Mario Casas perteneció a la generación de rosarinos que tuvo la faena histórica de formar instituciones de la ciudad y nutrir el alma de su tierra en las primeras décadas del siglo XIX.
La segunda mitad del siglo fue pródiga en la gestación de empresas que encarriladas por el sendero de afán progresista particular, darían un gigantesco empuje al engrandecimiento de Rosario.
Hijo de Don Casiano Casas quien junto a Don Ciro Echesortu, sus fundadores, resolvieron dedicarse a los ramos de remates y de comisiones y consignaciones, pero el afán de superación los llevó de inmediato a ampliar sus actividades, no sólo en lo referente a los negocios inmobiliarios, sino también de índole mercantil e industrial.
Fundadores de “La Sociedad Echesortu y Casas constituida en el siglo XIX por los señores Ciro Echesortu y Casiano Casas, habría de adquirir con el correr de los años una dimensión tal que no hubo zona de Rosario que pasara inadvertida para la firma, por cuya razón su capacidad urbanizadora y creadora de nuevos barrios la hizo acreedora del mayor de los elogios y reconocimiento general”, así lo enuncia Nicolás E. De Vita en su obra “Echesortu”, pág.70 y siguiente.
Fue así que, mediante la compra de grandes extensiones de terreno, luego subdivididos y urbanizados, se hizo posible la creación de grandes centros en Echesortu, San Martín, San Francisco, Roque Sáenz Peña, Ludueña, Nuevo Alberdi, entre otros.
Precisamente don Casiano Casas fue el antiguo propietario de la mayor parte de los terrenos que integran hoy aquel barrio.
Dueño de un clara visión de futuro, privadamente por escritura N° 705,con fecha 22 de agosto de 1891 realizada ante el escribano don B. Quintín Munuce adquirió en la suma de m/n 80.000 pesos a la sociedad Luis Poviña y Cía., 97 fracciones de terreno delimitadas por calles en gran parte actualmente sin abrir, y divididas por manzanas comprendidas en un perímetro irregular formado por las calles Río de Janeiro al oeste, las vías del ferrocarril ex Mitre al este, una línea quebrada sobre calle 9 de julio al S. y otra línea quebrada al N., la que partiendo desde la primera nombrada R. de Janeiro llegaba más o menos hasta calle Constitución.
Mario, nuestro biografiado, nacido en Rosario en 1888, en el seno de una familia tradicionalista que utilizó bien sus medios económicos y su título de abogado para lograr sus objetivos: “Hacer de su ciudad un foco centralizador de cultura, economía y sociedad”.
Tenía el prestigio de la seriedad que había heredado de su padre, el valor de la palabra que era como una firma al pie del documento.
Integró el grupo fundador de la Sociedad Sportiva Rosarina y fue presidente del Jockey Club durante el período 1919 - 1921, lapso en que esa institución inauguró su edificio social donde actualmente está emplazado, en la esquina S.E. de las calles Maipú y Córdoba.
También presidió el Club Social donde concurrían diariamente hombres de lo más granado de la sociedad rosarina y donde entre charla y charla se forjaron ideales de progreso.
Pensaba Casas “que el progreso es el perfeccionamiento a que debe aspirar el hombre sacrificando sus intereses personales.”
Demostró vivir con las lecciones de sus ancestros, gente de una sola pieza siempre con la honradez y el progreso de Rosario por delante.
El muchacho espigado, enjuto de carnes, fino y engominado pudo llevar a cabo con reciedumbre grandes emprendimientos y difíciles funciones, entre otras integró el directorio de La Sociedad Rural de Rosario.
Fuera de nuestra ciudad actuó como miembro de la Suprema Corte de la Provincia de Salta.
Bibliografía:
Mikielievich, Wladimir C: "Diccionario de Rosario" (Inédito).
Casas Mario. Cortada. Topografía:
Corre de N. a S. desde 900 al 1099, entre las calles Gutembreg Y Carriego en el barrio La República.
Carece de designación oficial.
Recuerda a un miembro de la familia de don Casiano Casas, propietaria del área donde se abrió la cortada.