COCHABAMBA

 

El nombre de Cochabamba tiene su origen en dos vocablos quechuas q'ucha = lago y panpa, a pampa o sea llano, planicie. Posteriormente, con el paso del tiempo, aunque no se sabe con precisión en qué momento se puso oficialmente el nombre ya castellanizado de Cochabamba, posiblemente al hacer registros de bautismos.


Originalmente fue llamada Kanata por la presencia de los originarios, los Kanas. Posteriormente el inca Huayna Capac, expandiendo la obra civilizatoria Inca fundó la "llajta" de Q'ochapanpa o Kochaj-pampa, convirtiendo el área en un centro clave de producción agrícola.


Fue fundada dos veces, la primera con el nombre de Villa Real de Oropesa, como parte del Virreinato del Perú, el 2 de agosto de 1571 por el Capitán Gerónimo de Osorio, según órdenes del virreyFrancisco Álvarez de Toledo -quien era originario de Oropesa-, con la finalidad de crear un centro de producción agrícola y proporcionar alimentos a las ciudades mineras de la zona, principalmente la ciudad minera de Potosí.


La segunda fundación fue llevada a cabo el 1° de enero de 1574 por Sebastián Barba de Padilla por encargo también del virrey Francisco Álvarez de Toledo.


El valle de Cochabamba fue poblado desde hace diez mil años, según los vestigios arqueológicos, por cazadores y recolectores; otro periodo del que se tiene vestigios o restos es de lo que fue una civilización mejor formada de hace más de dos mil años.


No es difícil saber el porqué escogieron poblar estos valles, y es debido a sus fértiles suelos y el clima templado. Los vestigios arqueológicos atestiguan que los primeros habitantes del valle fueron diferentes grupos étnicos, como los qutas, chuwis y otros. El valle estuvo permanentemente habitado por estos grupos antes de la llegada de los españoles.


Posteriormente, el Imperio de los Incas se expandió en gran parte por este valle, alcanzando a formar una poderosa civilización, instruida y desarrollada en varias disciplinas, como la agricultura, ganadería, militar, metalurgia, astronomía y cultural.


La conquista del Imperio inca por Francisco Pizarro abrió el camino del Reino de España,para lograr la sumisión de la Bolivia actual en el año 1535 y el establecimiento de la Real Audiencia de Charcas, parte esencial del Virreinato del Perú, que abarcó todo lo que hoy es el territorio boliviano.


Uno de los primeros hispánicos que se estableció en el valle, fue García Ruiz de Orellana en 1542 quién compró la mayor parte de las tierras de los jefes étnicos de la región, según el testimonio de un título registrado en 1552 en la Ciudad de Potosí, al precio convenido de 130 pesos.

El territorio boliviano jugó un importante papel en la economía americana porque Potosí alimentó en gran parte a la corona española durante los siglos XVII y XVIII financiando en buena medida las guerras europeas emprendidas por Felipe II y sus sucesores.

La plata viajaba a lomo de mula hasta el Callao, desde allí se embarcaba a Panamá, de allí nuevamente en mulas a Nombre de Dios o Portobelo, donde se difundía por toda Europa.


El virrey Francisco Álvarez de Toledo -quien era originario de Oropesa-, ordenó la fundación de Cochabamba, al pie del cerro San Sebastián, con la finalidad de crear un centro de producción agrícola y proporcionar alimentos a las ciudades mineras de la zona, principalmente la ciudad minera del Potosí.

 

Por razones que aun hoy los historiadores no explican satisfactoriamente, al año siguiente de la muerte del fundador Osorio, en 1573, apareció Sebastián Barba de Padilla, quien aparentemente ya había sido funcionario durante el gobierno del fallecido Osorio, pidiendo al Virrey le diera la venia para volver a fundar la ciudad.
No se sabe con qué argumentos convenció a Álvarez de Toledo, pero éste se lo permitió, es así que el 1 de enero de 1574 se realizó la segunda fundación, en la actual plaza 14 de Septiembre.


Si hablamos del Alto Perú y su importancia en la libertad e independencia de nuestra Patria, es digno de destacar que tres siglos después, Cochabamba (hoy territorio de Bolivia) fue el primer lugar de América que se alzó en armas a favor de la Junta revolucionaria de Buenos Aires de 1810.


