COLIQUEO IGNACIO (1796 - 1871)

El 17 de mayo de 1865, el Congreso del Paraguay declaró la guerra (aunque recién la notificación llegó el 29 de ese mes) de la Triple Alianza o guerra del Paraguay, llamada por los paraguayos guerra Grande, guerra contra la Triple Alianza o guerra Guasú. ​


La historiografía liberal clásica pone el acento en la agresiva política del mariscal Francisco Solano López respecto de los asuntos rioplatenses. ​


El conflicto se desencadenó a fines de 1864, cuando el mariscal Solano López, presidente paraguayo, decidió acudir en ayuda del gobierno ejercido por el Partido Blanco del Uruguay, concretamente ir en ayuda de la defensa de Paysandú, en guerra civil contra el Partido Colorado, apoyado este militarmente por el Brasil.


López advirtió a los gobiernos de Brasil y la Argentina que consideraría cualquier agresión al Uruguay “como atentatorio del equilibrio de los Estados del Plata”, cuando tropas brasileñas invadieron territorio uruguayo en octubre de 1864.


Solano López solicitó autorización al presidente argentino Bartolomé Mitre para atravesar territorio argentino rumbo al Uruguay con sus tropas, solicitud rechazada por Mitre.


De haber permitido que tropas beligerantes atravesaran por su territorio hubiese constituido un abandono de la posición hasta entonces públicamente neutral de la Argentina; por otro lado, el gobierno argentino simpatizaba con el Partido Colorado del Uruguay.


En respuesta, tropas paraguayas ocuparon la ciudad argentina de Corrientes en abril de 1865, forzando a la Argentina a entrar en la guerra, aliada con Brasil y el nuevo gobierno uruguayo.


A partir de ese momento ya puede hablarse de “Guerra de la Triple Alianza”.


Brasil, la Argentina y el Uruguay firmaron un tratado de alianza secreto (La Triple Alianza.)


El Ejército de Línea, es decir las fuerzas permanentes de nuestra república estaban integradas por 6000 hombres diseminados por distintos puntos del país.


Coliqueo y Roninqueo, caciques de tribus de gran poderío numérico, ofrecieron enviar varios centenares de hombres de lanza para formar parte del Ejército de la Patria, lo cual dice el historiador Beverina: “naturalmente no fue aceptado”.


 Al estallar la guerra del Paraguay COLIQUEO se dirigió al Gral. Mitre en un castellano de rara construcción, el 16 de mayo de 1865 desde la Tapera de Díaz diciendo: “El que firma tiene el honor de saludar al Excmo. Señor, y por consiguiente manifestarle que siendo impuesto de la guerra con el Paraguay que intenta quitar el suelo donde nosotros somos nacidos, y tener conocimiento a mi vez me honro altamente en ayudarle al Sr. Presidente mi persona con 600 lanzas de pelea a favor de nuestra causa tan sagrada. Por tal motivo puede su Excelencia disponer de mí y de las fuerzas que estoy pronto a su disposición, ahora y hasta siempre dando esta prueba de amistad que tengo el honor de imponer al Sr. Presidente, quedaran reconocidos todos los vivientes de esta República, la generosa y noble comportación del que firma.
Ignacio Coliqueo Coronel, Jefe y Cacique de las tribus amigas.”


Nacido en 1796, en las afueras de Temuco, pertenecía a la casta de Cuapolicán, quien en los primeros tiempos de las conquistas junto con Lautaro enfrentó a los españoles. Ignacio Coliqueo, como se castellanizó su nombre mapuche Kolükew, cerca de Boroa, en la actual provincia de Cautín, en Chile.​


De origen araucano, fue designado lonco o cacique, el líder indio que resistió la invasión española.


Coliqueo luchó en la Guerra de Arauco contra las autoridades chilenas y también contra los gobiernos rioplatenses, en las primeras décadas luego de la Independencia Argentina.


Pero posteriormente Coliqueo comprendió que a largo plazo el pueblo mapuche perdería la guerra contra los “huincas” (extranjeros) y buscó un acuerdo con los gobernantes argentinos aprovechando las divisiones internas que generaban las guerras civiles.


Fue por eso conocido como un “indio amigo” por las autoridades argentinas.


