Dentro del panorama de Hispanoamérica, el origen de la literatura argentina carece de rasgos amerindios que la distinguen de la de Méjico y Perú.
Los primeros registros fueron crónicas de viajeros extranjeros como Ulrico Schmidl, y Martín del Barco Centenera y Ruiz Díaz de Guzmán. San Juan de la Cruz fue el primer poeta argentino.
Las letras en la época colonial o virreinal-seudoclásica y épica surgieron al amparo del fervor independista: Vicente López y Planes, Pantaleón Rivarola y Esteban de Luca.
Este poeta es en nuestra historia, un personaje muy poco conocido, que quedó siempre lejos de la popularidad, pero en cuanto nos detenemos a escribir su biografía, descubrimos que su quehacer fue multifacético, dejando el reconocimiento de una existencia armoniosamente vivida a favor de la Patria.
Nació en Buenos Aires el 2 de agosto de 1786 y estudio en el Colegio de San Carlos, siguiendo después la carrera militar.
Se alistó en 1807 en el Regimiento de Patricios, obteniendo el grado de teniente por su intervención en las invasiones inglesas, en ese Cuerpo reveló notables condiciones técnicas que le valieron llegar a la dirección de la fábrica de armas del Estado.
Cuando el país volvía a la quietud, el teniente de Luca se dedicaría a la matemáticas, obteniendo gracias a su preparación y aptitudes el grado de capitán de artillería.
En 1812, se le confirió el puesto de oficial auxiliar de la Fundición de Armas., que el gobierno acababa de establecer, estando bajo la dirección de Angel Monasterio – este patriota vino Rosario con la fuerzas del general Belgrano cuando creara la Bandera en 1812.
Tres años después ocupó la dirección de la Fábrica de fusiles y Arsenal de guerra.
A De Luca le cupo el honor de ser el fabricante de las primeras pistolas hechas en el país.
Pero a pesar de sus ocupaciones, no abandonó nunca a su afición a las letras,publicando varias poesías.
Las más celebradas fueron su “Marcha Patriótica”, publicada en “La Gaceta en 1810”; su elegía “A la muerte del general Belgrano” y “Canto a la Victoria de Maipú”, aunque en suelo chileno, es el relato de un combate y de una victoria y el resultado de ella es la existencia de una nueva Nación, dedicado al general San Martín, quien le agradeció al poeta el envío de los versos, en una elogiosa carta.
Su muerte prematura, ( a los 38 años) ocurrida trágicamente al naufragar la nave “Agenor” a cuyo bordo regresaba del Brasil, inspiró al poeta Olegario V. Andrade, tiempo después, un hermoso poema titulado ”El Arpa Perdida”, que termina con esta estrofa:
Desde entonces el viajero
oye en la noche plácida y serena
entre el rumor de la tormenta brava
como el eco de la dulce cantilena
que desde lejos llama
¡Es el arpa perdida,
casi olvidada de la patria ingrata,
que duerme entre los juncos de la orilla
del turbulento y caudaloso Plata!
Bibliografía:
Cora Luis: Argentinos ilustres. Corrientes,1941.
Buch Esteban: “O juremos con gloria morir”. Editorial Sudamericana. Buenos Aires,1994.
De Luca Esteban. Calle. Topografía:
Corre de E. a O. entre Ayacucho y San Martín, a la altura de O. Lagos 490.
Carece de designación oficial.
Recuerda al poeta y militar argentino Esteban de Luca (1786 – 1824).