Mediante un Cabildo Abierto se proclamó que "Ya era tiempo de levantar el estandarte de la libertad en estas desgraciadas colonias" y como la proporción numérica de hombres era escasa las mujeres cochabambinas hicieron frente a la situación expresando: "Si no hay hombres nosotras defenderemos tal posición contra España, y de inmediato se congregaron armadas de cuchillos, palos, barretas y piedras en busca del gobernador español de turno Antezana para matarlo.


Al no hallarlo se hicieron entregar las llaves del cuartel y de este modo se apoderaron de fusiles, cañones y municiones dirigiéndose a los extramuros del poblado donde colocaron las piezas de artillería.


Reunido el ejército enemigo se armó un feroz choque que duró días. A sangre fría le cortaron la cabeza al representante del rey de España, Antezana, en el Convento de San Francisco donde se había refugiado.

Tal hecho fue informado a Belgrano, a Jujuy, quién remitió el parte a Buenos Aires el 4 de agosto de 1812.
Belgrano reitero, recibió tal notificación a través del informe del soldado Francisco Turpín, perteneciente a la Primera Compañía de Fusileros del Regimiento N°6, donde exaltaba la vehemencia y el fervor de esas mujeres con esta expresión: " Gloria a las cochabambinas que han demostrado un entusiasmo tan digno de pasar a la memoria de las generaciones venideras."


"Ellas dieron el ejemplo que debe excitar los sentimientos más apagados por la Patria, y estoy seguro de que no será el último con que confundan a las de su sexo que, alucinadas, trabajan a favor de la causa sagrada de la emancipación y aún a los hombres que prefieren la esclavitud, por no exponer sus vidas para asegurar nuestros justos derechos."

 

La Junta de Buenos Aires luchó por la independencia de ese espacio enviando sucesivas campañas al Alto Perú. Si bien dichos ejércitos fueron a veces derrotados, su acción debilitó el poder realista, impidiendo que lograra suprimir definitivamente la revolución patriota de 1810.

 

El nombre de Cochabamba tiene su origen en dos vocablos quechuas q'ucha = lago y panpa, a pampa o sea llano, planicie. Posteriormente, con el paso del tiempo, aunque no se sabe con precisión en qué momento se puso oficialmente el nombre ya castellanizado de Cochabamba, posiblemente al hacer registros de bautismos.

 

Originalmente fue llamada Kanata por la presencia de los originarios, los Kanas. Posteriormente el inca Huayna Capac, expandiendo la obra civilizatoria In fundó la "llajta" de Q'ochapanpa o Kochaj-pampa, convirtiendo el área en un centro clave de producción agrícola.

 

Fue fundada dos veces, la primera con el nombre de Villa Real de Oropesa, como parte del Virreinato del Perú, el 2 de agosto de 1571 por el Capitán Gerónimo de Osorio, según órdenes del virreyFrancisco Álvarez de Toledo -quien era originario de Oropesa-, con la finalidad de crear un centro de producción agrícola y proporcionar alimentos a las ciudades mineras de la zona, principalmente la ciudad minera de Potosí.


La segunda fundación fue llevada a cabo el 1° de enero de 1574 por Sebastián Barba de Padilla por encargo también del virrey Francisco Álvarez de Toledo.


El valle de Cochabamba fue poblado desde hace diez mil años, según los vestigios arqueológicos, por cazadores y recolectores; otro periodo del que se tiene vestigios o restos es de lo que fue una civilización mejor formada de hace más de dos mil años.


No es difícil saber el porqué escogieron poblar estos valles, y es debido a sus fértiles suelos y el clima templado. Los vestigios arqueológicos atestiguan que los primeros habitantes del valle fueron diferentes grupos étnicos, como los qutas, chuwis y otros. El valle estuvo permanentemente habitado por estos grupos antes de la llegada de los españoles.


Posteriormente, el Imperio de los Incas se expandió en gran parte por este valle, alcanzando a formar una poderosa civilización, instruida y desarrollada en varias disciplinas, como la agricultura, ganadería, militar, metalurgia, astronomía y cultural.


La conquista del Imperio inca por Francisco Pizarro abrió el camino del Reino de España,para lograr la sumisión de la Bolivia actual en el año 1535 y el establecimiento de la Real Audiencia de Charcas, parte esencial del Virreinato del Perú, que abarcó todo lo que hoy es el territorio boliviano.


