Nación”, 1916.
Mikielievich Wladimir C: “José De Nito” en Diccionario de Rosario: Tomo XXXVI
De Nito José. Pasaje. Topografía:
Corre de E. a O. en la manzana rodeada por las calles Cochabamba, Gutenberg, Pasco y Carriego.
Se le impuso ese nombre por D. 21677 del año 1958.
Recuerda al maestro y compositor José De Nito (1887 – 1945) que consagró su vida a difundir el arte musical en Rosario.