CULLEN DOMINGO (1791 – 1971)

Domingo Cullen fue un diplomático excepcional cuyo trágico fin y acusaciones falsas contra él, no deslustran sus importantes servicios a la provincia de Santa Fe donde desempeñó múltiples funciones antes de su asesinato.


La figura de Cullen, tan bien retratada por el historiador José Luis Busaniche en su excelente biografía, es esencial para comprender los avatares del federalismo en nuestra tribulada Patria.


Domingo Alejandro Lorenzo Cullen y Ferraz, nació en Tenerife, el  26 de febrero de 1791, hijo del cónsul inglés, quien sería trasladado al Río de la Plata durante el sitio de  Montevideo por Rondeau.


Se adaptó enseguida a las costumbres  radicándose en Santa Fe, con el firme propósito de servir a la causa de América contra los invasores portugueses.
A fines de 1813, en la casa del médico español Rodríguez del Fresno, se realizó una tertulia en honor de un huésped llegado de Montevideo, hombre inteligente de fácil palabra y ojos azules que denotaban su ascendencia nórdica, sería Domingo Cullen.


Su cultura y la prudencia de sus juicios sedujeron a don Estanislao López, y de inmediato Cullen comenzó a trabajar afanosamente organizando la justicia, la administración y la instrucción pública de nuestra  provincia, aunque no miraba con simpatía la gestión dictatorial del jefe de gobierno de Buenos Aires.


Fue durante años ministro del gobernador Estanislao López. A ambos creyó Rosas complicados en el asesinato de Facundo Quiroga.


Según lo confesó, como conveniencia política su Excelencia: Rosas, no mandó figurar el nombre de su aliado el gobernador santafesino, López, en el célebre proceso a los Reynafé, dejando para mejor ocasión el castigo de Cullen, que sería el exilio.


La salud de Estanislao fue decayendo con el correr de los días, y el quebrantamiento de su salud seguía un proceso acelerado, delegando sus facultades en su hermano Juan Pablo y en Cullen su hombre de confianza.


En medio de la negociación llegó la noticia de la muerte de Estanislao López, ocurrida el 15 de junio de ese año,  y no demorando regresó rápidamente a Santa Fe, donde la legislatura lo eligió gobernador, cargo que asumió a principios de julio de 1838.


Enseguida informó a la legislatura lo que había acordado con el jefe de la escuadra francesa. Aunque ésta si bien no llegó a responderle, tampoco lo desautorizó.


Rosas y Echagüe anunciaron que desconocían la autoridad de Cullen como gobernador; tanto por las negociaciones que había emprendido como por ser extranjero.


Poco después invadía desde Buenos Aires el coronel Juan Pablo López, hermano de Estanislao, ( alias Mascarilla) y derrotaba a las fuerzas provinciales en la batalla de El Tala de 1838; renunciando en septiembre, Cullen mientras su sucesor Elías Galisteo intentaba resistir a López con escasas fuerzas, as  que fueron fácilmente derrotadas.

 

 Al morir  López  el 15 de junio de 1838, pero no faltó quien dijera en Santa Fe que Rosas lo había hecho envenenar con lenta seguridad. Así y todo mandó grabarle en una lápida un epitafio y nada menos que en verso.


Vacante la gobernación de Santa Fe, fue elegido don Domingo Cullen.


Sin respetar la autonomía de la provincia confederada, - de acuerdo a la ley del 1° de setiembre de 1836 - Rosas se puso de acuerdo con Echagüe y no lo reconoció como gobernador.


Una vez derrotado, nuestro biografiado se dirigió a Córdoba, donde intentaría un movimiento revolucionario, el que fracasó obligándolo a refugiarse en Santiago del Estero, contando con la amistad de Ibarra, en cuya casa lo hospedó.


Lo acusaban a Cullen de pertenecer “al partido de los extranjeros” que trabajaban en contra de Rosas, de estar en connivencia con los unitarios de Montevideo y de haber influido en el ánimo de Estanislao López contra el "Héroe del Desierto".


Juan Manuel de Rosas le escribió a Ibarra puntualizando los cargos contra Domingo Cullen, a quien llamaba “anarquista, bribón, unitario y malicioso”, quien andaba siempre estudiando cómo traicionarnos y cómo anarquizar la República”.


Añadía que Ibarra no podía comprometer su honor y buen nombre exponiendo la causa federal por salvar a un malvado, y le pidió que lo remitiera bien asegurado, con dos grillos y con la suficiente custodia.


Ibarra obedeció, más le avisó a su amigo Cullen, que se pusiera medias de lana porque iban a ponerle dos pares de grillos, mientras lo remitían a Buenos Aires custodiado por 25 hombres.


En otra de las tantas maquinaciones maquiavélicas de Rosas se dijo que Cullen en Santiago, había seducido a más de un muchacho, entre ellos: Bonifacio Albornoz, ahijado de Ibarra, criado por él como un hijo.


Por eso, Ibarra decidió fusilarlo y el 22 de junio de 1839, Cullen y su custodia al llegar al límite de la provincia de Buenos Aires fue pasado por las armas.
En las proximidades del Arroyo del Medio, sabiendo que iba a ser fusilado, le escribió a su esposa: “Querida Joaquina, en este momento me intiman que debo morir. Así lo ha querido la divina Providencia”.

Escuela Domingo Cullen
Al escuchar la sentencia con mucha serenidad cuando lo instan a ponerse de espaldas, un soldado se aproximó para vendarle los ojos, y Cullen rechazó para colocarse otro bordado por su hija Jerónima, por entonces de nueve o diez años (quien en la juventud se casaría con Juan María Gutiérrez).

 

Bibliografía:
Félix Chaparro en Conferencia en la Biblioteca Argentina de Rosario"Domingo Cullen".

Battistoni Gustavo: Domingo Cullen en: Mujeres y Hombres de mi Santa Fe, 2013.

 

Cullen. Calle. Topografía:
Corre de N. a S. desde 100Bis hasta 1200 Bis; desde 100 hasta 3300 a la altura de Génova 3300, Córdoba 3300 y Bv. 27 de Febrero 3300.
Carece de denominación oficial.
Recuerda al que fuera gobernador Interino de la Provincia de Santa Fe y que sufriera tan triste fin.