A principios de 1820 abandonó Boroa junto con otro boroanos, incentivado por parientes y amigos que ya vivían en la región pampeana, viajando hasta las Salinas Grandes ubicadas entre las actuales provincias de Buenos Aires y La Pampa.


En 1829 mudó su tribu cerca de Masallé en la zona de Carhué, entre los médanos que rodeaban la laguna Epecuén.


Cuando Rosas ascendió al poder en 1829, logró la adhesión de la mayor parte de los boroganos.


El 9 de septiembre de 1834 apareció otro gran protagonista Juan Calfucurá uno de los caciques más controvertidos de nuestra historia, con el que don Ignacio Coliqueo,  pelearía con él y contra él.


En ese año, Ignacio logró escapar a la matanza de los boroanos realizada por el lonco Calfucurá en Masallé, refugiándose entre los ranqueles de Yanquetruz en la laguna Pubué, entrando en relaciones con el coronel unitario Manuel Baigorria, quien sería su yerno.


A pesar de haberle aquel ofrecido ser su segundo, rechazó la propuesta y negándose a entrar en guerra contra los unitarios, actuando bajo el consejo de su yerno unitario.


Después de la Batalla de Caseros (a 20 km de Buenos Aires, el 3 de febrero de 1852), en la que fue derrotado el gobernador de Buenos Aires Juan Manuel de Rosas, el prestigioso lonco Calfucurá convocó a todas las comunidades mapuches a la guerra contra el blanco bajo el lema “la tierra india para los indios”.


Él y su yerno, entraron en negociaciones con el federal Justo José de Urquiza, presidente de la Confederación Argentina, sumándose a su ejército de la Confederación, combatiendo y venciendo en la Batalla de Cepeda el 23 de octubre de 1859, en el sur de la provincia de Santa Fe (cerca del límite con la provincia de Buenos Aires), a cambio de que el nuevo gobierno diera tierras para la tribu de Coliqueo.
Cuando la revolución americana resonó a ambos lados de los Andes la tribu borogana a la que pertenecía se alineó junto a los españoles.


Cuando éstos fueron vencidos, aplastados en la batalla de Maipú y en la de Bío-Bío (1819), indios y blancos cruzaron el surco cordillerano con jefes militares adictos al poder colonial y se afincaron hacia 1823 en la sierra de la Ventana, Buenos Aires y en las salinas Grandes (La Pampa).


A partir de 1854, cuando Urquiza buscara contacto con los jefes indios Coliqueo sería intermediario entre el Gobierno y la jefatura aborigen.


Cuando Mitre comandaba las fuerzas argentinas el cacique siguiendo a su yerno Baigorria hizo que sus hombres se incorporaran al Regimiento 7º de Caballería de Línea.


Pero su misión no se limitó a eso, cuando se dispuso mover la línea de frontera avanzando sobre los ranqueles se le encomendó esa operación a las órdenes de Julio de Vedia.


Aguerrido como era y excelente baquiano decidió la suerte de la empresa con su presencia y sus tribus.
Murió en 1871 cuando rodó su caballo durante una disputa por apuesta de juego.

 


 

Bibliografía:
Ingrid de Jong: El proceso de conformación de la identidad indígena en la tribu amiga de Los Toldos (provincia de Buenos Aires).
Dra. Lidia Nacuzzi: Historia, Etnicidad y Memoria: Tesis de Doctorado en Antropología sobre  los caciques prominentes de nuestra Tierra. Facultad de Filosofía y Letras Buenos Aires.


Coliqueo Ignacio. Pasaje. Topografía:
 Corre  de  E. a O. a la altura de  Anchoris 2600 y a  500 m. al Oeste de Rondeau 2700.
 Se le impuso ese nombre por O.4671,  Setiembre de 1977
Recuerda a Ignacio Coliqueo (1796-1871, reconocido cacique indígena del siglo XIX. Fue aliado del gobierno del General Bartolomé Mitre.
A cambio de importantes beneficios fue nombrado Coronel del Ejército Expedicionario Argentino y le concedieron a él y su gente seis leguas cuadradas de tierras fértiles, aptas para el pastoreo y la siembra en Los Toldos (Buenos Aires).