CURUPAY o CEBIL COLORADO

Anadenanthera colubrina (nombre común: vilca, huilco, kurupa'y, curupáy, wilco, cebil, angico, anguo) es una especie de árbol de Sudamérica estrechamente relacionada con el yopo Anadenanthera peregrina.​


Crece de 5-30 m de altura (raramente 60 m) y su tronco, de 20 60 cm de diámetro, posee protuberancias cónicas castaño-oscuro.2​ La corteza gris oscura, con protuberancias cónicas. Las hojas semejantes a Mimosa, bipinadas y alternadas.
Se halla en Ecuador, Paraguay, Perú, Bolivia, Brasil, Argentina y Chile.


En Brasil este árbol ha sido calificado de "alta prioridad" por su  estatus de conservación.
Su madera tiene una densidad de cerca de 0,84 kg/dm².


Crece a altitudes de entre los 315-2200 m s.n.m. con lluvias de 250-600 mm/año, y una temperatura promedio de 21 °C. Tiende a crecer en colinas rocosas con suelo bien drenado, con frecuencia en la vecindad de ríos.


Crece rápidamente a 1-1,5 m/año en buenas condiciones. Las zonas de crecimiento son sabanas y selvas. Florece dos años después de la germinación.
En Argentina, el parque chaqueño es una extensa superficie fitogeografía que se extiende desde el río Pilcomayo en el norte hasta en centro de las provincias de San Luis, Córdoba y Santa Fe.


Los árboles de esta área son: quebracho blanco y colorado, lapacho, mistol, palo santo, palmeras, ibirá pitá, algarrobo, chañar y  el curupay o cebil rojo, entre otros.

Gabriel Carrasco en su obra “Descripción geográfica y estadística de la provincia de Santa Fe que escribiera en 1886 con el título:"Arboles forestales indígenas” expresa: “hemos dicho que el Norte de la provincia está cubierto de inmensos bosques abundantes en árboles productores de maderas aplicables a todos los usos.”
Una gran parte de ellos no han sido estudiados por los botánicos debido a sus nombres indígenas y algunos tan desconocidos que ni siquiera han sido clasificados.

Pero se refiere muy especialmente al cebil o curupay.
El distinguido profesor de física, Emilio Rosseti en las primeras décadas del siglo XX presentó un trabajo ante la Sociedad Científica Argentina sobre las propiedades físicas de las maderas de la República.       


Hace referencias del curupay o cebil (piptademia cebil o acacia cebil: Altura: 8 metros, puede alcanzar 10; diámetro del tronco: casi medio metro, densidad: 0,854 a 0,956; corteza: rugosa con asperosidades en forma de granos; madera bella colorada con vetas negras, parecidas a la caoba; el cebil morado, crespo o colorado su corteza es muy rica en tanino utilizado en curtiembres.


Su madera también es usada en galpones, pértigos de carros o bien para combustible.
A fines de esa misma centuria Juan A. Carnevale en su obra:"Arboles forestales" explica: Piptademia macrocarpa Benth, cuyo nombre vulgares cebil colorado o curupay" es un hermoso árbol de la flora autóctona argentina.


Se lo halla en casi todas las regiones bajas y húmedas de Salta, Tucumán y Jujuy, alcanzando unos 20 metros de altura. En ellas se encuentran dos clases de cebil: colorado, debido a su corteza rugosa y con verrugas suberosas, su fruto tiene forma de legumbres chatas de 15 cm. de largo encorvadas con 8 a 10 semillas que maduran en agosto.


Otro es el cebil blanco llamado así por la coloración de su corteza con superficie lisa, a veces con tonos grisáceos medio perlados, tiene una copa cerrada, hojas perennes y bipinadas.
Sus flores en cabezuelas amarillentas.


Esta especie es común en Formosa, Misiones, Corrientes y Santa Fe y se la conoce con la denominación de “curupay”, impuesta por los guaraníes.
Este árbol hasta los 30 años ofrece una vida útil y aprovechable, es decir empleado en curtiembres.

Bibliografía:
La expuesta en el texto.
Curupay. Pasaje. Topografía:

Corre de N. a S. desde 99Bis hasta 999Bis, a la altura de José Ingenieros 8600.
Se le impuso ese nombre por D. 4676 del año 1977.
Recuerda una especie arbórea de la región boscosa chaqueña y mesopotámica argentinas.