Uno de los primeros hispánicos que se estableció en el valle, fue García Ruiz de Orellana en 1542 quién compró la mayor parte de las tierras de los jefes étnicos de la región, según el testimonio de un título registrado en 1552 en la Ciudad de Potosí, al precio convenido de 130 pesos.

El territorio boliviano jugó un importante papel en la economía americana porque Potosí alimentó en gran parte a la corona española durante los siglos XVII y XVIII financiando en buena medida las guerras europeas emprendidas por Felipe II y sus sucesores.

La plata viajaba a lomo de mula hasta el Callao, desde allí se embarcaba a Panamá, de allí nuevamente en mulas a Nombre de Dios o Portobelo, donde se difundía por toda Europa.


El virrey Francisco Álvarez de Toledo -quien era originario de Oropesa-, ordenó la fundación de Cochabamba, al pie del cerro San Sebastián, con la finalidad de crear un centro de producción agrícola y proporcionar alimentos a las ciudades mineras de la zona, principalmente la ciudad minera del Potosí.

 

Cochabamba fue fundada dos veces, la primera con el nombre de Villa Real de Oropesa, como parte del Virreinato del Perú, el 2 de agosto de 1571 por el Capitán Gerónimo de Osorio, según órdenes del virrey.
La segunda fundación fue llevada a cabo el 1° de enero de 1574 por Sebastián Barba de Padilla también por encargo del mismísimo virrey Francisco Álvarez de Toledo.


Por razones que aun hoy los historiadores no explican satisfactoriamente, al año siguiente de la muerte del fundador Osorio, en 1573, apareció Sebastián Barba de Padilla, quien aparentemente ya había sido funcionario durante el gobierno del fallecido Osorio, pidiendo al Virrey le diera la venia para volver a fundar la ciudad.


No se sabe con qué argumentos convenció a Álvarez de Toledo, pero éste se lo permitió, es así que el 1 de enero de 1574 se realizó la segunda fundación, en la actual plaza 14 de Septiembre.


Si hablamos del Alto Perú y su importancia en la libertad e independencia de nuestra Patria, es digno de destacar que tres siglos después, Cochabamba (hoy territorio de Bolivia) fue el primer lugar de América que se alzó en armas a favor de la Junta revolucionaria de Buenos Aires de 1810.


Mediante un Cabildo Abierto se proclamó que "Ya era tiempo de levantar el estandarte de la libertad en estas desgraciadas colonias" y como la proporción numérica de hombres era escasa las mujeres cochabambinas hicieron frente a la situación expresando: "Si no hay hombres nosotras defenderemos tal posición contra España, y de inmediato se congregaron armadas de cuchillos, palos, barretas y piedras en busca del gobernador español de turno Antezana para matarlo.


Al no hallarlo se hicieron entregar las llaves del cuartel y de este modo se apoderaron de fusiles, cañones y municiones dirigiéndose a los extramuros del poblado donde colocaron las piezas de artillería.


Reunido el ejército enemigo se armó un feroz choque que duró días. A sangre fría le cortaron la cabeza al representante del rey de España, Antezana, en el Convento de San Francisco donde se había refugiado.

 

Tal hecho fue informado a Belgrano, a Jujuy, quién remitió el parte a Buenos Aires el 4 de agosto de 1812.
Belgrano reitero, recibió tal notificación a través del informe del soldado Francisco Turpín, perteneciente a la Primera Compañía de Fusileros del Regimiento N°6, donde exaltaba la vehemencia y el fervor de esas mujeres con esta expresión: " Gloria a las cochabambinas que han demostrado un entusiasmo tan digno de pasar a la memoria de las generaciones venideras."


"Ellas dieron el ejemplo que debe excitar los sentimientos más apagados por la Patria, y estoy seguro de que no será el último con que confundan a las de su sexo que, alucinadas, trabajan a favor de la causa sagrada de la emancipación y aún a los hombres que prefieren la esclavitud, por no exponer sus vidas para asegurar nuestros justos derechos."

 

La Junta de Buenos Aires luchó por la independencia de ese espacio enviando sucesivas campañas al Alto Perú. Si bien dichos ejércitos fueron a veces derrotados, su acción debilitó el poder realista, impidiendo que lograra suprimir definitivamente la revolución patriota de 1810.