Los republicanos la rebautizaron como Sucre, en homenaje a Antonio José de Sucre, uno de los padres putativos de la República de Bolivia, de la que fue elegida capital”.
La vastísima jurisdicción de su Real Audiencia, la fama de su Universidad en todo el virreinato, y la alta primacía de su curia metropolitana, mantenían de asiento o de paso en su vecindario, un número muy crecido de abogados ,litigantes ,ministriles, estudiantes, maestros,, clérigos y empleados de diversas categorías, que con la variedad simultánea de sus ocupaciones y quehaceres, comunicaban no poco movimiento y animación a la ciudad en las altas horas del día”.
En efecto, en la época colonial como ya dije¨ fue asiento de la famosa Audiencia de Charcas que ejercía la fiscalización de todos los actos de gobierno con un despotismo tan absoluto como temible, por depender de sus fallos, el honor, la vida y hacienda, más allá de quinientas leguas a la redonda. Aparte era órgano consultor del Virrey y los capitanes generales.
En cuanto a la famosa Universidad Mayor, Real y Pontificia llamada de San Francisco Xavier, fundada en 1624, podemos decir que al crearse a fines del 1681 las cátedras de Cánones y Leyes, allí se formaron muchos varones ilustres como Moreno, Castelli, Paso, Monteagudo, y los altoperuanos José Severo Malabia, Mariano Sánchez de Loria, José Mariano Serrano (estos tres últimos serían diputados del Congreso de Tucumán).
En la primera década del siglo XIX por fuerza de los acontecimientos que habían sucedido en Europa y sin duda por el imperio del pensamiento ilustrado francés que habían adquirido en las aulas de la Universidad charquiña, nuestros patriotas se definieron ante la disyuntiva de "La corona o la revolución" y "Las instituciones hispánicas o la libertad".
Contaba Mariano Moreno que "los alumnos ya en aquel ámbito tenían sus juntas secretas a las que concurrían un grupo de iniciados que fraternizaban entre sí con el vínculo de la más perfecta unidad de ideas y sentimientos contra la metrópoli."
En los procesos independistas de América muchísimos intelectuales de ilustración profunda y pensamientos claros eran egresados de Charcas.
Recordemos que fue Mariano Moreno quien hizo editar el "Contrato social de Rousseau" por primera vez en el Río de la Plata (1810).
En su prólogo lo califica como "libro inmortal que ha debido producir a su autor el justo título de Legislador de las Naciones", texto que había llegado a sus manos durante sus años en los claustros de Charcas.
Hombres de este temple, desafiando sociedad y políticas reinantes, cuya acción sería la prolongación de capacidades adquiridas en aquella universidad, fueron protagonistas de la verdad pronunciada ante la historia argentina.