CIPOLETTI CÉSAR (1846 - 1908)

A medida que la tecnología se hizo más compleja, a fines del siglo XIX, pasando a ocupar un lugar preponderante en la sociedad argentina, la ingeniería encontró su labor vinculada a la economía y a las finanzas.


 Así un proyecto destinado a resolver una necesidad social tuvo que ser considerado desde el punto de vista técnico, pero al mismo tiempo  que fuese económicamente factible y que reuniera las condiciones para hacerlo utilitario en el tiempo.


Así lo comprendió el ingeniero Cipoletti, nacido en la isla Tibetina, Roma, el 30 de noviembre de 1846.


Sus raíces latinas aportaron a su imaginación, el sentido realista y práctico de sus proyectos y la ambición por las grandes realizaciones utilitarias en el tiempo.


Cipolletti primero se graduó como agrimensor y luego estudió en la Facultad de Ingeniería en la ciudad de Roma, en donde se recibió de ingeniero hidráulico. En dicho país realizó obras en Vicenza, Padua y Milán.

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Culminados sus estudios superiores en la Universidad de su tierra natal donde obtuvo el título de ingeniero hidráulico, se  abocó a la instalación de aguas potables en Florencia, el canal Villoresi en Lombardía y el grandioso dique Tesino; obras que le dieron idoneidad y prestigio internacional – “Llegando a ser una autoridad europea en hidráulica” - nos dice el historiador Vicente o Cutolo.


De la mano de los ingenieros Ángelo Filonardi y Raffaele Canevari, obtuvo reconocimiento de británicos y estadounidenses.


A partir de los problemas de riego que existían en la provincia de Mendoza el gobierno de Tiburcio Benegas le encargó al ingeniero Guillermo Villanueva que contrate a un ingeniero hidráulico y es así como se contactó con Cipolletti, quien en 1889 se estableció en Mendoza.


Durante el gobierno nacional de Juárez Celman (1888) y el provincial de Mendoza, don Elías Villanueva, César Cipoletti fue convocado para la estructuración del sistema de riego en aquella provincia.


Se construyeron bajo su dirección técnica la toma de riego en los ríos Tunuyán y Mendoza, consideradas obras maestras en su género.


Posteriormente fue contratado por las autoridades de Tucumán a fin de construir el dique de contención a los desbordes del río Salí, permitiendo el aprovechamiento de grandes masas de agua.


En 1898 durante la presidencia del Dr. José Evaristo Uriburu se le confió un estudio exhaustivo del comportamiento del río Negro.


En la década siguiente, estudió la cuenca de los ríos Limay, Neuquén y Negro, señalando las medidas a tomar para aprovechar los recursos hídricos de la región y paliar las fuertes crecidas.


Más Cipoletti, hizo nuevos intentos,  y  merced a estos trabajos, la región del Alto Valle vio prosperar la explotación agrícola, gracias a un incremento de la superficie cultivable y la construcción del Dique Ballester, producto de las investigaciones y proyectos presentados por Cipolletti.​


De regreso a su patria se ocupó de la regulación del río Tíber con el objeto de convertirlo en vía fluvial.


En 1907 el presidente Figueroa Alcorta llamó al ingeniero Cipoletti para que dirigiera las obras proyectadas en el río Negro, en su informe de diez años atrás.

Cuando volvía hacia Argentina, en alta mar falleció en forma intempestiva el 27 de enero de 1908.


La llegada de sus restos a Buenos Aires dio lugar a demostraciones de pesar y fervorosos homenajes a su extraordinario talento.


En diciembre de 1946, al cumplirse el centenario de su nacimiento, la provincia de Mendoza erigió un monumento en su honor, en el dique situado en el departamento Luján de Cuyo y que lleva su nombre.

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Bibliografía:
Sergi Jorge F.: "Historia de los italianos en la Argentina." Pág. 424. Bs. As. 1940.
Fernández Juan Rómulo: "Hombres de acción." Pág. 131. Bs. As. 1940.

 

Cipoletti. Calle. Topografía:
Corre de N. a S. desde 4000 al 4099, desde la calle Ramón Lista a Lácar. Barrio Acindar.
Se le impuso ese nombre por D. N°19381 del año 1956.
Recuerda al talentoso ingeniero italiano César Cipoletti (1846 - 1908.)